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Luego de más de 14 horas de viaje en avión por fin pisaron las tierras de Corea. 

- ¡Todos!¡Arriba!- gritó Sehun para que todos levantaran ya que tenían que bajar las cosas e ir a la mansión donde Jungkook los esperaba, además que tendrían sus cuartos para descansar mejor. 

Una vez todos estoaban despiertos, se dispusieron a trabajar, bajando un bolso cada uno, los demás poniéndose una mano en la cara para tapar que daba directo a ellos. 

- Olvidaba el calor que hacia aquí.- dijo Ravn soñoliento, dirigiéndose a la camioneta que los estaba esperando para llevarlos.

- ¡¿Todos están en las camionetas!?- afirmaron ante el grito y con los bolsos en las partes traseras de los autos se dispusieron a irse directamente a la mansión, algún que otro miembro durmiendose sin dudarlo, el sueño ganandoles sin evitarlo ante el arduo trabajo anteriormente y las horas de viaje. 

Luego de otras 4 horas por fin llegaron a su destino, sus espaldas doliendoles al mil y cuello al dormir en mala posición. Todos bajaron de las camionetas quejándose del dolor, agarrándose de la espalda tal cual los viejitos, dándole gracia a Jungkook y los demás presentes.

- ¡Chicos!- gritó el pelinegro, feliz de verlos ahí pero sin demostrarlo tanto, su rostro serio pero con una mini sonrisa amenazando con salir.- Me alegro que esten todos bien, si gustan pueden ir a sus cuartos, se lo merecen.- los hombres agradecieron a su Jefe con una reverencia, yéndose directamente a los lugares mencionados.- Sehun.- el nombrado asintió y se dieron un abrazo leve, sonriendose feliz de verse luego de 2 años. 

Ciertamente los dos pelinegros se conocieron alrededor de los 19 años, Sehun siendo un chico común y corriente pero con la única diferencia en que sus padres lo maltrataban tanto física y mentalmente. Un dia normal para Jungkook en su salida de noche a uno de sus bares, cuando escucho como alguien lloraba en el callejón trasero de su perteneciente bar, curioso había ido al lugar de aquellos sollozos lastimeros, teniendo compasión al chico tirado en el suelo lleno de sangre, agarrándose el estómago al ser golpeado una y otra vez por su padre e insultandolo al tal punto en que Sehun no aguanto más y se fue de la casa, terminando en un callejón desconocido, solo, pero siendo encontrado por un pelinegro joven quien le ofreció su ayuda que él aceptó con desconfianza. 

Jungkook lo había llevado a la mansión, siendo reprendido por su padre a traer a un desconocido a su guarida pero tras explicarle la situacion decidió aceptarlo por el momento. Desde ese dia en donde se conocieron, Sehun le había contado todo lo que sufrió por sus padres al pensar que él fue un error entre ellos. El pelinegro mayor había pensado seriamente en incluirlo o no a la mafia, y luego de una larga charla con el chico terminó por aceptar todo esa vida, vida que conllevaba muertes, robos, extorsiones, y muchas cosas más. Habían fingido su muerte, desapareciendo del mapa al confirmar su decisión.

Hasta el dia de hoy no se arrepiente de aquella decisión que cambió por completo su vida, conoció a su nueva familia que protege con su vida, conoció a un chico espectacular que llamó demasiado su atención y que pensaba pedir ser su novio, pero por el momento no lo hará. Con Jungkook mantiene una gran amistad, llegando a considerarse hermanos de corazón, sus únicos soportes en cualquier cosa. 

- Lamento no venir en el funeral de tus padres. Estaba en shock con todo que no tuve el valor de ir.- dijo con pena mientras lo abrazaba con fuerza, intentando no llorar ahí mismo.

- No te preocupes, hermano. Sabía perfectamente que los considerabas tus papás y que te vengan con una noticia así es algo shockeante, creeme que lo entiendo, me pasó que estuve 1 semana en estado de shock que cuando reaccione lo único que hizo fue pegarle a la pared con todas mis fuerzas mientras lloraba.- rio un poco mientras contenía las lágrimas al igual que Sehun.

Hυη∂єя Ƙιℓℓєя//Ƙσσктαє//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora