¡¿Tú?! © [BLACKVERSE #2] ✓

𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓮́𝓲𝓼

¡¿Tú?!

XXVI. Culpa y arrepentimiento.

.━━ ya saben que hacer cuando vean el [🎵]..

「❛ omnisciente ❜」

LA fAMILIA BLACK ESTABA sentada en el comedor, las visitas ya se habían marchado y Zack se propuso hacer el desayuno, haciendo que sus padres temieran por la mayor reliquia familiar de los Black; la mansión.

-¿Seguro que puedes? -volvió a cuestionar su padre, Zed. Zack salió de la cocina con un delantal haciendo una gran mueca de indignación y manteniendo su mano en el pecho, ofendido.

-¡Mi hijo es un gran cocinero! Si hasta cocina mejor que yo -defendió Kaleb sonriendole. Claramente mentía para que su pequeño no se desilusionara.

-Gracia papá, es bueno saber que todavía alguien confía en mis habilidades culinarias.. -claramente fue una indirecta a Zed que simplemente entrecerro los ojos y lo miro con mala cara.

Nicolás se sentía algo raro, nunca había estado en un ambiente familiar tan divertido y acogedor; sin contar cuando comió junto a los señores Clark.

Zack se devolvió a la cocina para terminar si desayuno y el señor Philip aprovechó para decir:

-Kaleb, cualquier criatura o sombra cocina mejor que tú -el nombrado le lanzó la misma mirada que su hijo, confirmando a Nicolás que Zack se parecía más a Kaleb.

-¡Está listo! -el albino entró al comedor con una bandeja que tenía cuatro platos de cristal con ¿desayuno? Los tres en la mesa se miraron con terror y algo asqueados-. Huevo con salchicha.. y estos son sus licuados de banana con fresa.

El huevo aun se veía amarillo, haciendo notar que estaba crudo. La salchicha estaba muy dorada, casi pasando a negro. Y los licuados.. esos si se veían comestibles.

-Yo no tengo hambre -se excusó Nicolás rápidamente, Zack lo miró mal y de todas formas colocó los platos frente a cada persona. Zed miró alarmado a su esposo que se encogió de hombros, ambos miraron esperanzados a la pareja de su hijo-, Zack..

-¿Si Nicki? -respondió sentándose a su lado, sonriente de haber hecho el desayuno. Nicolás negó sutilmente a sus suegros, que miraban a todas partes.

-Hijo, valoramos mucho tu esfuerzo por hacernos el desayuno -Zack sonrío y antes de que pudiera agradecer a Kaleb, este aclaró-, pero tu desayuno está un poquito.. crudo.