𝖮4

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Y no me equivoqué. Fue un día largo y
cansado, y eso que solo era el primero.

Ya estaba a punto de irme, cuando mi
jefe me llamo.

 — ¿Qué se le ofrece? — pregunté entrando
a su oficina.

—  Cancela mis juntas de mañana en la
mañana. Voy a llegar un poco tarde, ya que tengo un desayuno con mi padre, así que tienes derecho de llegar a las 10 —
dijo mirándome serio.

Era mejor cuando sonreía.

 — Gracias señor Hossler— respondí
con una sonrisa de boca cerrada. El
sonrió ante mi respuesta.
Definitivamente era mejor cuando
sonreía.

-Puedes retirarte-

Y no lo tuvo que pedir dos veces, ya
que yo ya estaba lista para llegar a mi
dulce hogar. Tome mi bolso, me dirigí al
ascensor.

 — Hasta mañana Claudia —

-Hasta mañana Elena-

Y así como de rápido sali del edificio, así
de rápido empezó a llover.

Genial

No tenía ni automóvil, ni nada. Lo único
que podía hacer era esperar un maldito
taxi, pero al ver que la calle estaba
desierta, tenia que esperar a que parara de llover. Me detuve abajo del pequeño techo que ofrecía la entrada del edificio.

¡Nada peor podía pasar!

Y pasó.

La lluvia cayó más fuerte provocando
una tormenta eléctrica.

Me resigné a regresar a mi casa con esta
lluvia, tenía que darme prisa, ya que el horario no ayudaba mucho. La luz del día empezaba a desaparecer, haciendo
que todo se oscureciera.

Y justo cuando estaba a punto de salir
de aquel techo, una mano tomo mi
brazo haciéndome retroceder. Mire
detrás de mí y era mi atractivo jefe: el
señor Hossler.

—  Señorita  Smith ¿Planea salir con esta
lluvia? — preguntó mirando mis ojos

 — No hay de otra — dije encogiendo los
hombros

 — ¿Y que se resfrié dejándome sin
secretaria? No, no. Usted viene
conmigo — dijo jalándome del brazo
adentrándome en el edificio. Todos nos miraban raro, ya que creo que el jefe no solía hacer este tipo de acciones. Se dirigió al ascensor "PRESIDENCIAL" y nos metió ahí. Presiono el botón que tenía la letra E, supuse que era algún estacionamiento subterráneo, ya que sentí como bajaba.

Salió de aquel ascensor comenzó a
caminar hacia una el lado izquierda de aquel lugar. El estacionamiento no era: pequeño, y solo algunos autos se veían "lujosos", pero solo uno derrochaba dinero. Y claro que era de mi jefe.

WOW

Supe que era un Ferrari por la
marca inconfundible del caballo.
El color negro mate era realmente
impresionante. Una altura baja, pero
era normal en este tipos de coches. Era obvio que no cualquiera se podía subir y hoy yo tenia ese privilegio.

El abrió la puerta del copiloto dándome
una señal para que yo subiera. Pero me quedé parada ahí.

—  De verdad esto no es necesario Señor
Hossler — dije apenada, porque
realmente lo estaba. No tenía que hacer
esto por mí. No me gustaba recibir
ayuda de los demás.

 — No la voy a dejar mojarse— respondió
dándome otra señal para entrar. Supe
que no iba a convencerlo, así que entre.

El cerró la puerta y se dirigió al lado
del piloto. Y así fue el camino a mi casa,
en un silencio cómodo y tranquilo
mientras veía caer las gotas de lluvia.

Se había detenido afuera de mi edificio,
ya que yo le había dado las indicaciones
de como llegar.

La lluvia seguía cayendo a cantaros, tal vez fue buena idea que él me trajera.
Miré afuera y lo miré a él. No sabía que decir.

-Gracias por traerme- Agradecí
mirándolo , tiene unos ojos muy hermosos "pense".

 — No es nada Señorita Smith — dijo con una
diminuta sonrisa.

 — Llámeme Elena, estamos fuera del
trabajo — dije apenada, ya que era
extraño que me llamara por mi apellido
cuando no estábamos laborando.

—  Solo si tú me llamas Jaden fuera
del trabajo —

—  Está bien—   respondí avergonzada
mientras sentía la sangre subir a mis mejillas.

Y nadie dijo nada más, era como si
no quisiéramos separarnos, lo cual
era demasiado extraño. El tomó un
pequeño paraguas de la parte de atrás
y se bajó del auto para abrir mi puerta.

Tapándonos con el paraguas, llegamos a la puerta de mi edificio.

 — Era más fácil si solo me hubiera
prestado el paraguas, así usted
no hubiera venido hasta acá — dije
mirándolo separándome de él, ya que
estaba protegida.

—  Pero no hubiera sido un caballero— dijo
sonriente.

 — Hasta mañana Jaden —

 — Hasta mañana Elena—

Y así lo vi regresar, montarse a su carro y arrancar por las desiertas calles.


«Final del capítulo»

SonIdO dE jUgUitO
acAbadO 🥤



𝗾𝘂𝗲́𝗱𝗮𝘁𝗲,  𝗁𝗈𝗌𝗌𝗅𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora