Capítulo 21

4.6K 337 80
                                    

- ¿Estuviste en la habitación donde baile? - le miro su cara se vuelve en confusión.

- ¿Qué? ¿Dónde? - paso mi mano por mi pelo.

- Nada déjalo - ya por su confusión me dejó claro que fue mi imaginación.

- Mañana vendrá unas maquilladoras quiero que descanses bien será un día importante para mi - sobre eso no se porque pero estaba nerviosa.

- Lo que tu digas señor - veo que se acerca de a poco.

- ¿Qué as dicho? - pasa su lengua por sus labios me quedo mirando en ese sitió.

- Señor - me atrevo a volver a repetirlo.

- Esa palabra saliendo de esos labios no sabes lo que causan en mí - nos miramos por unos segundos sin articular ni una sola palabra.

- Descansa bella durmiente - justo pensaba que me iba a besar y abandona el pasillo dejándome embelesada.

Vuelvo a mi habitación no tengo hambre así que no cenare me asomo al pequeño balcón desde arriba veo la fuente y sobre todo los seguratas con armas para arriba y abajo vigilando y pendientes de cada movimiento, suelto un suspiro espero que no todo mi vida sea estar encerrada porque eso no sería vida si no como una prisión.

Llaman a la puerta digo un adelante Rodrigo se asoma por ella.

- Hola perdón si te molesto - le hago un gesto con la mano para quitarle importancia.

- Lo siento por la discusión que tuviste por culpa mía - salgo del balcón entrando en la habitación.

- No seas bobo no a sido tu culpa - en realidad pensaba eso no es culpa de ninguno de los dos.

- A veces el señor es duro y dice cosas que no quiere - asiento dándole la razón.

- ¿Tenéis algo vosotros? - vale, esa pregunta no me la esperaba.

- ¿Qué? No - digo lo más rápido posible.

- Esta bien - sonríe y la verdad para que mentir su sonrisa era hermosa.

- Sabes hay algo que me atrae de ti - se sienta en el pico de la cama.

- ¿A sí? - no estaba acostumbrada para nada a conversaciones así de raras.

- Eres diferente a todas - me siento a su lado.

- Valla gracias por el alago - sonrió.

Se gira para verme mejor, nos quedamos mirándonos poco a poco se va acercando y no se porque no me apartó, una de su mano acaba en mi mejilla acariciándola con su pulgar.

- Eres tremendamente preciosa - nuestros labios se rozan y no hago asco a ese tacto.

Nos besamos, al principio es un beso fogoso el es el que lleva el ritmo muerde mi labio se pega más a mi y terminó tumbada en la cama seguimos sin separarnos comiéndonos las bocas pide paso su lengua y hay es cuando me doy cuenta que esto está mal.

- Para, esto no está bien - me levanto empujándolo suave.

- ¿Qué? ¿Te pasa algo? - niego saliendo de la cama.

- Lo siento esto no está bien yo... - no sabía que decirlo así que como una cobarde que soy salgo dejándole solo.

- ¡PERO QUE COJONES HAS HECHO! - me grito yo misma.

Necesito salir que me de el aire aunque sea solo eso estas encerrada me esta afectando de verdad.

- Señorita no puede salir afuera - me paro un chico con su arma agarrándola.

- Necesito salir - no dice nada con su silencio me confirma que sigo sin poder salir.

- Por favor necesito que me de el aire - niega.

- Lo siento señorita pero son órdenes de el señor - apretó mis puños.

- ¡ESTOY ARTA DE EL SEÑOR ME DA IGUAL SUS ÓRDENES - le grito.

Intento pasar por su lado pero el es rápido y me coge para volverme a meter adentro yo hago fuerza para salir me alza y comienzo a pegarle patadas y a gritar frustrada.

- SUELTAME ESTÚPIDO - le grito para que me bajase pero no hace caso.

- QUE PASA AQUÍ - un Lucifer muy cabreado aparece bajando las escaleras.

- Señor - me baja por fin.

- Quería salir - vuelve a hablar.

Me mira cabreado su mirada es intimidante lleva el pelo mojado y los labios hinchados.

- Sabes que no puedes salir afuera - me dice con esa voz tan ronca.

- Necesito que me de el aire - rueda los ojos.

- Me tienes que pedir permiso - me ordena directamente.

- Estoy harta de que tenga que pedirte y no poder salir afuera cuando no me va a pasar nada - le alzó la voz.

- No me retes Ainoha - me acusa con su dedo.

- Te reto si quiero - me acercó a el desafiándolo.

Aprieta el ceño y sin verlo me carga pego un pequeño grito, comienza a andar dirección a las escaleras.

- LUCIFER BAJAME AHORA MISMO - le grito pegando golpes en su espalda.

- Hoy superaste mi paciencia Ainoha - suelta una risa después de decírmelo.

- BAJAME AHORA MISMO

- Has sido una chica muy mala - recibo un azote de su parte haciendo que abra la boca sorprendida.

- Me acabas de azotar - le digo.

- Si supieras todas las cosas que quiero hacerte - esas palabras consiguen ponerme.

Miro alrededor se dirige a un pasillo que ni yo e visto saca de su bolsillo del pantalón de chándal una llave.

- ¿Qué haces? ¿Dónde me llevas? - empiezo a ponerme más nerviosa.

- A las chicas malas se la castigan - entra conmigo, estamos totalmente a oscuras me baja.

Una luz aparece en toda la gran habitación mil cosas aparecen en mi campo de visión una cama redonda y roja se encuentra a nuestro lado, unos armarios que pegan con el color de la pared, empiezo a caminar observando todo con detenimiento.

- ¿Donde me as traído? - le preguntó abriendo un cajón encontrándome con cintas de cada color.

- A mi lugar favorito - le miro y una sonrisa perversa aparece en sus labios trago duro.

- Ven - me tiende su mano pero yo dudo unos segundos en aceptarla pero al final acabo aceptándola.

Me acercó a el cogiendo su mano me acerca a la cama, pasa su mano por mi cuello apartando mi pelo.

- Lucifer... - consigo decir entre jadeos por su cercanía.

- Shhh cierra los ojos - le hago caso y los cierro.

Siento su aliento mentolado en la comisura de mi boca consiguiendo escalofríos en mi cuerpo, pasa su mano acariciando mi cuello con su mano hasta mi mano toca mi labio con su dedo gordo me alzó para adelante para sentirle más el pilla mi intención cuando ataca mis labios y es como si me derritiese en este mismo sitió.

Gracias por votar 😘

Prostituta Por ObligaciónWhere stories live. Discover now