Hυη∂єя Ƙιℓℓєя//Ƙσσктαє//

02

El plan consistía en lo anterior dicho, investigar e informar cualquier movimiento del enemigo, simple. Pero Taehyung quería acción, quería movimientos, no aburrimiento. Y bueno, él conoce muy bien lo que podría hacer para divertirse. 

Es por eso que al salir de la mansión e irse en su auto, despidiéndose de su hermano antes de todo, empezó su trabajo de cacería. Estuvo alrededor de horas conduciendo hacia un lugar que sabía que iba a conseguir la información que necesitaba. La correcta.

Cuando llegó a su destino fue hacía un taller abandonado. Al conocer cualquier escondite de Corea se le hacía fácil todo aquello. Cuando salió de su auto fue hacía la parte trasera de este, abriendo el baúl, dejando a la vista todo su equipamiento necesario. Armas, traje especialmente a su medida, granadas de humo, cuchillos afilados, y sus más preciadas Katanas. Sacó su traje que consistía en un chaleco de cuero negro, pantalón negro de tela simple que se amoldaba perfectamente a sus piernas y rodilleras resistentes, botas negras de cuero, y por último su casco negro. Amaba el negro, ¿para que mentir? Si fuera posible, mantendría toda su vida al negro, sin embargo, debía variar en los colores y encontrar los correctos para las diferentes situaciones en la que se interponía. 

Agarro sus katanas y las dejo detrás suyo, en sus estuches que estaban colocadas en su chaleco de cuero, luego fue dos de las Magnum Desert Eagle para ponerlas en los arnés de apoyo de sus muslos, una de cada lado. Puso dos navajas plegables dentro de sus botas, en donde las podía agarrar más rápido es caso de emergencia. Por último sacó un AR-15 de baúl para luego cerrarlo, no sin antes sacar tres municiones de repuesto para luego ponerlas en su cinturón que tenía estuches para ese tipo de situación.

Una vez estuvo listo, puso el seguro a su auto pero fue muy innecesario cuando de repente de su bolsillo trasero sacó un encendedor y con el aceite que habían dejado ahí, hizo un camino del tanque de gasolina hasta afuera del taller, en un lugar prudencial para no hacerse daño luego de tirar el mismo objeto nombrado anteriormente. Escuchó un 'tick' antes de admirar como una gran llama de color naranja se extendía hasta tocar el tanque del auto y explotar. 

Taehyung miraba desde fuera la explosión, como si fuera algo realmente lindo de ver pero ante la costumbre de hacerlo constantemente o simplemente destruir el coche con sus manos se le hizo muy común ver ese tipo de cosas previniendo de él ¿Era necesario? Sí y no, por un lado, se aseguraba de no dejar pruebas contundentes que revelaran su identidad o ubicación, mejor prevenir que lamentar escuchó por ahí, y por otro, la explosión en sí, podía costarle la vida. Aunque bueno, él la vive al máximo y con la adrenalina al tope. 

Se alejó del lugar y de una esquina agarro una lona que cubría a uno de sus bebés, su Aprilia RS660 color negro con detalles rojos. Al poder verla no espero tiempo y se subió a esta, prendiendo el motor. Pocos minutos, en donde se tomó su tiempo de terminar su cigarrillo,  escuchó el sonido de las sirenas y no le quedó de otra que irse de ahí rápidamente, suspirando de alivio cuando salió de la vista de todos, yendo por un camino secreto del taller, sin dejar rastro alguno.

Agradeció a su padre de haberle enseñado a conducir una moto, ya que él fue un motociclista profesional. Exacto en pasado, debido a que este había muerto y dejado deudas a pagar por él, estando incluso muerto bajo tierra.

Su hermano mayor se había ido de casa muchos años antes de que muriera, todo aquel rato estuvieron siempre en contacto.

Su padre y madre fueron amorosos, los hacían ver que ellos realmente los amaba pero todo cambió cuando Yoongi había confesado que era gay a sus padres se lo tomaron tan mal que lo mantuvieron encerrado como prisionero en esa casa, dejándolo sin comer por una semana completa, pero claro, Taehyung siempre a escondidas le daba algún que otro bocado de la comida que robaba de la cocina de su madre, sin embargo, al enterarse esto los mayores lo maltrataron físicamente, diciendo e insultando, al pobre castaño en ese tiempo, de que era un bueno para nada y que iba a ir al infierno por ayudar a un fenómeno.