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-Está todo listo, Jefe. 

- Gracias.- el chico dio una reverencia y se fue de ahí, no sin antes darle la llave del Camaro SS a Jungkook. 

- ¿Me dejas manejar?- pregunto Taehyung, mirándolo con ojitos de cachorro y con un puchero en sus labios, dándole una imagen de ternura a Jungkook quien no se resistió ante el encanto del rubio y le entregó la llave, viendo como saltaba de alegría e iba al lado del piloto con una sonrisa de oreja a oreja.- Sube.- hizo caso ante lo dicho y subió del lado de copiloto, admirando la imagen de Taehyung manejando. 

A pesar de estar un poco cansados, los dos, sentían demasiada energía recorrer sus cuerpos al recordar lo sucedido ayer, mucho más Jungkook, tenía y sentía la necesidad de poner en su lugar a Kim Dong-Hyuk. A sus cortos 11 años fueron unos amigos inseparables, no habia dia en donde no la pasaran juntos, jugaban, entrenaban y estudiaban juntos. 

Sus padres eran grandes amigos desde muy pequeños e hicieron que sus hijos tuvieran la misma amistad que ellos, haciendo que se conocieran y formaran una amistad inquebrantable. Pero lo que no tuvieron en cuenta es que esa amistad con el paso del tiempo se volvió una enemistad. 

Dong empezó a tener cierto rencor en Jungkook al ser consciente en como su mismísimo padre trataba a su 'amigo' como su fuera su propio hijo. Ni siquiera a él lo trataba bien. 

Los halagos hacia el pelinegro eran seguidos, pasaba más tiempo con el contrario que con su hijo, lo que causó que con el tiempo este empezará a desarrollar odio hacia la persona de su, en aquel entonces, amigo. El detonante que hizo explotar a Dong fue cuando su madre murió en una de las misiones, a causa de un tiroteo contra un bando. Su padre en vez de consolarlo y decirle que todo estaba bien, que todavia lo tenia a él, y todo lo posible para hacerlo sentir bien, simplemente se alejó de su hijo, dejándolo sin protección y amor paterno por su parte, y lo que le rompio el corazon a Dong fue cuando su padre andaba de lo más normal por toda la mansión en donde vivian, como si nada pasara y se iba a la casa de su amigo, padre de Jungkook, a pasarla bien. Como si no existiera. 

El odio hacia su padre y Jungkook fue incrementando poco a poco, hasta que no aguanto más al ver como el pelinegro seguía con el mismo trato especial. Un dia explotó, dejo salir toda la ira que mantuvo guardado en lo más profundo de su ser y mató a su padre. 

Lo agarró de imprevisto un dia que estaba en su despacho, dándole la espalda a su hijo que estaba entrando silenciosamente, con un cuchillo en su mano derecha. Una vez había llegado a él, lo acuchilló por la espalda 7 veces, sin piedad. 

El teléfono cayó al suelo aun con la llamada en curso, siendo escuchado por el otro lado el grito de Dong: 

- Solo falta Jungkook... ¡Me las pagaras, hijo de perra! 

Jeon no tuvo otra opción a destituir al hijo de su amigo del puesto, que por justo heredaria, perteneciente a Líder del bando de Ilsan, un pequeño grupo que se encargaba del lavado de dinero. 

Ahora sin hogar y dinero quedó en la calle, pero siendo raptado a los días por la Mafia Yakuza, ofreciendo trabajo a cambio de matar a Jeon Jungkook. Rápidamente la había aceptado apenas escucho  el nombre de su supuesto amigo, empezando así el por qué de su puesto de Líder en un pequeño grupo, llamada Nakuza. 

- ¿Estas bien, Jungkookie?- salió de su pequeño trance y miró al menor quien tenía su vista en el camino, pero sintiendo la leve necesidad de preguntar aquello al verlo tan sumido en su mundo, sin prestar atención a nada y haciendo muecas en su rostro. 

- ¿Eh?... Si, estoy bien. No te preocupes.- sonrió más calmado al escuchar el tono suave que utilizó el mayor.- ¿Ya llegamos?

- Falta unos 3 minutos.

Hυη∂єя Ƙιℓℓєя//Ƙσσктαє//Where stories live. Discover now