Capítulo 33

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28 de octubre del 2019

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28 de octubre del 2019

Me he mantenido con tranquilizantes durante todos estos días tan difíciles. Los nervios y la paranoia están trabajando en equipo, no he logrado concentrarme para hacer todo mi trabajo, por lo que me ha tocado delegar tareas, cosa que no me tiene muy contenta.

Por fin termina el día y al salir de la oficina, ya casi nadie se encontraba por los pasillos de la empresa. Para colmo, estaba comenzando a caer un torrencial de agua. Tomo el paraguas que cargo encima por la época de lluvia que debe estar a punto de terminar y lo abro. Corro por el desolado estacionamiento. Me estremezco, todo el ambiente se presta para una historia de terror.

Me saco los tacones que están todos llenos de agua, por suerte no me doblé un pie caminando rápido o no me resbalé. Alcanzo las zapatillas bajas que tengo de repuesto en mi auto y las calzo en mis pies. Enciendo la calefacción justo luego de encender mi auto, masajeo un poco mi cuello que está algo tenso. Enciendo la radio como de costumbre, para espantar los malos pensamientos y llenar el tenso silencio que existe a mi alrededor.

Ha sido un día muy agotador, todas las noticias malas y además el arduo trabajo que tengo encima no me ayudó. Al mover mi auto volteo hacia los lados porque siento como si alguien me observara, es extraño ya que con esta lluvia dudo que alguien esté vigilándome, aunque con Megan todo se puede esperar.

Debido a la fuerte lluvia, coloco las luces intermitentes y cuando cruzo hacia la derecha para salir del estacionamiento, una figura se ilumina por los faros de mi auto. Un hombre con capucha negra se encuentra parado a un extremo de la calle, justo iba a pasar al otro lado cuando salí con mi auto.

Me espanto por la mirada fría y aterradora que me dedica. No me da buena espina, una ola fría hace que se me erice la piel y pise el acelerador para salir lo más rápido de ahí. El hombre no se me hace conocido, pero intuyo que era quien me estaba observando desde que salí hacia mi auto. Tengo los nervios de punta y ni la música me ayuda. Como puedo marco el número de Nicholas, pero por la lluvia, no me permite ubicarlo.

—¡Demonios! —paso una mano por mi cabello, mientras que la otra sujeta el volante. Me ordeno respirar ya que así no resolveré nada.

Conduzco el auto en una velocidad muy lenta, me da pánico conducir de noche y con lluvia. A los cuarenta minutos, cruzo en una calle cada vez más cerca de mi residencia. Miro a todos lados paranoica, a lo lejos noto que no hay ningún auto esperándome fuera del edificio así que respiro un poco aliviada.

La tranquilidad se va justo cuando noto que un auto a lo lejos, viene en mi dirección, lo reconozco porque lo había visto veinte minutos antes. El pánico crece dentro de mí. Acelero un poco y abro el protón inmediatamente para entrar al estacionamiento. Cuando detengo mi auto, quedo protegida, ya que no hay autos alrededor. Miro hacia la calle justo antes de que termine de cerrar el portón por completo. Mi instinto me impulsa a lanzarme a un lado al ver un arma salir de la ventana del auto que me siguió sin darme cuenta.

Amor entre Bodas © (#1) ✔️Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora