Camille Rotford es una importante organizadora de bodas, conocida en una pequeña ciudad de Australia. Sin importar el corto tiempo que a esta mujer le dan, crea las mas asombrosas bodas que podrán ver en sus vidas.
Lo mas irónico es, que Camille no...
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No era la primera vez que Oliver se manifiesta en mi vida, solo que la vez anterior todo fue más discreto mediante un correo electrónico. Simplemente lo ignoré, pero Karin notó que algo me sucedía, es por ello que conoce más del tema que cualquier otro que se relacione conmigo. Además, no me gusta hablar de personas de mi pasado.
—Lo odio, definitivamente lo odio —Karin camina de un lado a otro por mi oficina.
Todos han vuelto a su trabajo excepto Karin, Richard y Charles. Estos últimos escucharon mi historia trágica y ambos miran un punto específico de la oficina. Todos tienen cara de molestia y en específico, Richard tiene el ceño fruncido y Charles se encuentra nervioso.
No puedo creer que tuvo el descaro de enviar esto —ruedo mis ojos.
—Pretende que lo perdones con unas flores. No es capaz de darte la cara —continua Karin.
—Lamento no haber sido discreto —escucho decir a Charles.
—No importa, no sabías del tema. All Right.
—Es un desgraciado —Richard empuña sus manos.
—Lo sé, es por ello que me fui de casa —suspiro—. Ni así me dejan en paz. Quiere manipularme con mis padres.
—¿Qué harás? —Me mira directamente, Richard.
—Tirar esto a la basura e ignorarlo.
—Te ayudo —Karin toma el ramo y sale de mi oficina muy decidida.
Los demás continúan curiosos por lo que sucede en mi oficina, pero no se entrometen. Saben muy bien cómo me pongo cuando intentan saber más de la cuenta sobre mi vida.
—Listo —Karin vuelve cerrando la puerta para que nadie escuche.
—Gracias —sonrío—. Es hora de volver al trabajo, no hay que darles importancias a cosas del pasado.
—El pasado es quien te define, por tu historia, eres la Camille de hoy. No deberías huir tanto de el —opina Richard.
—Por ahora no quiero, he sufrido mucho. No dejaré que opaquen mi felicidad.
—Cuando quieras afrontarlo, aquí estaremos para apoyarte —Charles y Karin asienten, demostrando que están de acuerdo con esto último.
—Gracias.
Comenzamos a hablar de otras cosas, intentando no darle importancia a la situación y tratando de distraer mi mente. Luego de un rato, me dedico a redactar el acuerdo para la pareja que hace un rato se fue, así adelanto trabajo y estoy lista para cuando nos veamos.
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