Capítulo 40

3.7K 258 7
                                    

Miro a Lucifer vestido normal si sus típicos trajes que se suele poner, me devuelven la sonrisa acercándose hacia mí.

-¿Esta, rico amor? - me derrito cuando me llama así.

-Mas rico estas tu – le miro con cara de pervertida, el comienza a reírse levantando una ceja al ver mi atrevimiento.

-Cuando termines vístete, te llevare donde están las chicas – asiento, se levanta para irse yo sin embargo apuro a comer tengo unas ganas de abrazarlas y verlas de nuevo.

Cinco minutos después termino, corro rápido subiendo las escaleras para asearme y poder vestirme lo antes posible cuando ya estoy casi lista llaman a la puerta me doy la vuelta con una sonrisa, pero desaparece rápido al ver a la chica esa.

-El señor le espera abajo – la miro mal, ella no se queda atrás.

-Gracias – la contesto agachándome para ponerme las zapatillas, agradezco que cuando voy a la puerta ella ya no esté.

Al bajar Lucifer está sentado en un sofá pequeño con el brazo en alto al verme rápido se levanta colgando la llamada en la que estaba.

-¿Lista? - asiento emocionada pensaba que este día no iba a llegar nunca.

Había hombres por todos lados con sus armas en alto preparados para disparar si era necesario, sentí la mano de Lucifer uniéndose con la mía, me pareció un gesto tan importante.

-Donde te dije – Lucifer se dirige al chofer cuando abre la puerta, montamos estoy disfrutando esto como si fuera una niña pequeña poder sentir el aire golpear en mi cara de nuevo y escuchar la naturaleza.

-¿Con quién hablabas? - le pregunto curiosa cuando el coche estaba ya en marcha.

-Mi mejor amigo, él ha estado cuidando de las chicas y que no las faltara de nada – se acerca dejándome un pequeño beso que me deja con ganas de más.

-Estoy nerviosa – le confieso restregando mis manos.

-Tranquila las cosas están mejorando podréis estar de nuevo juntas os veréis más de seguido – me pega más a el apoyo mi cabeza en su pecho sintiendo los latidos de su corazón que no hace mucho había dejado de latir.

Por casi me duermo en su pecho si no llega a ser de que el camino no era tan largo, abro la puerta corriendo dirección a la pequeña casa de madera que tenía ante mis ojos llamo a la puerta tan fuerte que juraría que si no la hubieran abierto rápido la hubiera tirado.

Grito como una loca al ver a mis amigas sobre un sofá color crema ellas se sorprenden, pero rápido gritan conmigo escuchando como comienzan a llorar por la emoción del momento de volver a vernos y poder abrazarnos.

-Mis niñas - grito sin poder evitarlo abrazándonos todas juntas.

-Que alegría verte Ainhoa - grita Carlota apartando sus lágrimas rápido.

-Os eche tanto de menos – las digo cuando nos separamos rompiendo el abrazo.

-Y nosotras a ti – habla Fátima.

-Cumpliste con lo que dijiste eso es lo importante – dice Yolanda.

-Yo siempre cumplo con la que digo – suelto un suspiro.

-Estoy tan feliz de verdad han pasado tantas cosas que tengo que contaros

-Nosotras lo pasemos mal Ainhoa estábamos muy preocupadas por ti fue un infierno estar en el club nos dejaban salir para hacer las compras, pero siempre íbamos acompañadas - Carlota dice bajando la mirada.

-Pero eso ya se acabó – las intento animar.

-Podréis empezar a hacer una vida

-Que va el jefe sigue afuera – niego.

-Libre lo que se dice libre no, está encerrado Lucifer y sus hombres lo cogieron – ellas hacen gesto de sorpresa, pero con unas sonrisas de alegrías.

-Lucifer, ese chico es como tu ángel guardián – Yolanda habla más bajo para que no la escuchasen los otros.

-Si no hubiese sido por el – sonrió mordiendome el labio.

-¿Y Amelia? - Fátima pregunta.

-En la casa la veréis pronto, ella está muy bien

-Sabes algo de Mario desde el club no sabemos nada de el – Yolanda pregunta preocupada si ella supiese, me tapo la cara sin saber cómo decírselo a ellas.

-¿Qué pasa Ainhoa? Paso algo que no sepamos –bufo asintiendo.

-Esta muerto – lo suelto lo más rápido posible.

-¿QUEEE? - gritan a la vez, hago un movimiento con mis manos para que bajasen la voz mirando en la dirección donde esta Lucifer y su amigo.

-Os tengo que contar muchas cosas, pero todo a su tiempo, no era tan bueno como os hacia ver a vosotras me traiciono, murió el mismo día que Lucifer fue a por vosotras además fue el quien lo mato recibió un disparo Lucifer por culpa de Mario – las chicas me miran expectantes como si les estuviera contando una película, pero por desgracia no lo era.

-Qué vida de mierda nos tocó vivir – suelta Carlota tras un tiempo de silencio.

-Olvidaros de esa vida, aunque cueste sois libres os lo aseguro que el jefe será ceniza dentro de poco lo juro porque yo mismo le matare – me levanto del sofá.

-Que cambio en ti, vi que le tienes aún más asco – Carlota hace el mismo movimiento que yo.

-Chicas ya se quien son mis padres – se quedan calladas dejándolas mudas.

-No entiendo a lo que te quieres referir – Yolanda coge mi mano.

-Él es mi padre, el jefe es el hijo de puta que me jodío mi vida desde un principio.

Sus mandíbulas un poco más y caen al piso de la gran impresión de mis palabras, necesitaba soltarlo luego las explicaría mejor para que lo entendiesen todo sé que vendrán muchas preguntas, pero quiero que esto termine del todo y partirle la cara a este cabrón, solo pido justicia por mi madre y por las victimas que fue dejando a lo largo de su camino, pero si hare justicia por mi mano.

-A veces la vida es tan puta que hace que pases por tanta mierda solo para hacerte más fuerte, pero esto ya es demasiado – escucho la voz de Fátima un poco rota.

-Se que todas tenéis ahora mismo un montón de preguntas en la cabeza, pero todo tiene su explicación solo os pido que no me saturéis este último tiempo eh pasado por muchas cosas – asienten juntas.

-Siempre tendrás nuestro apoyo Ainhoa y estaremos contigo para hacer justicia por todo el gran daño que nos hizo ese descarado – me da un abrazo Yolanda después de decirme eso.

No puedo pedir nada mejor en estos momentos, me volví a encontrar con mis amigas de toda la vida, con Lucifer nuestra relación que tenemos va a mejor, tenemos a el jefe encerrado y con Rodrigo está claro que nos haremos cargo ese tampoco se libra, ellos me hicieron convertirme tal como soy ahora con sed de venganza, después de que pase todo empezare una nueva vida y hacer borrón solo para poder seguir adelante con los que más quiero.

Prostituta Por ObligaciónWhere stories live. Discover now