19

8.3K 430 39
                                    

Deje de trabajar para levantarme
por un café. Me dirigí a la pequeña
sala donde se encontraban distintas
cafeteras, máquinas de comida y dulces,
y realmente era pequeña, ya que solo
era disponible para los trabajadores de este piso: Jaden, Claudia y yo, pero
Claudia no bebía café y Jaden me
mandaba a mí. Era mi pequeño espacio.


Un moka clásico fue mi elección.
Con mi café listo y pocas ganas de
trabajar, sali de ahí. Me asusté al ver
parado a Jaden me marco de la
puerta de su oficina. Su pose, su cara
y su energía realmente transmitían
miedo, pero él no ganaría esta vez, o
bueno, no tan fácil.

 —Elena, ven para acá— habló él con un
tono tan frío que congeló mi interior.
Lo ignoré y pasé directo a mi escritorio,
dejando mi taza sobre este.

— Si me permite, estoy trabajando Señor Hossler.

Antes de poder tomar asiento,
Jaden explotó.

 —ME IMPORTA UNA MIERDA — gritó
 —ENTRA A MI PUTA OFICINA.

El miedo recorrió mi espina dorsal, y
por temor hice lo que ordenó.

Ya dentro de aquél espacio iluminado,
un silencio incomodo reino, mientras
tomábamos nuestros respectivos
asientos jefe/secretaria. Gracias a Dios
él terminó con esta tortura.

 —Lamento como te traté la última vez— dijo sin rodeos.

—Está bien— respondí sabiendo que nada estaba bien.

— ¿Me dirás que te sucedió en la mejilla?—
Cuando asimile su pregunta, una
pequeña risa salió de mí.

¿Qué le diría?
"Me emborraché por despecho y me cai
de cara en mi apartamento"
Sería muy tonto.

 —Un pequeño golpe. Soy un poco torpe— respondí simplemente.

— ¿Segura? —preguntó nuevamente con un tono de duda en su voz.

 —Créeme  — dije —Jamás hubiera permitido que alguien me tocara—
No otra vez.

Antes de que interrogatorio continuará,
decidí levantarme de mi asiento.

 —Tengo trabajo pendiente, y no se hará solo— dije caminando a la puerta.

  —Prepárate, saldremos a comer—
ordenó comenzando a trabajar en su computadora.

 —Esta bien — respondi agotada.

***

Mi trabajo ya estaba listo y se suponía
que mi preocupación tendría que ser
menos, pero todo estaba mal.

Mi pierna se movía violentamente
haciendo que mi tacón diera pequeños
golpes. Eso era una señal de mi
nerviosismo.

¿Y cómo no estarlo? Si comería con el
hombre que me amenazó y humillo.

Faltaba poco para que Jaden
apareciera por esa puerta de madera
con aire de poder y superioridad.
Decidí tranquilizarme, ya que esto no
resolvería nada. Varias respiraciones se
hicieron presentes intentado calmar los
ansiosos latidos de mi corazón.

Aquella imponente puerta fue abierta,
dejándome ver a Jaden . Ya no
portaba su traje completo; faltaba
el saco y su camisa tenía las mangas
remangadas hasta los codos, esto le
daba un aire más despreocupado.

Había algo en el que llamaba mi
atención, en el fondo tenía un
secreto, pero era normal ya que todos
callábamos algo.

Esa era una gran pregunta, ¿él me diría
algo o yo tendría que averiguar en lo
más profundo?...


«Final del capitulo»

𝗾𝘂𝗲́𝗱𝗮𝘁𝗲,  𝗁𝗈𝗌𝗌𝗅𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora