Paquete adorable

Pequeño vampiro 15

En realidad, no se sentía tan bien que los tres fueran juntos al centro comercial, especialmente porque no se conocían muy bien. La atmósfera se sentía un poco incómoda, por lo que terminaron gravitando hacia áreas más pobladas donde cada uno de ellos podía comprar sus propias cosas y sentirse menos incómodo con todo el asunto.

La principal motivación de Shen Lan para asistir al baile de máscaras fue capturar al Príncipe Ravel. Así que solo compró algunas máscaras simples. No era tan realista para él ponerse también una cara completa de maquillaje.

Pero Su Tang era diferente. Estaba emocionado por todo lo que vio. Parecía que había de todo en los estantes: tocados fantasmales, capas y escobas de brujas, e incluso colmillos de vampiros y orejas de gato. Todos ellos fueron hechos de manera bastante exquisita, casi realistas con sus detalles.

"Este es tan realista". Le dijo a Shen Lan ya que no pudo evitar ponerse las orejas de gato en la cabeza.

"Si." Shen Lan asintió y señaló la cola con una sonrisa. "Si agregaste esto también, realmente te verías como un gato".

Su Tang realmente no se había dado cuenta de lo que estaba pasando, así que se acercó para verlo mejor. "¿Cómo llevas esto? ¿Atarlo?"

"Ni idea." Shen Lan dijo descuidadamente, sacando su teléfono para señalar a Su Tang. "Mira aquí."

Su Tang lo miró fijamente por un momento antes de darse cuenta de que Shen Lan le había tomado una foto con orejas de gato. Se sonrojó, avergonzado, saltó más cerca de él y armó un escándalo. "¿Cómo pudiste hacer esto? Elimina esa imagen".

"¿Por qué habría de hacer eso? Mira lo lindo que es". En cuanto a la altura, Su Tang no era más alto que el hombro de Shen Lan. Cuando levantó la mano, no pudo quitar el teléfono en absoluto. Shen Lan lo miró con una sonrisa de satisfacción, estableciendo la imagen como su fondo de pantalla. "Buen chico. Es lindo. Me gusta cómo te queda".

Su Tang estaba preparado para hacer una rabieta. Cuando Shen Lan lo elogió, no pudo evitar sentirse un poco cálido por dentro. Pero todavía le preocupaba no poder ver la imagen, así que levantó la cabeza y preguntó: "¿En serio? Entonces muéstrame."

"Nop. Ésta es una imagen valiosa. Cobro si quieres verlo". Shen Lan se guardó el teléfono en el bolsillo.

Su Tang lo fulminó con la mirada, extendiendo la mano hacia su bolsillo. Pero Shen Lan le agarró la mano. Quería apartar la mano, pero estaba atascado y no podía salir.

"Es mi foto", protestó Su Tang.

"Tienes razón." Shen Lan asintió, pareciendo pensar por un momento. "¿Eso significa que también lo estás cobrando?"

Su Tang no sabía a qué se refería. Se sentía como un conejo perseguido: rodeado de trampas, condenado a quedar atrapado en un rincón y devorado.

Pero no podía pensar en todo eso ahora mismo. Realmente no estaba atrapado después de todo. Así que asintió cordialmente. "Sí. ¡Yo también cobro por ello!"

La expresión de Shen Lan pareció un poco conflictiva por un momento. Su mano buscó a tientas en su bolsillo, todavía agarrando la de Su Tang, y no encontró nada. "No tengo dinero. ¿Entonces qué quieres?"

"¿Qué tal si pago con mi cuerpo?"

La cara de Su Tang ardió. "¡Pervertido!" Lo golpeó con la mano libre. Shen Lan no esquivó el golpe, en su lugar se rió de él sin soltar su mano, como si demostrara que Su Tang estaba justificado en sus acciones. "Bien entonces. ¿Quieres eso?"

Su Tang bajó la cabeza y no respondió. Comenzó a caminar en otra dirección. Fue solo unos pasos después cuando volvió a hablar. "Mañana hay algo importante que hacer, necesito descansar".