Taoísta y zorrito 10

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La voz de Su Tang era bastante fuerte, lo que provocó que la gente en el salón principal se sorprendiera un poco. Inclinaron la cabeza hacia un lado y se acercaron para ver la causa de la conmoción.

El primero en reaccionar fue Ling Si. Acarició ligeramente la cabeza de Su Tang y lo abrazó más profundamente. Luego sonrió a Sun Rouwan y le dijo: “Te he causado problemas. Me quedaré en la misma habitación que él".

Su voz era suave y gentil, con un claro toque de satisfacción en su tono cuando hablaba y la pequeña sirvienta que estaba a un lado no pudo evitar sonrojarse. Primero miró a Su Tang y luego a Ling Si y parecía que había descubierto algo. Aunque abrumada por la vergüenza, volvió a mirarlos en secreto.

Resulta que estas dos personas eran pareja, ah, pero no fue sorprendente. El principito justo y claro era tan hermoso después de todo. Quien lo vea, se encariñará con él, y cuando hablaba era muy adorable y tierno. En cuanto al sacerdote taoísta, una mirada y era evidente que era de los que le gustaba mimar y consentir.

En total, estaban muy bien emparejados, ah. La pequeña sirvienta no pudo evitar mirarlos unas cuantas veces más.

Al ser visto, Su Tang también se sentía un poco avergonzado, pero no retrocedió. Abrazó directamente a Ling Si, luciendo como un gatito protegiendo su comida y aunque no lo gritó, prácticamente estaba diciendo: Ling Si es mío, no puedes arrebatármelo.

Al ver a Su Tang actuando así, el corazón de Ling Si latió con fuerza.

Este pequeño zorro, ¿cómo era tan adorable?

"Entonces, tendrán una habitación preparada de inmediato". Sun Rouwan mantuvo la calma a pesar de los giros inesperados del evento. Ella simplemente sonrió y permitió que la pequeña sirvienta se retirara primero.

"He molestado a la señorita Sun", dijo Ling Si.

"Eres demasiado educado", dijo Sun Rouwan y miró a Ling Si simplemente sentado allí, bebiendo té. Aparte de barrer ligeramente sus ojos sobre la multitud, no hubo otro movimiento.

Reflexionó profundamente por un momento cuando se dio cuenta repentinamente e inmediatamente distribuyó varias tareas a los sirvientes restantes, enviándolos a todos lejos.

Ahora solo quedaban tres personas en el salón principal.

Solo entonces Ling Si se levantó e hizo que Sun Rouwan y Su Tang fueran a buscar un lugar seguro para pararse. Luego, sacando algunos talismanes de papel de su paquete, los pegó en las cuatro esquinas del pasillo. Después de eso, inmediatamente movió su brazo, haciendo que varias monedas de cobre con hilos rojos ensartados en el medio salieran volando. Entonces apareció una luz extraña desde el interior de las tenues llamas de las velas.

Comenzó a recitar en voz alta un mantra y provocó que las monedas de cobre golpearan los talismanes de papel en la pared. Con las monedas presionando con fuerza, los hilos rojos al final también comenzaron a revolotear. El mantra hablado se hizo más rápido y una luz blanca se iluminó gradualmente dentro del pasillo. A medida que se volvía cada vez más brillante, también era anormalmente deslumbrante.

"¡Aparece!" Ling Si ordenó y todos los hilos rojos, como si escucharan la orden, se entrelazaron rápidamente para formar una red roja en el centro de la sala. Agitando su mano derecha, Ling Si envió una pequeña arma mágica tipo linterna de loto que aterrizó irrevocablemente en el medio de la red.

Los pétalos de la linterna de loto se desplegaron de repente y las llamas de las velas se encendieron espontáneamente. Las puertas del salón principal obviamente estaban bien cerradas, pero un repentino viento frío atacó, haciendo que las llamas de las velas se balancearan. Ling Si chasqueó los dedos y todas las demás luces dentro del salón se apagaron, dejando solo los brillantes rayos de la linterna de loto para derramarse.

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