Capítulo 30

1.4K 123 6
                                    

12 de octubre del 2019

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

12 de octubre del 2019

Nick me ha hecho compañía todos estos días donde me he quedado hasta tarde en la empresa, me busca y luego nos lleva a su casa o a la mía. En esta ocasión, ambos decidimos quedarnos en mi casa, es por ello que nos encontramos en el mesón de mi cocina desayunando a las once de la mañana.

Mastico un poco más el delicioso desayuno, acompañado de Vegamite hasta que me atrevo de preguntarle a Nick sobre algo que me tiene rondando los pensamientos.

—¿Qué tal le va a Emilie en su nueva escuela? —pregunto con un poco de reserva.

—Bien, no habla mucho conmigo. Su profesor se mantiene en contacto conmigo tal y como acordamos el día en que la dejé.

—¿Crees que si haga un efecto en ella?

—Es lo que espero. No tengo más opciones —suspira derrotado.

—Emilie va a recapacitar y esa actitud que traía la cambiará, tengamos fe —le tomo la mano y aprieto mi agarre.

—Sí, gracias Camille. Contigo se me ha hecho más ligero llevar todo. No has hecho un festejo porque mi hija se quitó del camino y aunque te puso en una situación fácil, aprecio que quieras que la relación entre todos se mejore.

—Lo hago porque te quiero —me encojo de hombros.

—Y yo te quiero mucho más, mi amor —susurra mientras se acerca a mí y en medio de una sonrisa, me besa haciendo que el desayuno pase en segundo plano.

Acaricia con ternura mi cintura mientras deja un camino de besos por todo mi rostro. Acuna con sus ásperas manos mi mejilla izquierda y se detiene a mirarme. Me muerdo el labio inferior mientras Nicholas se mantiene detallándome.

—¿Por qué me miras así? —cuestiono.

—Porque intento grabar de manera exacta la forma de tu cara, el color de tus ojos, tus diminutos y provocativos labios que te ganas... a veces no puedo creer lo hermosa que eres y que esta pieza de mujer sea la que me esté acompañando regalándome su amor y muchos momentos de felicidad.

—Nicholas, tu realmente te destacas en decirme cosas que me dejan sin palabras —sonrío con las mejillas coloradas.

—Tú me dejas sin palabras con una breve mirada que me des.

—Exagerado...

—Es cierto, Camille.

Niego con mi cabeza y sin intenciones de decir algo más inclino mi rostro hacia el suyo. Nuestros labios danzan a través de la música que nuestros corazones forman al latir y nuestras manos buscan su posición exacta al tocarse, porque juntas se sienten como si han sido hechas tal y como una pieza de rompecabezas.

Acaricia mi cabello desordenado y esto me hace pensar que solo con Nicholas, me he sentido con la completa libertad de mostrarme tal cual soy, cosa que antes me volvía loca si un hombre que fuera de mi agrado, me viera en unas fachas para nada aptas.

Amor entre Bodas © (#1) ✔️Where stories live. Discover now