Camille Rotford es una importante organizadora de bodas, conocida en una pequeña ciudad de Australia. Sin importar el corto tiempo que a esta mujer le dan, crea las mas asombrosas bodas que podrán ver en sus vidas.
Lo mas irónico es, que Camille no...
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Richard parece encajar las piezas en su cabeza y comienza a respirar agitadamente, Karin por su parte, hace un magnifico intento por no salir corriendo a arrancarle la cabellera a mi hermana. Nicholas se mantiene atento a mi reacción, sin intentar entender las cosas. Nuestros acompañantes Derek y Diana se mantienen quietos sin saber muy bien qué hacer.
Mi corazón me golpeaba fuertemente el pecho que subía y bajaba de una manera irregular, comienzo a sentir una presión en las palmas de mis manos y al dirigir la mirada hasta ellas, comienzo a ver la marca roja que hice con mis uñas y por poco estuve a punto de romperme. Relamo mis labios que los comienzo a sentir resecos y mis mejillas están encendidas del disgusto que me causa tenerlos frente a mí.
—¿No nos vas a saludar? —baja sus pestañas intentando mostrar una facción inocente.
Me ordeno caminar hasta ella y exigirle que no se acerque a mí, durante todo el evento. No puedo decirle que se largue porque es un lugar público y tanto ella como yo, tenemos el derecho de estar aquí. No permitiré que dañe lo que aparentaba ser un buen día. Con la cabeza en alto y la postura erguida camino hasta ella, dando a entender que no me afectaba.
—Megan —la miro de arriba abajo, volteo hasta su acompañante— y Oliver —digo su nombre con la sensación de amargura en mis labios. Primera vez en tanto tiempo que lo veo.
—¡Ay! Camille, que mal educada eres ¿No nos pretendes presentar? —cierro mis ojos y respiro muy profundo, muevo mi cuello de un lado a otro intentando disipar la tensión.
—No. Fíjate que no lo veo necesario.
—Entonces me presento yo solita —camina luego de soltarle la mano a Oliver, moviendo su cintura de un lado a otro.
Todos la observan con la expresión congelada, tanto los que conocen mi historia como los que no, porque deben sospechar que algo no anda bien.
—Megan Rotford —extiende su mano hacia Karin con una sonrisa muy hipócrita. Oh, hermana, créeme que no fue una buena elección.
La mirada que le da Karin podría haberla aniquilado en ese preciso instante, para volver la cosa más tensa, se da media vuelta sentándose mientras observa su teléfono, haciéndole un gran desplante. Baja su mano y veo como la vuelve puño, intentando contenerse las ganas de gritarle.
Se voltea hacia Richard, este niega con las cejas alzadas y la boca hecha una fina línea. Megan cree que con Nicholas logrará su cometido y la mira incómodo.
—Nos volvemos a encontrar —Megan dice en un tono seductor y le da una sonrisa ladeada. Oliver se tensa a mi lado.
—Sí —Nick responde de forma precisa mientras se rasca la cabeza y hace una mueca.
—¿Qué les dijiste sobre nosotros? —me pregunta Oliver bajando la voz. Hago como si él nunca me hubiera hablado y continúo observando a Nick junto al demonio rubio.
