Cap 20

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Después de que Mezquive, ganase las elecciones para la asociación de vecinos, Sanem, recibe un paquete sin remitente. Ella creyendo que era de Can, ella se vuelve loca de alegría y cree le ha perdonado. Sin embargo, la fiesta de asociación, con. Fabrik, era en realidad la fiesta de cumpleaños para ella, que también creyó qué había sido él. Al llegar a la fiesta, ella llega al final descubre que no fue él, la deja en estado de shock. Pero por otro lado, aquello sin embargo, todo había preparado. Aquello, había sido planeado por Fabrik como venganza para él y conseguir la fórmula del perfume de ella.
En este momento, ella llega a su casa después de salir de la fiesta.

-- Sanem, eres tú? -- preguntó Mezquive.
-- Sí...soy yo.-- contesto ella.
-- Cariño. Has vuelto pronto. Ha pasado, algo? -- preguntó Nihad.
-- Me dolía, la cabeza. Así que...me he venido para casa.
-- Cariño, qué ha pasado? Sanem.
-- Nada, mamá. Me voy a la cama. Estoy cansada. 
-- Nihad, le pasa algo. Voy a hablar, con ella.
-- Mezquive...dejala. Deja que se vaya a la cama, ha descansar. Sí quiere, nos contará ella, lo que le pasa. Vale? Venga, vamos a la habitación. Vamos, Mezquive. Venga, vamos. Dejala que descanse.
Mientras, en su habitación, ella no puede evitar el dolor y rompe ha llorar, al saber que en realidad, no la había perdonado.

"El vestido, le queda mejor, de que lo imaginaba-- recordó el, estando en el Gim. --me alegra que le haya gustado mí regalo, y qué se lo haya puesto para venir. -- ese recuerdo, hizo que él se pusiera más furioso por los celos, qué empezó ha practicar el boxeo y pensar que se lo estaba dando a Fabryk.-- "hoy es el cumpleaños, de la bella Sanem-- recordó de nuevo-- así que he organizado esta pequeña fiesta, en su honor.-- Y los golpes en el saco, eran cada vez más fuertes.-- "Creía que la fiesta, era cosa tuya. Creía, qué el vestido era tuyo -- recordó, él, las palabras de ella."Ya basta, Sanem-- recordó también, sus palabras. -- y los últimos golpes, ya eran desquiciados.

"Ya basta, Sanem. No quiero oír, una palabra más. Se acabó-- recordó también ella-- a partir de ahora, serás una trabajadora más, de la agencia.

-- Qué, viene, qué viene-- dijo Mezquive, qué la estaba esperando.
-- Vale.
-- Buenos días-- saludó Leyla.
-- Buenos días-- respondió Nihad.
-- Buenos días, hija. Leyla...saber lo que le para a tú hermana? -- preguntó Mezquive-- lleva encerrada, en su habitación, desde anoche.
-- No sé, mamá. No sé, nada.
-- Leyla...hay algo, qué no nos estas contado? Pasó algo anoche, qué no nos quieres decir? -- preguntó Nihad.
-- Hasta dónde yo sé, no sé nada. Cuando vine a casa, ya estaba durmiendo.
-- Mira. Yo no puedo quedar sentada. Voy a hablar, con ella-- dijo Mezquive, levantándose.
-- Mezquive, vamos a ver. Qué habíamos dicho? Siéntate-- dijo Nihad. 
-- Pués vale. Qué vaya, Leyla.-- Leyla cariño, ve a hablar, con tú hermana.-- A mí, no me dejas ir. Pués qué vaya, su hermana.-- Venga, sube a hablar, con ella. Ya desayunaras, después.
-- Mamá, por favor.
-- Cariño, ve a hablar, con tú hermana-- dijo Nihad.
-- Además, va ha llegar tarde al trabajo.
-- Ya voy.
-- Ooohh.

-- Sanem.
-- Mm.
-- Hermanita. Sanem? Qué te pasa? -- preguntó, cuando la vio llorando-- oohh. Porqué estás llorando? Qué te pasa?
-- Siento cómo que...me hubieran arrancado el corazón.
-- Oohh, hermanita. Vamos levantate, lavate la cara, vístete, ponte bien guapa, y me lo cuentas todo, por el camino, vale? Vamos.
-- No voy a ir, a la oficina.
-- Qué quieres, decir?
-- Qué no, voy a ir. Se acabó, el trabajo, y se acabó, Can. Anoche, lo dejé.
-- Pero qué, estás diciendo?  Por qué, has dejado el trabajo?
-- Tuve, qué hacerlo.
-- Anoche me dijiste, qué habíais discutido un poco. Pero por lo visto, la cosa era mucho más seria. Fue, por el señor Fabryk?
-- Sí. Yo pensé que...Can había organizado, la fiesta. Y qué él...me había regalado, el vestido que me puse anoche.
-- Y no, fue Can?
-- No. Fue él, Fabryk. Fabryk, lo organizó todo. La fiesta, los regalos, y todo lo demás.
-- Pero qué, dices?
-- Y yo, no tenía, ni idea. Te lo juro. Pensaba, qué lo había organizado Can.
-- Y cómo reaccionó Can, cuando te vío hablando con Fabryk?
-- Pensó que me había puesto guapa, para él. Intentaré explicárselo, pero no, me escuchó.
-- Pero a ver, Sanem. Tenías que dejar el trabajo, por eso, mm?
-- Sí. Es lo mejor. Debería haberlo, hecho antes. Y...además, ese no es, el único motivo. Tengo que alejarme de Can, todo lo que pueda. Es lo mejor, para él, y también, para mí. He metido la pata, hasta el fondo. Le mentí, y cuando le dije la verdad, fue a peor.
-- Sanem.
-- Ojalá todo esto, fuera un sueño. Y volviera a ser Sanem, la qué era. Así podría, ser feliz.
-- Sanem. No llores, por favor-- dijo su hermana, abrazandola.
Mientras tanto, en la oficina, está buscando unas carpetas, con documentos.

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