Capítulo 21

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En mi cabeza, el presidente Snow tiene que aparecer delante de unas
columnas de mármol cargadas de banderas de tamaño excesivo

Resulta chocante verlo rodeado de los objetos normales de una habitación. Es como levantar la tapa de una olla y encontrar dentro una víbora en vez de un estofado

Si ha hecho un viaje tan largo sólo puede significar una cosa tengo
graves problemas y, si los tengo, también los tiene mi familia.

Noto un escalofrío al pensar en lo cerca que están mi madre y mis hermanas de estehombre que tanto me odia. Siempre me odiará, porque fui más lista que sus sádicos Juegos del Hambre, dejé al Capitolio por idiota

Lo único que yo pretendía era mantenernos vivos a Peeta y a mí.
Cualquier acto de rebelión fue pura coincidencia, pero, cuando el Capitolio decreta que sólo puede vivir un tributo y tú tienes la audacia de desafiar esa norma, supongo que eso en sí mismo se considera una rebelión

-Creo que esta situación será mucho más sencilla si acordamos no mentirnos -dice-.¿Te parece bien?

Creo que mi lengua se ha quedado helada y no podré hablar, así que me sorprende contestar en un tono firme

-Sí, creo que eso nos ahorrará tiempo

El presidente Snow sonríe y me fijo en sus labios por primera vez.

-A mis asesores les preocupaba que dieses problemas, pero no piensas
hacerlo, ¿verdad? -me pregunta

-No

-Eso es lo que yo les dijeles dije que una chica que se toma tantas molestias por conservar la vida no estaría interesada en perderla de la
manera más tonta. Además, les recordé que tenías que pensar en tu
familia tu madre, tus hermanas y todos esos... primos -Por la forma en que se detiene en la palabra primos, está claro que sabe que Gale y yo no
compartimos árbol genealógico

Bueno, ya están las cartas sobre la mesa.

-Sentémonos. -El presidente Snow se sienta detrás del enorme escritorio de madera pulida en el que Prim hace los deberes y mi madre sus cuentas.

Me siento frente al escritorio, en una de las sillas de respaldo recto de madera tallada. Está hecha para alguien más alto que yo, de modo que los pies no me llegan al suelo

-Tengo un problema, señorita Everdeen -me dice el presidente Snow - Un problema que empezó en el instante en que sacaste esas bayas
venenosas en la arena

Estaba hablando del momento en el que supuse que los Vigilantes de
los Juegos, obligados a decidir entre observar cómo Peeta y yo nos
suicidábamos o dejarnos vivir, elegirían la última opción

-Si el Vigilante Jefe, Seneca Crane, hubiese tenido algo de cerebro, les
habría reducido a polvo al instante Sin embargo, tenía una desafortunada vena sentimental, y aquí está ¿Sabes dónde está él?

Asiento porque, por la forma en que lo dice, no cabe duda de que lo han
ejecutado el olor a rosas y sangre se ha hecho más fuerte ahora que sólo
hay un escritorio entre nosotros.

El presidente lleva una rosa en la solapa, lo que al menos sugiere una explicación para el perfume a flores, pero debe de estar modificada genéticamente, porque ninguna rosa de verdad apesta de semejante manera. En cuanto a la sangre..., ni idea.

-Después de aquello no quedó más remedio que dejarlos representar su pequeña comedia y la verdad es que lo hiciste bien con la historia de la escolar loca de amor la gente del Capitolio se quedó bastante convencida por desgracia, en los distritos no todo el mundo se tragó tu actuación

Tributos Del Capitolio [Petta Mellark Y Tú ]Onde histórias criam vida. Descubra agora