Capítulo 32

4.1K 268 23
                                    

- ¡DESPIERTA AINOHA! - la voz de Lucifer grita, pero ya no la escucho en mis sueños.

Abro los ojos de golpe, una luz pega en mi cara aparece Lucifer acariciando mi mejilla, me levanto como puedo tocando mi cuello quejándome, Amelia aparece a mi lado con una sonrisa débil.

- ¿Qué me paso? - pregunto porque no entendía nada.

- Te inyectaron algo haciendo que perdieses la conciencia, has estado un día y medio inconsciente Ainhoa – explica Lucifer.

- Pero tu dijiste que me matasen – agacha su cabeza arroscándose su nunca para después volver a mirarme.

- Era una estrategia Ainhoa nunca dejaría que te hiciesen nada – llaman a la puerta entra un chico creo que el mejor amigo de Lucifer.

- Lucifer ya está todo preparado para ir a por ellas – asiente Lucifer, para después levantarse de la silla.

- Tu y yo tenemos una conversación pendiente, pero tendrá que esperar, voy a por tus amigas hoy mismo la sacaremos de ese cuchitril, mientras tanto come algo y descansa cuando vuelva te explicare todo mejor – siento la mano de Amelia como la junta con la mía.

- Déjame ir contigo – le suplico.

- De eso nada tú te quedas aquí no pienso poner tu vida en peligro Ainhoa esto terminara pronto te lo prometo y no tendrás que esconderte del jefe – sale lo más rápido posible de la habitación dejándonos a solas.

- ¿Cómo he podido estar tanto tiempo inconsciente? - la pregunto a Amelia.

- Cariño no lo sé, el medico analizaran lo que te pincharon Lucifer no se ha separado de ti en ningún minuto, menos mal que todo salió bien – me acuerdo de Rodrigo y Mario.

- ¿Qué paso con Rodrigo? ¿Y Mario? - Amelia agacha la cabeza mirando el suelo.

- Mama – la llamo para que me dijera.

- No lo sabemos Ainhoa, escaparon, pero Rodrigo recibió un tiro – no puede ser que haiga escapado.

- ¿Y qué hacemos? Están afuera podrían volver – Amelia niega.

- Estamos en otra parte, Lucifer piensa que tuvieron que volver al club por eso no quiere dejar pasar más tiempo atacar y sacar a las chicas de allí – esto es demasiado, mucha información.

- No puedo quedarme con los brazos cruzados sabiendo que fue Lucifer allí y podría pasarle algo – me levanto de la cama en la que estoy.

- Ainhoa él se sabe cuidar más de lo que tú te crees, solo nos queda esperar – me miro al espejo al ver un moratón en mi cuello por el pinchazo.

- Por un momento pensé que era un sueño lo que había pasado – Amelia se levanta de la cama.

- ¿Un sueño? ¿Por qué? - niego intentando olvidar por el momento el sueño que tuve con Lucifer.

- Nada, solo pensé eso tuvo que ser por el pinchazo – miento.

- Necesitas comer algo, baja conmigo a la cocina y te preparo algo – como no pude darme cuenta que Rodrigo era hermano de Mario, él nunca me dijo que tenía un hermano, y no me puedo creer que me besara con Rodrigo cuando quería entregarme a el jefe.

Fui a la cocina con Amelia, era de día me asome por la ventana viendo un patio, pero era mucho más pequeño que el otro, suspiro cuando dejare de huir, siempre va a ser así mi vida huyendo con miedo y sin poder ser feliz y salir a los sitios algún día.

A veces pienso que hubiera sido si mis padres no me hubieran abandonado en la puerta del club, como sería mi vida, no hubiera conocido nunca a Amelia, pero sería feliz yendo a un instituto o a la universidad, Amelia con lo que ganaba cuando era pequeña me consiguió un profesor que me daba clases todos los días hasta que cumplí la mayoría de edad hay todo cambio me obligo el jefe a trabajar para él y si no lo hacía me amenazaba con matar a Amelia.

- En qué piensas cariño - Amelia acaricia mi espalda para después apartar mi pelo.

- En cómo sería mi vida si mis padres no me hubieran abandonado – su rostro cambia a una triste.

- Cariño no sabes cuánto lo siento que no tengas una vida normal yo intenté criarte lo mejor que pude

- Lo se mama, pero a veces me lo pregunto y como serian mis padres, si siguen vivos – esas preguntas siempre me las hacía, si los conociese no los juzgaría primero los diría porque lo hicieron.

- Lucifer tiene ganado el cielo por sacarnos de allí, sabes que me puedes contar lo que tengas con el – rápido me doy la vuelta mirándola.

- ¿Qué? ¿A qué te refieres?

- Ainhoa soy vieja ya pero no boba sé que os traéis algo, ¿Estas enamorada de, el?

- No, ósea digo algo hay no es el que, pero enamorada es una palabra grande – Amelia sonríe.

- Te gusta y se te nota en la cara cariño, si quieres tener algo con el dile las cosas

- No es tan fácil mama el cuándo quiere es frio y no le van esas cosas

- Nunca se sabe, puedes ser así porque la vida le hizo así, pero puede llegar alguien a su vida que le cambie – agradezco sus palabras y consejos porque me ayudan, aunque no parezca.

- Toma come algo – me tiende un plato en la mesa.

- Gracias

- A ti cariño, me voy a recoger luego nos vemos – se despide yo sin embargo como sola mirando hacia la ventana.

Cuando termino me voy a ver la casa que es mucho más pequeña, entro a una habitación encontrándome con una mesa y papeles, estaba claro que era la oficina de Lucifer, ¿Cuántas casas tendrá?

Paso mi mano por la estantería y luego por la mesa, esta todo bien colocado y ordenado, me quedo mirando a una carpeta roja que hay, de repente me entra mucha curiosidad por saber lo que tiene, si la abro y reviso puedo meterme en un lio porque podría descubrir Lucifer que lo mire.

¿Debería de abrirlo?

¿Y si me pilla?

Toco la carpeta indecisa de que hacer, son sus cosas no debería de cotillear, pero la curiosidad me está matando.

Al final acabo abriéndola encontrándome con un montón de folios, me sorprendo a ver mi nombre con unas fotos mías del club.

¿Qué es esto?

¿Por qué tenía fotos mías en el club?

Reviso bien lo que pone, me pongo la mano en mi boca al ver los nombres de quien serian mis padres de verdad.

¿Cómo puede tener el esta información?

Abro más la carpeta encontrándome fotos de una mujer que se parece mucho a mí, comienzo a pasar los folios y sigue apareciendo fotos de aquella mujer en sitios.

Lucifer me tendrá que dar una explicación de esta carpeta, ¡El, sabia quien son mis padres y no me lo dijo!

Prostituta Por ObligaciónWhere stories live. Discover now