Hυη∂єя Ƙιℓℓєя//Ƙσσктαє//

09

Tenía miedo, miedo a perder todo.

A se poco más de una semana conoció a un chico peli rubio, con un físico de muerte, habilidad grandiosa y grosero. La atracción hacia Taehyung creció con el paso del tiempo, y con ello su gusto hacia él. Si supiera que conocería a un chico de tal magnitud de hermosura sin duda se lanzaría como un león a su siguiente presa, lo corromperia de muchas manera, pero... ¿Por qué no tuvo los mismos pensamientos con el rubio? Su mente se había apagado y quedo hipnotizado por el contrario al ver sus lindos ojos color miel chocar con los suyos. El sentimiento que tuvo al verlo nunca lo sintió con nadie en su vida. Aunque nunca haya tenido una relación realmente estable cabe decir, solo era algo casual. Lo mismo una y otra vez cuando sentía su necesidad de calmar su estrés. 

Pero con Taehyung sintió que debía protegerlo, cuidarlo y tenerlo a su lado sea como sea. A pesar de su primera reacción con el rubio, cuando lo amenazó por su poca paciencia, le encanto esa actitud con él, lo fascinó. 

Recuerda a su madre, que siempre cuando tenía la oportunidad le repetía: 

"Tu corazón nunca pedirá permiso para amar, cuando sientas que la persona es la indicada no la alejes de tu vida. Permítete amar como sea, de la forma que sea, no tengas miedo que mamá siempre te apoyara."

Le sonreía y lo abrazaba, cada día era un 'Te quiero' de su madre, en ese entonces no entendía mucho la situación pero con el paso de su crecimiento entendió que nunca sabrás cuándo morirás dentro del mundo de la Mafia. Siempre habrá alguien que arruinara tus planes, intentara darte un tiro para matarte o te traicione. Nunca sabrás el momento preciso, pero siempre estarás preparado/a para lo peor. 

Su padre, al contrario de su madre, era más duro con él, desde sus 6 años lo entrenó, enseño y aconsejo. Gracias al mayor supo manejar perfectamente las armas, cuchillos, pelear cuerpo a cuerpo, poder ser un buen líder para todos, crear buenas estrategias para los asaltos a cualquier cosa, entre otras cosas. Siempre quiso ser igual que su padre y se prometió a sí mismo nunca decepcionar a su progenitor. Hasta el dia de hoy no cometio ningun error, y seguirá haciendo lo que cree correcto. 

Y eso, lo lleva a interrogar a Wonho quien está postrado en la cama con unos aparatos de hospital rodeandolo. 

Para suerte de ambos, el contrario estaba despierto. 

- Hola, Jefe.- habló con dificultad debido al respirador artificial en su rostro. 

- Wonho.- dijo mientras asentía y se sentaba en el sofá de la habitación, a su lado estaba Taehyung con sus desnudos brazos cruzados, dejando al descubierto parte de su brazo todo  con pequeños y grandes tatuajes. Jungkook cuando vio que el rubio se había sacado el abrigo largo que cubría todo su cuerpo antes de entrar, quedó totalmente embobado con la vestimenta que se amoldaba a la perfección a las curvas y cuerpo del menor. Si no fuera porque estaban en medio de un interrogatorio, agarraria las caderas y labios del rubio, y besaría cada parte de su cuerpo, pero por el momento tenía trabajo por hacer.- Sabes por qué estamos aquí, ¿Verdad? 

- Supongo que si.- miro a los dos chicos, sintiéndose muy de repente nervioso al ver la mirada profunda de su Jefe. 

- Bien, te haremos unas preguntas y quiero que contestes hasta donde recuerdas, ¿Entendido?- rapidamente asintió, doliendole un poco el cuello ante el movimiento brusco.- ¿Quienes custodiaban contigo a Dong hyuk?

- Woo sung...y Taeyong.- asintió confirmando lo dicho por el mismo. 

- ¿Viste algo sospechoso en ellos?- Wonho se tomó su tiempo, intentando recordar algo en el suceso de anoche, estuvo varios minutos en silencio poniendo ansiosos a los demás presentes.