𝓢𝓮𝓲𝓼

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Omnisciente ❜」

UN NUEVO DÍA en la preciosa mansión Black. Y uno de los dos hijos de la Luna que habitaban en casa ya se encontraba bajando las escaleras.

—¡Joven, Black!— exclama con una sonrisa—. Es un honor volver a vestirlo. Aquí están sus trajes.

El sastre de la familia se encontraba frente a él y a sus lados, las mismas chicas que siempre lo acompañan. Cada una traía consigo un traje de Burdeos.

—¿Dos?

—Recuerda que vas a romper tu ropa.— recuerda, Zed Philip, mientras baja las escaleras con su típico traje negro—. Buenos días, hijo.

—Buenos días, padre.— contesta y sonríe, su padre no es tan cariñoso como su papá, pero aun así, siempre le deja claro lo mucho que lo ama.

—Señor Philip— El padre de Zack no había bajado las escaleras pues su esposo lo había regañado. Y aunque Kaleb tuviera la razón, Zed Philip nunca se la daría. —El señor Black se llevó su traje.

—Que infantil..— Murmuró para si mismo—. ¿También se llevó el mío?

El sastre asintió y Zed le hizo una seña para que se retirará.

—Con su permiso, señor.

El sastre y sus ayudantes se fueron. Dejando solos a los chicos de Kaleb.

—¿Pasó algo con papá?— preguntó. Sus padres nunca habían peleado. Era raro ya que sus personalidades eran demasiado contrarias.

—No, solo está molesto por que dice que quiero hacer tu fiesta un evento público y clasista.

—A mi no me molesta..— mintió. No era muy de su agrado estar rodeado de gente que solo conoce por sus cumpleaños pasados.

Pero por más que tuviera miedo y nervios de dar una imagen equivocada a la que todo mundo le tenía, nunca se quejaría.

—Lo sé, eres mi hijo.

Zed le había querido dar todo lo que sus padres nunca le dieron. Amor, comprensión, atención y sobre todo.. una fiesta de cumpleaños. Desde que el primogénito Black nació —por el milagro de la Diosa Luna— , siempre lo han celebrado haciendo una gran fiesta en el gran salón de la Aldea.

Todos los amigos del matrimonio estaban invitados pero raramente esta vez estarían todos. Zack podía invitar a quien quisiera pero no era necesario pues la mayoría de jóvenes con los que hablaba ya estaban invitados por ser familias de clase alta. Ya que la encargada de la lista de invitados era un Beta llena de prejuicios no cualquiera entraría a la fiesta.

—¡Zack!— exclama desde arriba, Caroline ya se encontraba lista para otro día de escuela. Su falda gris corta, su camisa blanca que hacía un escote pequeño, sus botas negras altas y la chaqueta gris con la orilla roja que portaba el logo de la escuela perfectamente puesta.—¿Vamos a faltar a la escuela? Por que ya me aliste..

—No, Caroline. No vamos a faltar a la escuela.

—Bueno, pero no prometo salirme de las clases.— confiesa con una sonrisa e al ver al padre de Zack, pone un dedo en su propia boca y emite un shh.

—Todo lo contario a tu madre. —Caroline al oír hablar de ella se tensó un poco. Hoy vendría pero solo a la fiesta de Zack, después volvería su desfile en Milan —. Ahora, ve a cambiarte Zack. Van a llegar tarde a la escuela.

Pero al estar tan concentrado en no llegar tarde no recordaron lo que pasaba todos los años, el dia de la fiesta de Zack.

—Chicos.. yo no estoy encargado de la lista de invitados, lo siento.

¡¿Tú?! © [BLACKVERSE #2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora