12

8.9K 459 65
                                    


Un gran peso en mi abdomen me
despertó, provocando un leve dolor en mi abdomen pues tenía ganas de ir al baño, pero no me podía mover.

El brazo de Jaden estaba en mi
cintura, ya que me estaba abrazando.
Esta posición me incomodaba bastante,
pues no solía tener mucho contacto con los hombres, pero lo extraño era que no causaba efectos como lo hacía antes: asco, repulsión y nostalgia. Solo me incomodaba.

— Jaden—  susurré intentando
que me soltará y pudiera hacer mis
necesidades.

 — Mmm —fue solo su respuesta.

 —Déjame ir —supliqué.

— Duerme preciosa- respondió con una
voz ronca y somnolienta. Y antes de
poder decir algo, me apretó más a él,
causando un dolor más intenso.

— Me voy a hacer pipí si no me dejas
ir —dije, rápidamente soltó su agarre
liberándome. 

Corrí al baño y deje fluir
todos mis líquidos.

Al salir del baño me esperaba un
Jaden sentando en la cama
mientras revisaba aquel lujoso aparato
que solía llamar "teléfono".

 —¿Qué hora es? —pregunté mientras
buscaba mi ropa de la noche anterior.
 —Siete con cuarenta— dijo él de lo más
relajado.

— Oh, esta perfe... ¡ESPERA! es demasiado
tarde, llegaremos retrasados— mencioné
alterada mientras buscaba las prendas
desesperadamente.

 —Tranquila, hoy llegaremos tarde.

Tenemos un desayuno familiar y
después iremos a trabajar - respondió
Jaden tomándome de los hombros
y relajándome.

-Pero todos podrían sospechar de
nosotros-hablé en voz baja. La cercanía
de este hombre me... ¿intimidaba?

— Te dejaré en tu casa y después
llegaremos cada quien por su lado;
ya se me ocurrirá algo. Tranquilízate
preciosa —dijo él y acto seguido me dio
un beso en la frente. Se fue al baño y
me dejo consternada.

¿Qué mierda fue eso?

Esto no se me podía salir de las manos,
no otra vez. Recuerda Elena. Solo un
trato, solo un trato.

Con eso en mente me acerque a la
puerta cerrada del baño y toqué
algunas veces.

 —¿Si?— preguntaron del otro lado del baño.

— ¿Me pondré la misma ropa?  —pregunté
intentado sonar como si no pasara
nada.

— Lamento que sí, pero tranquila, solo
será un momento.

 —Está bien— fue mi única respuesta.
Antes de cambiarme tenía que pasar
al baño para lavarme la cara, entonces
me senté en la cama mientras revisaba
las pocas redes sociales que tenía, o más bien, la única que tenía: Instagram. No poseía mucho seguidores, unos 50 a lo mucho, pero no me importaba el número, ya que solo lo utilizaba para
ver imágenes o videos.

Mientras veía un video "satisfactorio",
la puerta del baño fue abierta,
dejándome ver a Jaden con
solo una bendita toalla en la cadera,
tapando su "amigo".

 —¿Te gusta lo que ves? Porque a mi si —
dijo él con aquel tono seductor.

La vergüenza se apodero de mi. Tenia
que escapar de esta situación.

 —Con permiso—  respondí y salí disparada
al baño cerrando la puerta detrás de mí.
Cálmate Elena.

Con la cara limpia salí del baño, me fijé
si no estaba aquel hombre que hacía
temblar. Afortunadamente no había
nadie en la habitación, sacando el aire
que tenía retenido.

Me empecé a cambiar otra vez con
aquel vestido azul y sin darme cuenta
ya estaba lista. Unos toques en la puerta
llamaron mi atención. Seguido se abrió
y mi suegrito querido se asomo.

— ¿Puedo pasar Elena? —preguntó el
Señor Pablo.

— Claro que si —contesté amable, pero
muy en el fondo sabía que esta
conversación no sería la mejor del

Se posiciono delante de mi y sin esperar
nada, comenzó a hablar.

— Seré directo Elena, vas a explicarme
que está pasando entre mi hijo y tú,
porque sé que algo no está bien. Te
estoy dando la oportunidad de que
hables y te vayas de una vez, porque
aceptémoslo, tú no eres suficiente para
Jaden .

Me ofendí.

Aunque esto era falso, me ofendía el
hecho de que hablará de la manera en
lo que hacía. ¿Qué pasaba si era real?
Esto no era de su incumbencia.

 —¿Quiere saber qué está pasando?—
pregunté. Solo asintió con su cabeza.

-Somos dos personas que se aman y
quieren que su familia este enterada
у sea consiente. A mí no me parece algo
malo y si piensa que algo está mal, es
su problema y si me permite, tengo que bajar para ver a mi novio

Salí de aquella habitación realmente
molesta. Bajé las escaleras y entré al
comedor donde todo mundo estaba
sentado, pero aun no comenzaban a
desayunar.

— Buenos días—  saludé seria, ocultando mi
rabia.

— Buenos días- saludaron a coro.

Me limité a tomar asiento a un lado de
Jaden. Tomé aire varias veces para
relajarme y no hacer o decir tonterías.

 —¿Qué tienes?— susurraron en mi oído.

— Nada, solo quiero silencio  —fue toda mi
respuesta, aunque sonará grosera, solo quería maldito silencio.





«Final del capítulo»



𝗾𝘂𝗲́𝗱𝗮𝘁𝗲,  𝗁𝗈𝗌𝗌𝗅𝖾𝗋Where stories live. Discover now