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Maraton 4/5 (🥀)










Todos conversaban de algunos temas de interés, menos yo. Mis pensamientos no
estaban ahí, hasta que alguien los trajo de
vuelta.

 —Elena, querida, ¿Y tu familia? — cuestionó la madre de Jaden.
Trague saliva.

¿Qué les diría? Llevo ocultando esto por años, y no creo que me vean como una novia perfecta si cuento mi historia, mucho menos su padre.

 —Hace algunos años no los veo —fue mi
respuesta. No quería hablar más del tema.

 —¿Por qué? — ahora fue Dalia quien preguntó.

— Problemas familiares— me limité a contestar.

 —¿Cuáles problemas? Pienso que la familia
siempre debe de estar presente aún cuando hay problemas— habló por fin el Señor Pablo.

Mierda.

Tranquilízate, respira y piensa.

Me quede callada pensando una
buena respuesta, y sin saber que
hacer presioné por debajo la pierna
de Jaden. Al parecer el captó el
mensaje y habló.

— ¿Quieren saber cómo nos conocimos?

-SI- gritaron sus hermanas, mientras
que su madre nos miraba feliz.

El padre de Jaden me observó
como si estuviera descifrando algo
de mí. Lo ignoré para contar "nuestra
historia".

— Fui a dar una conferencia a la
Universidad de Elena — comenzó
a contar-Y se me hizo demasiado
hermosa, entonces me atreví a hablarle.
Nos hicimos amigos-

— ¿Salieron alguna vez?— interrumpió su hermana.

— Si- contesté yo —Me llevó a comer, a
conocer museos, a cenar y a bailar— Después de salir por algún tiempo, me
arme de valor y decidí preguntarle que
si quería ser mi novia, pero no dijimos
nada hasta ahora porque era lo mejor
para Elena. Cuando vi que necesitaba
trabajo la contraté, y así la tengo todos
los días junto a mí—  concluyó Jaden.

— Awww —fue la respuesta de Luci, Dalia y
mi suegra.

Entonces empezó la típica platica entre
familia, donde de vez en cuando yo
participaba. La comida acabó y llegó el
postre, mi sonrisa se hizo más grande.

Al probar la primera cucharada del
pastel de chocolate, salió de mí un
pequeño sonido de satisfacción, que al
parecer Jaden noto.

 —No hagas eso — susurró en mi oído.

 —¿Por qué? —pregunté susurrando.

— Porque créeme, quiero escuchar más
y no puedo —respondió. No entendía
de qué hablaba, hasta que lo capté. Mi
sonido de "Satisfacción" sonaba como
otra cosa.

Avergonzada bajé la cabeza con las
mejillas rojas. No era normal hablar de
esto con mi jefe, y menos en presencia
de sus padres. Sin darme cuenta, él
había besado mi mejilla, poniéndome
más roja de lo que ya estaba. 

Por suerte un estruendo interrumpió el ambiente
que teníamos, haciendo que todos se
quedaran callados.

 —Parece que está lloviendo a cantaros—
pronuncio el padre de Jaden.

Y efectivamente, el cielo se estaba
cayendo. Más relámpagos se hicieron
presentes, junto con las gotas golpeando
bruscamente el techo de la adinerada
casa.

— Parece que no podremos irnos hoy —menciono la madre de Jaden.

 —Y Elena tampoco  —hablo su hermana de Jaden con una sonrisa.

No puede ser!!

Y antes de que protestara, otro sonido
sacudió los cristales, dándome a
entender que me quedara callada. Seré
sincera, le tengo un poco de miedo a las
lluvias eléctricas, solo un poco.

Los platos estaban totalmente vacíos,
todos con el estómago llenó y listos
para ir a dormir. Eran las 10:30 de la noche, el tiempo se había ido volando.

— Dormiremos juntos — susurraron en mi
oído. No me quedaba más que asentir.


Si tan solo no te hubieras quedado.....





𝗾𝘂𝗲́𝗱𝗮𝘁𝗲,  𝗁𝗈𝗌𝗌𝗅𝖾𝗋Where stories live. Discover now