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Eran como las 2 de la mañana, había
dormido unos cuantos minutos en el
suelo de mi cocina, después desperté
y volví a ver la botella y volví a tomar
unos cuantos tragos.

Me sentía mejor, estaba borracha, pero
ya no dolía tanto. Incluso hasta me
sentía valiente.

Como pude me arrastré hasta la sala,
donde con mucho trabajo, agarré mi
bolso. Busqué mi teléfono a obscuras,
pues solo había luz en la cocina.
Marqué el teléfono de Jaden.

Primer tono, segundo tono, tercer tono
y buzón. No respondía mi llamada.
Volví a intentar y otra vez nada. No me quedaría callada
Volví a llamar y entonces respondió
adormilado.

-Jaden Hossler- dijo
desconcertado.

-Ya no me quiero casar contigo- dije
con una voz demasiado distorsionada.
En mi cabeza mi voz sonaba bien, pero
cuando hablaba, sonaba muy borracha.

-¿Elena?- preguntó.

-¿Tan rápido te has olvidado de
mí?- pregunté con los ojos llenos de
lágrimas.

-¿Estas borracha?- preguntó más
despierto.

-Eso no te importa. No me quiero casar
contigo- aclaré.

-Dime donde estas, voy por ti-

-No hagas como si yo te importara,
nunca lo hice, solo era tu herencia- dije
enojada. El alcohol hacia maravillas.

-Elena, escúchame. Dime donde carajo
estas-hablo más frustrado.

-Puedes quedarte con todas tus
zorras, yo me iré de tu vida- ignoré su
pregunta.

-¿Eso quieres? ¿Quieres irte de mi vida?
- preguntó Jaden .

Suspiré.

-No, no quiero, pero me obligaste
a hacerlo- dije y colgué. Me tiré
completamente al suelo.

Me deje ahogar en mis lágrimas y en el maldito dolor que volvía de llenar mi pecho.

(**)

Me desperté con un horrible dolor de
cabeza. Me quedé un momento en el
suelo, intentando calmarme el dolor
que sentía en todo el cuerpo. Respiré
varias veces y recordé lo que había
pasado en la noche de ayer y parte de la
madrugada.

Jaden no estaba enamorado de mí.
Cerré los ojos y volvió a aparecer ese
dolor en el pecho. Me calmé y decidí
ponerme de pie.

Hoy a pesar de sentirme mal, redactaría
mi carta de renuncia. No me podía
quedar en la empresa esperando que
alguna vez esto funcionara.

Tomé un té y desayuné algo ligero, pues
mi resaca no ayudaba mucho.

Me sentía mal, pues sabia que una vez
renunciando, tenia que irme de aquí.
No me podía quedar en este lugar. Y
aunque sabia que estaba huyendo,
no me importaba, lo hacia por mi paz
mental.

La carta se tenia que entregar
presencialmente en recursos humano
y en presidencia, y eso me causaba una
preocupación horrible, pues no quería
verle la cara a Jaden . Lo único que
me calmaba era que esta vez sería la
última vez.

Ultima vez.

Cerré los ojos intentando calmar mis
lágrimas. Ya no quería llorar, pero me
era imposible.

Un sonido me sacó de mis
pensamientos: Un teléfono sonando.
Corrí a la sala donde se encontraba mi
móvil. Era un numero desconocido. Mi corazón latió más rápido con un poco
de esperanza.

-Hola- saludé.

-Hola Elena- respondieron del otro lado.
Esa voz no la reconocía, sin embargo,
sabía que no era Jaden .

-¿Quién habla?- pregunté curiosa.

-Soy Aarón

-Oh, hola Aarón. ¿Sucede algo? -

-Si- suspiro -Necesito que mañana vayas
a la empresa- dijo con un tono serio.

-Eso planeaba hacer. Iré a dejar mi
carta de renuncia- aclaré.

-Justo por eso solicitaba tu presencia,
pero ya hiciste las cosas más fáciles-
dijo soltando aire.

-¿Mas fáciles?- pregunté.

-Jaden va a solicitar tu renuncia y
necesitaba que tu lo firmaras. Pasarás
a mi oficina y haremos el papeleo de tu renuncia-

Una punzada.

-¿Me iba a despedir?- pregunté en voz
baja.

-Lo siento mucho Elena, pero no
es todo- dijo en modo de lastima
-Quiere que firmes un contrato de
confidencialidad, donde no puedas dar información sobre el trato que llevaron
a cabo-

Otra punzada.

-No iba a decir nada de todas maneras-
respondí intentado no llorar.

-Sé que es difícil para los dos. Pero
tienes que entender que el tiene una
imagen pública-

-¿Y no importa cómo me sienta yo?-
pregunté enojada

-Perdóname Elena, pero fuiste tu quien
cometió el error de enamorarse. Sabias
como era Jaden y aun así caíste
en un agujero sin salida- aclaró Aarón
defendiendo a su amigo.

-¿Algo más que deba saber?- pregunté
ignorando su comentario anterior.

-Si. Tienes que irte de la ciudad,
nosotros te daremos el dinero suficiente
para que empieces de cero-

-¿Qué?-

-Es por el bien de los dos-

-Si yo me voy de la ciudad, es por mí, no
por él. Además, no necesito tu maldito
dinero, yo puedo sola- dije furiosa.

No me iban a comprar.

-Mañana hablaremos de eso. A las 10
en mi oficina por favor- dijo y colgó el
teléfono.

Los dos estaban cortados con las
mismas tijeras.

Estaba segura de que esta vez no me
dejaría manipular, pues algo había
cambiado dentro de mi, o mejor dicho,
algo se había roto...






«Final del capítulo»


Quiero tirarle puñetazos
a Jaden ✋🙂.


𝗾𝘂𝗲́𝗱𝗮𝘁𝗲,  𝗁𝗈𝗌𝗌𝗅𝖾𝗋Where stories live. Discover now