Paquete adorable

Taoísta y zorrito 16

Las almas de los demonios vagaban por la Torre de Supresión del Diablo mientras el viento frío soplaba intermitentemente, haciendo que la atmósfera adquiriera una capa de ambigüedad. Unas pequeñas linternas que se balanceaban suavemente con el viento todavía llevaban luz y, aunque no eran ni brillantes ni deslumbrantes, eran lo suficientemente cálidas como para disipar la neblina que rodeaba sus corazones.

Mirando a Su Tang, los ojos de Ling Si eran cálidos y brillantes. Al igual que la forma en que Su Tang llenó su corazón, sus ojos se llenaron con la imagen del otro.

"Bebé, ¿está bien?" preguntó.

La nariz de Su Tang estaba amarga y rápidamente se cubrió la cara con las manos, temiendo que la otra persona viera su vergonzosa apariencia. Quería hablar, pero sintió que sus palabras serían demasiado atrevidas y desenfrenadas. Pero odiando que aún no hubiera dado una respuesta, finalmente asintió con la cabeza e hizo un pequeño sonido de acuerdo.

Después de haber hecho eso, comenzó a sentirse algo ansioso. Dividiendo su dedo en rendijas, se asomó en secreto a través de las rendijas para mirar a la otra persona y vio que Ling Si se estaba riendo. Era diferente al pasado y era más bien como una brisa primaveral que había obtenido su deseo. Era raro para él reír así y Su Tang asumió que se sentía muy feliz en este momento, probablemente igual a lo feliz que él mismo se sentía.

Capturando sus manos, Ling Si lo llevó a mirar hacia el frente del túmulo funerario gris azulado. Cuando las dos personas se arrodillaron juntas, se inclinaron ante el cielo y la tierra, se inclinaron ante los padres y, finalmente, se volvieron para enfrentarse entre sí y hacer reverencias. Aferrándose firmemente a las manos del otro, era como si nunca quisieran separarse.

Un rayo de luz salió de la lápida gris azulado y atravesó la parte superior de la cabeza de las dos personas. Era como si los ancianos los estuvieran acariciando suavemente. Cuando el viento se detuvo y la niebla también se hizo más tenue, la corriente de luz flotante se dirigió hacia los cielos y se transformó en muchas estrellas brillantes, bendiciendo y protegiendo eternamente a su hijo.

Su Tang miró hacia arriba, su rostro ya estaba rojo y ardiendo. Con sus manos agarradas con fuerza en las palmas de Ling Si, la otra persona se llevó una a la esquina de sus labios y la besó suavemente. Su Tang aparentemente se sorprendió y cuando parpadeó, sus pestañas curvas cayeron hacia abajo.

El corazón de Ling Si de repente comenzó a latir muy rápido y no podía esperar para regresar. Quería dar ese paso adelante para acercarse aún más y amar adecuadamente a su precioso bebé.

A veces, las personas no pueden controlarse a sí mismas, ya que estas llamadas emociones son difíciles de reprimir. Mientras Ling Si miraba profundamente a Su Tang, esas cosas racionales que habían estado en su mente se habían olvidado durante mucho tiempo y solo podía extender la mano para levantar a su amado bebé. Evitando el monte funerario de color negro verdoso y la alta Torre, se colocó al lado de un pilar de piedra donde la tumba de hoja perenne cubría sus espaldas a la vista.

Aunque Su Tang dio un grito de sorpresa, es posible que su corazón ya haya adivinado algo, por lo que no alejó a la otra persona. Incluso su rostro se había puesto un poco rojo. Debido a que había llorado antes, sus ojos aún estaban impregnados de una capa de niebla acuosa que lo obligó a parpadear. Así, miró a la otra persona, luciendo inocente y tímido. No tenía el encanto maduro de un demonio zorro, pero esto fue suficiente para cambiar el estado mental de Ling Si al revés.

"No tengas miedo, solo besame". Engatusándolo, Ling Si se acercó y comenzó a besarlo lentamente.

Su Tang inmediatamente se volvió tímido como un pequeño zorro y rápidamente cerró los ojos, sin siquiera atreverse a mirar. Un pilar de piedra fría a su espalda y un cálido abrazo al frente, no quiso pensar en absoluto y lo recibió directamente.