41

7.7K 440 42
                                    

Sus palabras me habían lastimado, para él solo era un contrato y aunque doliera admitirlo, yo ya estaba enamorada.

-Tienes razón. Solo soy una pieza más
en tu ajedrez- respondí calmada -Al
final no somos nada-

-Elena- suspiró cansado.

-Me voy a quedar, te guste o no-dije
más calmada, pero sentía aquella
presión en el pecho.

-Te comportas como una niña caprichosa-dijo el .

-En verdad seguimos aca por la herencia tuya?

-Si , siempre fue la herencia el poder.

Era hora de sacar lo que de verdad
sentía.

-Yo no sigo aquí por eso- dije mirándolo
a los ojos - Yo sigo aquí porque estoy
jodidamente enamorada de ti, de
tu perfecta sonrisa y de tu maldito
carácter. Pero, ¿sabes qué? Eso ya no
importa, porque el joven Hossler
no esta listo para algo serio- escupí con los ojos llorosos. El se puso de pie, y se paró frente a mí. Se quedo callado, y se notaba que estaba pensando que decir.

-Elena, no sé qué decir- respondió
mirándome.

-Si no vas a corresponder, no digas
nada- dije.

Y se quedo callado. Ninguna palabra,
ningún sonido. Jaden bajo la
mirada, y no dijo nada.

Mis ojos comenzaron a llorar. Era obvio que él no cambiaría por nadie, y menos
por mi.

Yo había provocado esto, por traerlo a
este lugar, por aceptar el trato y por ser tan estúpida.

-Con eso dijiste todo-dije rota. Di media
vuelta y comencé a caminar entre la
gente.

Jaden no me siguió, no me detuvo,
me dejo salir de aquel club con el
corazón roto y eso me dolía aún más...

(**)

Había llegado a mi casa. Nadie me
había traído. Tomé un taxi y llegué
hasta aquí, no quería interrumpir a
Claudia, quien bailaba felizmente con
Aarón.

No había querido llorar en el taxi, pues
no quería quedar en ridículo.
Aunque ya había perdido toda la
dignidad.

Me senté en mi sillón y me puse a llorar.
Lloraba por todo, porque extrañaba a
mi familia, porque Jaden no estaba
enamorado de mí y porque me tendría
que ir de su vida, y no quería hacer
eso. Lamentablemente no podía atar a
Jaden a mi lado, no era justo para
los dos.

El dolor en mi pecho cada vez dolía
más, y recordé la manera más fácil de
quitarlo: Alcohol.


Caminé al cajón donde tenia guardadas
unas cuantas botellas para una
emergencia, y esta era una emergencia.
Las destapé y levanté la botella en
forma de brindis.

-Esta va por ti Jaden - dije y tomé
directamente de la botella.
Sentí como el tequila quemaba mi
garganta, pero no se compara con el
ardor de mi pecho.

Conforme fui tomando, me acostumbré
a como se sentía.

Pasó el tiempo y yo seguía sentada en
el piso de mi cocina, con una botella
a medias en mi mano y con otra llena
junto a mí.





«Final del capítulo»

Cap corto pidoperdon ✋


𝗾𝘂𝗲́𝗱𝗮𝘁𝗲,  𝗁𝗈𝗌𝗌𝗅𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora