Simplemente Fuego

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Decidí continuar durmiendo, ese lugar me parecía seguro y familiar, a demás luego de dar un pequeño vistazo me di cuenta que Zuko también estaba ahí, así que me pareció una buena idea acurrucarme junto a él. De ese modo transcurrió la noche, apacible, como  si no hubiera nada malo en este mundo. Cuando llegó el momento de despertar me di cuenta que ya no había fogata y estaba completamente sola, a juzgar por la altura en la que se encontraba el sol ya debía de ser medio día.

- Hasta que al fin despiertas - la voz animada de Toph me trajo de vuelta a este mundo - Hakari te ha extrañado, deberías de ir a verla - dijo con una voz amable, me hizo una seña para que la siguiera hasta donde Hakari se encontraba descansando.

No me había olvidado de Hakari, pero ella no era mía, sino había sido de Yato ¿ Me pregunto si los animales son capaces de entender la pérdida de un ser querido? Como sea, caminé de tras de Toph, ella me guaba hasta donde estaba en ave, la cual al verme comenzó una gran carrera hacía justo en el instante en que notó mi presencia, era tan rápida y fuerte que me hizo caer, pero no me importó, también estaba feliz de verle.

- Creo que te extrañaba mucho - rio al verme en el piso - la he cuidado lo mejor que he podido, espero haberlo hecho bien - dichas esas palabras Hakari se alejó de mi para pararse junto al Toph. Creo que ella a elegido a su nuevo dueño y no soy yo.

- Hakari - el ave levantó la cabeza de medio lado, poniéndome toda su atención  - Ven aquí-  ella se acercó y yo acaricie su cabeza - Creo que quieres quedarte con Toph ¿No es así preciosa ? -su respuesta fue apoyar su cabeza en mi pecho, sus reacciones me tocaban en lo más profundo del alma  - Está bien, puedes quedarte con ella - vaya que entendía bien, se puso muy contenta cuando le dije eso. Me daba algo de pena dejarla, pero no he estado con ella en bastante tiempo, esto es lo mejor para las tres.

- No es necesario que hagas esto - se encogió de hombros, pero aun así sabía que estaba contenta de recibir a Hakari - pero gracias - me regaló una amplia y dulce sonrisa, que también llegó a mi corazón.

- Ni lo menciones - respondí restándole importancia, si seguía dándole demasiada importancia a ese asunto acabaría llorando  -Cambiando de tema - Hablé aclarando mi garganta - ¿Dónde estamos y dónde están los demás? - interrogue con curiosidad ya que aun me encontraba bastante confundida.

- Estamos en la isla Ember - respondió casi en el mismo tono que yo había usado .Ya veo, a Ozai jamás se le ocurriría buscarnos en su propia casa, era un sujeto bastante tonto para este tipo de cosas - y respecto a los chicos, fueron a ver una obra de teatro acerca de ellos mismos - dijo dejando escapar una pequeña risita

Luego de esa pequeña conversación fuimos hasta la playa para pasar el rato y esperar a que el resto del equipo regresara, nos acomodamos bajo un gran árbol para poder contemplar las olas. No había hablado con ningún miembro del equipo, excepto Toph, desde que bajé de Appa ayer por la tarde. Probablemente tendría que aclarar las cosas con Zuko y Katara, eso sin contar que debo de recordarle a Aang que el cometa está a unos dos o tres días de distancia a la tierra, me parece que será necesario hacerlo rememorar sobre nuestro pequeño trato. Esto es muy aburrido pensé al recostarme en la arena.

- ¿Crees que sobrevivamos al cometa y a la nación del fuego? - la preocupada voz de Toph me sacó de mis pensamientos por segunda vez en lo que va del día, al parecer últimamente estoy algo ida .

- Con algo de suerte todo estará bien - traté de sonar optimista, no quería decirle que mi verdadera preocupación en todo este asunto era que Vaatu se aferrara al cuerpo del señor del fuego y comenzara a guiar la guerra, eso acabaría por romper el equilibrio dejando el mundo regado se sangre sin sentido, obligándome a tomar el camino de mi plan original - Si Aang logra asesinar a Ozai todo mejorará rápidamente - desearía tener la confianza con la que dije esa frase, lástima.