Capítulo 26

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- Ella no va ir a ningún lado y menos contigo – le mira con un dedo acusatorio.

Mierda creo que estoy en problemas

- Lucifer – habla el chico sujetando bien su copa con una expresión seria.

- Lucifer solo estábamos hablando – le digo intentando tocarle su brazo, pero rápido se aparta para no sentir el contacto, nunca se deja tocar.

- Estoy hablando con el – su voz es seria y fría me toco el pelo nerviosa, vale hasta esto no quería llegar presiento que algo malo va a suceder en cualquier momento.

- Lucifer tranquilo tío solo la estaba proponiendo lo que ella verdaderamente quiere – estaba entre medias de una situación bastante incomoda.

- Tú no tienes ni puta idea de lo que quiere ella o no – le miro con intención de que me mirase, pero como si no existiera ahora mismo.

- ¿Y tú sí? - da dos pasos para quedar más cerca de él.

- Si – lo dice sin tan solo dejar pasar un segundo más.

Una risa ronca sale de la garganta del aquel chico que hace un pequeño rato estábamos hablando animadamente, pero no es una risa normal más bien malévola, miro a Lucifer que en sus ojos cambian a un color negro aprieta la mandíbula y en menos de un segundo, pasa todo muy rápido, le propina un puñetazo en la cara consiguiendo que el otro se tambalee y se agarre a un árbol que tiene detrás.

- ¡Lucifer no! - le grito cuando le vuelve a golpear.

- ¡Por dios para! - vuelvo a gritarle agarrándole de su chaqueta de traje, pero es imposible moverle él es mucho más fuerte.

El chico no pierde el tiempo tampoco y le empuja para quitárselo de encima y poder golpearlo, lo acaba consiguiendo, pero al parecer para Lucifer es como si no le hubiera golpeado porque le pega en la nariz escuchando un crujido.

Me quito los tacones rápido y me tiro a la espalda de Lucifer tirando de sus hombros acabo cayendo de culo, golpeo el suelo con mi puño al sentir que no estoy consiguiendo parar esto.

Empiezan moviéndose por el gran jardín golpeándose de todas las maneras posibles.

- ¡LUCIFERRR! - grito haciéndome daño en la garganta.

Se separan un momento depositando sus miradas en mí, mi pecho sube y baja rápido por el esfuerzo que tuve que hacer, gracias a mi grito conseguí llamar a las personas más cercanas que había una de ellas es el hermano de Lucifer que se acerca a nosotros corriendo.

- ¡Qué está pasando! - se pone en medio de los dos.

- Apártate le voy a partir la cara – su respiración es rápida por la rabia.

- Mírame hermano tranquilízate – intenta calmarle poniéndole una mano es su hombro la aparta rápido.

- No te lo vuelvo a repetir apártate – me acerco un poco más para tocarle la espalda, aunque sepa que no le gusta el contacto físico.

Empuja a su hermano tan fuerte que le tira al suelo, voy en su dirección para ayudarle a levantarle.

- ¿Te hiciste daño? - le pregunto el niega rápido.

Cuando me voy a poner en medio para que parasen recibo un golpe del otro chico que es tan fuerte que acabo cayendo de lado al suelo llevándome rápido la mano a mis labios al notar el sabor de la sangre.

- ¡Ainhoa! - el grito de Lucifer me retumba en la cabeza tan fuerte que siento pinchazos y veo todo a mi alrededor un poco borroso.

- Lo siento, lo siento – se agacha a mi lado cogiéndome de la cara para ver mi herida de mi labio.

- Tranquilo no ha sido tu culpa – intento levantarme, pero solo consigo tambalearme agarrándome al brazo de Lucifer, pero rápido desaparece de mi lado y veo que le propina un puñetazo y le grita.

- ¡HIJO DE PUTA! - un golpe seco suena cuando el chico que me golpeo sin querer estoy segura cae al suelo quejándose de dolor.

Lucifer se sienta sobre él y le pega un puñetazo uno tras otro, más gente aparece y su hermano y otros dos le separan arrastrándole.

- ¡Para ya le vas a matar se lo que sientes, pero a si no se soluciona las cosas! - Lucifer se zafa de los golpes cuando quiere ir de nuevo a por el otro ya no esta se lo han llevado.

- Ainhoa - la mujer del hermano de Lucifer viene corriendo y se agacha para ayudarme a levantarme.

- Gracias de verdad - la intento sonreír, sale una mueca al sentir la punzada de dolor que siento en mi labio y en mi mejilla.

- No es nada, ¿Estas bien? - le digo que si con la cabeza todavía siento cierto mareo.

Consigo entrar de nuevo en la mansión me ayuda a sentarme en uno de los sofás lejos de la pista de baile echo la cabeza para tras intentando calmarme.

- Voy a traer un poco de hielo se te está hinchando un poco – muestra una mueca para después desaparecer corriendo.

No pasan dos minutos cuando está de vuelta con una bolsa con hielo, escucho gritos al fondo de Lucifer discutiendo con su hermano, pero no consigo escuchar bien lo que dicen.

Me toco la cabeza quejándome de dolor y con la otra mano sujeto la bolsa de hielo apoyándola en mi mejilla que hasta yo noto que esta hinchada.

- Son unos brutos – asiento porque no puedo hablar.

El sofá a mi lado libre noto como se hunde me alza la barbilla colocando mi mano sobre la mano que me toco quejándome, me encuentro con los ojos de Lucifer y un gesto de preocupación.

- ¿Te duele? Lo siento de verdad – acaricia mi mejilla que no está herida consiguiendo que vuelva a sentir esas cosquillas en mi estómago.

- No fue tu culpa ni tampoco la de él, me dio sin querer – esta cabreado su facción dura lo muestra.

- Va a pagar por esto – niego y me pego más a él.

- No te metas en líos por mi Lucifer solo estábamos hablando – me mira como si estuviera loca.

- Quería quedar contigo Ainhoa no lo entiendes – intenta no levantar la voz.

- Para tomar un café - niega y toca con sus dedos la punta de su nariz suspirando.

- No lo entiendes eres tan ingenua para este mundo de fuera – esas palabras hacen que me cabré un poco.

- Se cuidarme

- ¡NO! - grita

- No lo entiendes si te pasase algo yo no sé qué haría Ainhoa ahgg es tan difícil todo esto - se levanta alzando los brazos y que su chaqueta de traje se abra mostrando su camisa blanca.

- No lo entiendes tu – me levanto soltando el hielo en la mesa.

- ¡Eres igual de terca! - grita indignado.

- No entiendo porque tanta preocupación

- ¡PORQUE ME IMPORTAS!

Prostituta Por ObligaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora