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Pasos fuera de la gran mansión se podía escuchar. La lluvia casi torrencial ocultando a las personas que estaban por entrar a la propiedad, los miembros de la Mafia J-Lion dificultandose la vista de todo el terreno pero aún siguiendo con las vigilancias. 

Pisadas en los grandes charcos, más de 35 hombres corriendo sin ser vistos por los árboles, la iluminación siendo tan escasa que los ocultaba en la oscuridad. Sus ropas oscuras haciendo todo el trabajo con el camuflaje. 

 Armas en mano, siguiendo a su líder. 

- Maten a todo ser que se mueva. No quiero a nadie vivo. 

Acatando las órdenes, dos grupos se dividieron, todo yendo a sus puestos, esperando la señal para entrar por las puertas habilitadas por el momento. Granadas de humo listas para ser tiradas al piso, apuntando al frente mientras eran mojados por la lluvia que para ese momento no parecía querer parar. 

Sus respiraciones un poco agitadas, siendo solo percibidas por sus oídos. Listos y preparados. 

- Grupo A en su posición. 

- Grupo Z en su posición. 

- ¿Listos? 

- Afirmativo. 

- Entren. 

>>🔫<<





- Estuve semanas entrenando para poder dominar la moto pero simplemente me caía una y otra vez, para mi suerte no iba a tanta velocidad aunque lograba lastimarme. Un día me levanté dispuesto a aprender a manejar y cuando prendí la moto parecía que maneje toda mi vida uno de esos, me sentí tan feliz que no me di cuenta que había una señora enfrente mio y termine desviandome a un lado, cayendo dentro de un contenedor de basura. Tres días apestando a pesar de bañarme muchas veces. 

Bufó mientras rodaba los ojos, escuchando la suave risa del pelinegro a su lado. Sonriendo inconscientemente.

- Pero al menos sabes manejar mejor que nadie. Gracias a tu esfuerzo. 

Le pinchó la costilla suavemente con su dedo índice, lugar donde milagrosamente no estaba lastimado, logrando que Taehyung soltara algunas risitas.  

- Sí, agradezco no ser de rendirme fácilmente. Si quiero algo, lo obtengo. 

Miro a Jungkook con una sonrisa coqueta, esté entendiendo el mensaje detrás de esas palabras, riendo mientras le robaba un beso en sus labios. Presionando delicadamente estos por un par de segundos, separándose, no sin antes darle otro beso pero en la frente. 

- ¿Cómo te sientes? 

- Me has preguntado eso hace cinco minutos, Kook.

Rió mientras agarraba la mano tatuada del mayor, mirando a sus ojos directamente con un cierto brillo en ellos. Sus manos entrelazándose con suavidad, encajando perfectamente como si fuera la última pieza de un rompecabezas. Sus corazones sincronizados, sus sentimientos a flor de pie, sintiéndose tan cálidos estando uno al lado del otro. 

- Lo sé, pero me preocupa tu estado. 

- Y agradezco eso, Kookie. 

Llevó su mano libre, con un poco de dificultad, a la mejilla del contrario, acariciando está. 

- Pero estoy bien, no te preocupes. He salido de eso una vez, podré hacerlo otra vez. Solo quédate a mi lado y todo estará bien. 

Unió sus frentes, su corazón golpeando tan fuerte su pecho que sentía que quería salir de ahí. 

Hυη∂єя Ƙιℓℓєя//Ƙσσктαє//Where stories live. Discover now