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Flashback



Desde lo alto del cielo podías ver la luna brillando en todo su esplendor, alumbrando lo poco que se dejaba ver la ciudad en su mayoría.
Hermosa y tranquila, en compañía de millones de estrellas que lamentablemente no se dejaban ver por toda la contaminación que se encontraba sobre gran parte de Corea del Sur. Sin embargo, muy a pesar de la bonita imagen que regalaba la naturaleza, en cierto callejón, lleno de botes de basura, olor a podrido y con puertas a cada costado que daba acceso a edificios con demasiados pisos. Parecía más una villa, pero eso no es lo que nos importa.

Ahora, muy al final del recorrido, se encontraba un joven de veintitantos de años, su cabello se encontraba enredado, claramente maltratado por alguien ajeno, y su ropa de encontraba con varios cortes en los lados, sangre manchando en pequeños hilos la piel y tela que se adhiera por el líquido seco a esta. Tanto tiempo caminando y corriendo lo dejo sin aliento, sin fuerzas.

Castaño, piel canela, oscura debido a la casi escasa luz del lugar, rostro angelical, pero que esconde a un ser demasiado escalofriante cuando te descuidas, alguien que, si prestabas atención, sin duda caerías en segundos para arrodillarse ante él.

Aiya, el mundo era tan cruel para ángeles como él. Ejem... sarcasmo, por supuesto. Creo.

Su cuerpo se encontraba hecho un desastre andante, pero la voluntad de seguir vivo seguía vigente en cada segundo por el joven, tanto que las lágrimas no eran nada, solo las dejaba correr por su suave piel, ahora sucia, con tal de liberar ese insoportable dolor que aumentaba cada vez más y más, y más. Pero, sus pasos no se detuvieron, no hasta encontrar lo que sería un mini refugio, bueno, lo que sea ese basurero gigante que tapaba demasiado bien su cuerpo entero.

La respiración estaba agitada, su cuerpo sudado y su ropa manchada de rojo. Todo en él gritaba pelea. Se sentía desfallecer en el mismísimo suelo húmedo, junto al olor a basura del contenedor a su lado. Respiraba con fuerza, apretando sus dientes como si fuera a tener grandes contracciones, su mano, por su lado, tocaba la fina y larga línea carmesí que manchaba con gotas de sangre todo su recorrido, intentando detener el sangrado que próximamente lo mandaría al otro lado del mundo si no se atendía adecuadamente. 

Giró su cabeza tan rápido escucho unos pasos a su izquierda, eran muchos, como unos siete u ocho, no lo sabe con exactitud, sólo tiene en cuenta que si lo encuentran no tendrá oportunidad junto con su herida y cuerpo debilitado. Contuvo la respiración por segundos, con el corazón latiendo a mil por hora ¡Qué desesperación, joder! 
Soltó un suspiro cansino cuando cada vez aquellos pasos se alejaban más y más, hasta desaparecer. No sabe cómo o cuándo, pero de repente sintió mareos y nauseas, un ligero estirón hizo presencia en su cabeza y su vista se nublo.

En cualquier momento perdería todo rastro de consciencia, en medio de la basura. Literal. Sin embargo, siquiera antes de cerrar los ojos y perder todo rastro de sus sentidos por completo una silueta negra cruzó por su vista, agachándose frente a él y tendiendole la mano. No supo qué sucedió luego, solo vio...
Negro.




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Con sus parpados pesados y algo hinchados,  hizo de gran esfuerzo para levantarlos y mirar su alrededor. Una habitación bonita y moderna lo rodeaba, junto con unos ventanales que llegaban al techo y casi tocaban piso, las persianas estaban levemente abiertas, dejando entrar mínimos rayos de sol. Poco a poco fue acostumbrándose a la leve oscuridad junto a la poca luz que entraba al cuarto, viendo, ahora sí, por completo todo.

Cubierto con una acolchado de seda color crema, la levantó, revelando la mitad superior de su cuerpo, todo su estómago estaba envuelto con vendas blancas, y su pecho estaba descubierto, dejando que una sensación amarga se instalara en su pecho.

Fijo su vista en los muebles que decoraban el cuarto en el que estaba: blancos, algunos grises, muy pocos, una puerta blanca, casi que pasaba desapercibida por culpa de la pared, igualmente blanca, de no ser por la manija plateada que revelaba su presencia.

Toda la habitación gritaba dinero.

Pensó en levantarse para salir de ahí, ya que la soledad que desprendía todo aquello lo estaba sofocando, sin embargo, el sonido de una puerta abriéndose en su lado derecho hizo que parara toda acción y, por acto de reflejo, buscara la navaja que siempre llevaba consigo.

- Maldición.- susurró por lo bajo, claramente sintiendo como su corazón bombeaba la sangre con rapidez, al no encontrar nada con lo cual defenderse. Sonaba tonto considerando su posición y herida recién curada. Estaba en clara desventaja en caso de malas acciones.

- Oh, veo que has despertado.- una voz algo grave, gruesa podría decirse, hizo eco en la silenciosa habitación.

Hombre, como de unos treinta o más, alto, astuto y tiene confianza en sí mismo.

Mentalmente, con sus años de experiencia, que no son tantos a comparación de lo que uno podría imaginar al verlo o conocer su "trabajo completo", anotaba o suponía como era el desconocido que había entrado justo cuando él había despertado. Las pisadas eran pesadas, y su respiración era tranquila, el silencio en el lugar lo estaba ayudando de sobremanera e internamente lo agradecía.

Giro su cuerpo lentamente, la adrenalina subía por todo su cuerpo, dejando una sensación de hormigas caminando sobre él. No lo conocía, no sabía de sus intenciones, era un completo desconocido que lo tenía casi desnudo en su cama, inofensivo y sin armas. No era de fiar.

- Y créeme que no lo fue.- una risa resonó en las cuatro paredes, haciendo eco en el proceso.- Caí como un idiota.

- ¿Quién eres?







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Capitulo cortito.
1/?

Perdonen por no actualizar en estos meses que pasaron, pero la escuela me consumió por completo y las finales fueron un desastre. Ahora mismo tengo que recuperar una materia, solo una así que será cuestión de tiempo para quedar libre, por lo tanto, tendré que concentrarme en darla y actualizar.

Espero sepan entender y mañana se subirá el siguiente.
¡Que tengan un excelente día!

Gracias por todo y perdón por tan poco:(♡


PD: las negritas hacen referencia a lo que está contando Tae en la actualidad a Jinhwan, pa guiarlos y no se confundan.


Hυη∂єя Ƙιℓℓєя//Ƙσσктαє//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora