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📍Japón, Tokio

Jueves 27/05/19

19:27 PM

- El auto está afuera, Señor.

Junhoe asintió con el rostro serio, mirando hacia arriba donde estaba todavía encerrado su esposo, los golpes eran constantes pero solo ignoraba aquello y seguía con lo suyo. No quería lidiar con el pelirrosa, suficiente cosas en su cabeza tenía en ese momento.

- Traiganlo a la sala.

- Como ordene.- dando una reverencia, se retiró.

Luego de algunos minutos que fueron eternos para el pelinegro, por fin se vieron a cuatro personas entrando a la sala, entre ellas, Taehyung. Venía con la cabeza gacha, sus manos amarradas en su espalda para que no intentara escapar. Junhoe conocía muy bien las habilidades del rubio, y no dejaría que las use en su contra.

- Bienvenido, Taetae.

- No me llames así, desgraciado.- dijo en voz baja, pero lo suficientemente audible para los presentes. Su cuerpo estaba débil debido a algunos golpes que recibió de camino a la mansión, sumando también el hecho que lo drogaron horas atrás. Pero nada impediría que se rindiera tan fácilmente.

Se vengaría a como dé lugar.

Recuerda las cosas que aquel hombre, sí es que se le puede llamar así, le hizo. Ese año en específico, el peor año que pudo vivir. Constantes pesadillas, ataques de pánico, repudio a su propia especie, y traumas que lo marcaron por siempre.

Su cuerpo siendo dañado por meses, sin poder salir de aquel lugar que se convirtió en su infierno mismo.

El día en donde tomó valor para poder escapar, sintiendo libertad al pisar las calles de Corea nuevamente, fue cuando juró volver para matar al pelinegro y a todos sus secuaces, sin ser consciente que un año y meses después conoció a una persona que le cambió la vida e hizo que olvidara todo lo sucedido, que su venganza quedará atrás para concentrarse en aquel lindo azabache Líder de una Mafia poderosa y persona que conquistó su corazón con tan solo una sonrisa.

Muchos pensaran que lo suyo estaba yendo muy rápido, pero en sus vidas no había mucho tiempo. Uno nunca podría saber si el día de mañana estaría muerto, tirado en cualquier calle de su país con una bala en la cabeza. Era ahora o nunca.

- Grosero como siempre. No me sorprende.

El mayor se acercó al pequeño rubio, quedando frente a frente. Tomó la barbilla con su mano, alzando la cabeza, mirándolo a los ojos directamente. 

- Desde este momento te quedaras dentro en una de las habitaciones de arriba, tendrás cuidados, pero a cambio me tienes que dar información. Si te niegas, atente a las consecuencias, bebé.- le sonrió arrogante, moviendo la cabeza del contrario a un lado con brusquedad. Taehyung solo miro al piso, cansado de todo. 

Podría aparentar ser fuerte, valiente e insensible, pero por dentro era todo lo contrario a su persona. Tan sensible como una rosa, tan débil como un hilo, tan, tan. . . 

Diferente. 

Su vida teniendo constantes momentos desfavorables y feos, pero aquello no siendo impedimento para seguir adelante. Se convirtió en una persona que mata personas malas por dinero, para sobrevivir del mundo en el que vive. 

Su propia lista de gente nefasta siendo totalmente llena y descartada de a poco, solo quedando pocas de ellas, entre todos, Junhoe. 

- Me has escuchado, ¿Verdad? 

Hυη∂єя Ƙιℓℓєя//Ƙσσктαє//Where stories live. Discover now