Capítulo 22

5K 321 14
                                    

Después de ese beso tan apasionado que era lento pero a la vez con ganas de comernos siento como se aparta voy a abrir los ojos pero el me vuelve a detener obligándome a cerrarlos.

Escucho como da unos pasos y por el sonido que escucho se que a abierto el cajón del armario que había estado hurgando, el cajón vuelve a escucharse pero esta vez cerrarse y a los pocos segundos estaba Lucifer de nuevo a mi lado.

Noto algo suave y frío sobre mis ojos al instante se que es una cinta hace un nudo por detrás de mi cabeza con mucho cuidado, no se como acabamos así ni lo que pasará pero mi cuerpo no se mueve ni un músculo como si no quisiera en parte eso me causa rabia al saber que mi cuerpo es débil cuando es de su presencia.

Mi camiseta blanca desaparece de mi cuerpo cuando Lucifer tira de ella rompiendo los botones consiguiendo un jadeo de mi parte por la sorpresa ya que no me lo esperaba.

- Lucifer yo… - su lengua pasa por mi lóbulo cuando me pega más a el.

- No puedo aguantar más las ganas que te tengo tigresa – su voz se escucha más sexy y más al escuchar mi apodo salir de sus carnosos labios.

- ¿Eres una chica mala? – vuelve a hablar al no escuchar respuesta de mi parte sube mi falda apretando mis nalgas con sus manos, para nada sentía ya dolor las tenía mucho mejor.

- No… - le contestó cerca de sus labios al sentirlos de nuevo.

- Ya veo, que si me desobedeces cuando te viene en gana – sonrió.

- No lo puedo evitar – aprieto mi tripa cuando siento sus dedos pasar por hay.

Una nalgada siento para después caer en la cama, el estar tapada con la tela es una sensación rara pero excitante a la vez esto es nuevo para mi.

Lucifer se coloca encima mía sin plantar todo el peso de su cuerpo comienza besando mi tripa consiguiendo que por el cosquilleo arquee la espalda y me retuerza, cuando siento sus manos sobre la parte de arriba de mi falda levanto mi cuello dejando más espacio ese movimiento el la aprovecha para devorarlo entre abro los labios por el cosquilleo y la electricidad que comienzo a sentir.

- Voy a besar cada parte de tu cuerpo para borrar cada recuerdo malo – eso llega a lo más dentro de mi recordando momentos malos y que se me escape una lágrima sin poder evitarlo.

- Hazlo… - le digo sale más como una suplica.

Besa mi clavícula va bajando despacio cuando llega a mi falda me la quita desabrochándola con delicadeza y despacio cuando me besa por encima de la tela del tanga muevo mi mano hacia su pelo el me la quita, baja a mis muslos acariciándolos dejando pequeños besos me esta volviendo loca muriéndome con ganas de más.

Sus labios carnosos terminan en los míos nos besamos despacio sin prisa ninguna aprovecha que mi monte de venus esta tan mojado por el que coloca mi tanga a un lado en un movimiento rápido y mete un dedo.

- Dios… - digo sobre sus labios.

- Eso es tigresa gime para mi – adentra otro dedo más y comienza a moverlos intento mover mis manos para tocarle pero no me deja me las sujeta con delicadeza.

Los movimientos son cada vez más fuertes llevándome aún gran orgasmo tengo los ojos tapados pero puedo jurar que siento una sonrisa perversa sobre sus labios, cuando pienso que haremos algo más siento su cuerpo levantarse cuando siento un poco de frío.

- ¿Lucifer? – le llamó.

Me da la vuelta agarrando mis muñecas frunzo el ceño sin entender tengo mis rodillas apoyadas en el colchón y los brazos detrás de mi espalda cuando noto el ruido de unas esposas cerradas.

- ¿Qué… que haces? – escucho como me manda callar.

- Tranquila no te haré nada que te haga daño relájate y disfruta – paso mi lengua por mis labios a notarlo secos.

Un cosquilleo siento en mi espalda como si una pluma pasase haciéndome cosquillas, pone su mano en mi espalda para echarme para adelante quedando mis nalgas más arriba recibo una cachetada para después sentir su mano en mi barbilla subiendo mi cara me quita la venda dejándome ver de nuevo parpadeo para acostumbrarme a la luz rojiza que hay.

Miro a un lado viendo su torso desnudo escucho como se baja los pantalones y se coloca detrás de mi.

- Este será tu castigo tigresa – cuando pienso que va a meter su miembro dentro de mi no lo hace siento un aparato raro que suena mandando escalofríos por todo mi cuerpo.

Lo mete dentro de mi para nada pensaba que existían cosas así y te daban placer comienza a moverlo más rápido consiguiendo que llegue de nuevo al orgasmo con la respiración agitada, pero yo no quiero solo esto necesito sentirle dentro.

Me suelta las manos siento como baja de la cama y sube sus pantalones me doy la vuelta mirándole tiene una gran erección mete las esposas en su sitio y me mira de arriba abajo.

- Créeme que quiero follarte hasta que amanezca pero me faltaste al respeto y es tu castigo – hay es cuando me doy cuenta que mi castigo es dejarme con las ganas me visto lo más rápido que puedo cabreada y salgo de hay chocando mi cuerpo con el suyo.

¡PERO QUIEN COJONES SE CREE PARA DEJARME ASÍ!

Al entrar en mi habitación me voy a la ducha para intentar por lo menos despejarme y quitarme las ganas de follar.

Cuando e terminado por ducharme me pongo un pijama que tenía encima de la almohada y no se si es por el cansancio o porque término durmiéndome.

- Buenos días bella durmientee – escucho la voz de Amelia para después escuchar levantar la persiana haciendo que la luz de en mis ojos.

- Mamaa por dios déjame dormir – me quejo tapándome.

- Venga levanta tienes que desayunar que dentro de unas horas vendrán a maquillarte – abro los ojos de golpe al escucharla se me olvido por un momento la fiesta empresarial.

- Se me había olvidado – me levanto restregando mis ojos.

- Mamá me puedes conseguir ropa deportiva la que tenía la deje en el club – me acuerdo de mis amigas aunque no lo crean tengo que hablar con Lucifer sobre ellas, muchas hay están allí por las amenazas de el jefe y tenemos que hacer algo respecto a eso.

- Claro que si cariño hablare con Lucifer – levanto mi ceja pensaba que se había ido a la empresa al mirar que son las nueve de la mañana.

- ¿No ha ido a la empresa? – la pregunto dudosa.

- No, hoy trabajara desde casa esta en su despacho – asiento me término levantando.

- Hablare con el entonces después – me bajo con Amelia a la cocina en pijama sin importarme estar arreglada.

- Hola Ainoha – me saluda la chica que me dio la pastilla.

- Hola – la sonrió me deja el desayuno en la mesa.

Desayuno tranquilamente cuando término dejo los cubiertos la pido que me deje fregarlos aunque me dijese que no acabo ganando yo después de eso salgo encontrándome con mi guarda espaldas.

- Ten toma – me tiende una bolsa la revisó y veo que es ropa deportiva.

- ¿Cómo sabias? – le preguntó.

- Me mando el señor

Prostituta Por ObligaciónWhere stories live. Discover now