Camille Rotford es una importante organizadora de bodas, conocida en una pequeña ciudad de Australia. Sin importar el corto tiempo que a esta mujer le dan, crea las mas asombrosas bodas que podrán ver en sus vidas.
Lo mas irónico es, que Camille no...
ATENCIÓN: Triple actualización. Así que detalla si estás en el capítulo correspondiente para que no te confundas y disfrutes toda la lectura :)
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13 de septiembre del 2019
Me encontraba en el estacionamiento del restaurante. Nicholas me había llamado para que lo fuera a visitar y creo que es más para animarme. Estaba triste porque no había podido conseguir las entradas que me había prometido para ir a ver a The Rejects en su concierto de esta noche. Su amigo no pudo apartarle los boletos, así que Camille la fangirl no asistirá al concierto. Estaba tan ilusionada porque por fin vería en el escenario a la nueva integrante.
Antes de entrar noto que unos guardaespaldas se encuentran vigilando la entrada del restaurante. No había ningún cliente, cosa que me pareció extraña ya que a estas horas el restaurante está a punto de reventar. Me detienen y preguntan hacia dónde voy. Mi ceño se frunce.
—Mi novio es el dueño del restaurante, me pidió venir —me limité a contestar.
—Debe darnos un minuto, señorita —me ordena uno de los gorilas frente a mí.
Me cruzo de brazos ofendida ¿De dónde demonios había sacado Nick a esta gente?
El gorila número uno, habla por radio y escucho que me permiten la entrada al restaurante.
—Puede pasar —me indica con una sonrisa y cuando voy a avanzar me detiene una vez más—, debemos hacer un chequeo rápido, ya sabe, uhm, es rutina. —Dice rascando su nuca en un gesto nervioso.
—¿¡Qué!? —exclamo indignada— ¿Dónde está Nicholas? —pregunto alzando la voz, muy molesta.
¿Cómo era posible que a mí, Camille, revisaran como si fuera una delincuente?
—Señorita, es solo rutina. Será rápido —mira a su compañero de forma nerviosa— ¿Por favor? —Pregunta ofreciéndome una sonrisa
Nicholas aparece luego de unos minutos en la puerta, viene hacia mí con una pequeña sonrisa.
—¿De dónde sacaste a estos incompetentes? —le reclamo— me tratan como si fuera una criminal.
—Oye —me toma de ambos brazos— respira ¿Sí? Necesito que te relajes.
—No es justo Nick, yo soy indefensa.
—Lo sé, pero si necesito que te dejes examinar por ellos. Te aseguro que valdrá la pena.
—¡Pero Nicholas!
—Camille, anda.
Bufo. Me paro en el medio de los dos gorilas y gorila número dos es quien me revisa. Tantea mi cuerpo, pero no de manera sexual, más bien de prevención. Intentan quitarme mi teléfono por seguridad, pero Nick lo impide, sabe muy bien cuál sería mi reacción.
