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Narra Elena

-Vengo por ti- dije sonriendo.

Los dos me miraban de diferente
manera. El señor Pablo no
sabía que estaba pasando y Jaden
sonreía de la manera más hermosa
posible.

-Ella está aquí- susurró su padre aún
sorprendido.

Él era lo que menos importaba, lo único que tenía mi atención era Jaden, y la manera en la que me miraba. Juraba
que sus ojos estaban cristalizados y que estaba aguantando las ganas de llorar, al igual que yo.

-¿Podría dejarnos solos?- pedí aún en la puerta.

-Estábamos en una reunión-contestó su padre..

-Por favor, espera afuera- dijo
Jaden mirando al señor Pablo.

Rodó los ojos y salió a regañadientes.
Pasó junto a mí, y su miraba tenía enojo puro. Si las miradas mataran, yo ya estaría muy muerta.

Cuando salió y estábamos totalmente
solos, cerré la puerta.

Él se puso de pie y abrió sus brazos.
Automáticamente corrí a ellos y me
dejé envolver por su olor y amor. Sentí como sus lágrimas mojaban mi cabello y las mías comenzaron a correr por su camisa.

Subí mi mirada, y por primera vez
lo vi tan vulnerable y débil ante una
persona. Tomé sus mejillas y limpié sus lágrimas.

-Me retrasé un poco- mencioné con una sonrisa.

-Jamás he estado tan feliz de una
impuntualidad- respondió de la misma manera.

Nos miramos y volvimos a conectar
como solo lo hacíamos él y yo.

-Necesito que tú me digas lo que quiero oír- dijo Jaden.

Sonreí.

-Si quiero estar junto a ti toda mi vida
y quiero que los dos seamos felices, sin acuerdo-

Entonces nos besamos como la
primera vez. Como si estuviéramos
necesitados uno del otro, como si no
quisiéramos separarnos nunca. El beso se transformó, de algo necesitado a uno suave y delicado. Transmitía tanto amor, que me sentí aterrorizada, pero desapareció cuando Jaden tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos.

-Tengo que hablar con mi padre- dijo en cuanto nos separamos.

-No-dije -No vas a renunciar a la
empresa. Le has dado tantos años de
esfuerzo y trabajo, que sería injusto
que pase a manos de Tyler. Me voy a
quedar junto a ti con todo y empresa-

-¿Estas segura?- preguntó -No quiero
que sientas lastima por mi-

-Si-respondí -Tu dijiste que nada te
hacia feliz sin mí, incluso la empresa,
pero ya estoy aquí y aquí y me voy
quedar. No renuncies a esto, porque sé que esto también te hace feliz-

Jaden sonrió y me volvió a abrazar.

-Gracias por estar aquí- agradeció él.

-Gracias a ti por esperarme- respondí.

-¿Quieres estar presente en la reunión?-preguntó mirándome.

-Sería divertido- respondí.

El separó nuestros cuerpos y caminó
hacia la puerta.

-Puedes pasar- mencionó mirándolo.
Era increíble cómo podía cambiar de
actitud tan rápido, pues había vuelto a ser el jefe desgraciado y mandón queera con todos, pero yo sabía que, en
fondo, tenía el corazón más hermoso
que había visto.

𝗾𝘂𝗲́𝗱𝗮𝘁𝗲,  𝗁𝗈𝗌𝗌𝗅𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora