2a Parte

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En la reunión en el jardín de la casa de Can, tienen que revisar todas las ideas. Sanem, niega a ir allí, pero al final no tiene más remedio que hacerlo. Al llegar, ella se hace ver que es muy importante y espera que él le diga que pase, pero él, la ignora y al final es ella quien cierra la puerta.
Poco después, Geygey descubre que están juntos y descubre que ella le tutea.
Ahora Ayham, le está sirviendo a su hermano un vaso de te, para celebrar el éxito de su anuncio.

--Muy bien. Traigo un te, para mi hermanito. El anuncio, ha quedado estupendo. No puedo decir, otra cosa. Oh, antes has estado muy bien, con Leyla. Por cierto, es la primera norma del amor. Ignorar al otro, para que te haga caso. Y funciona. Bravo, es una buena táctica.
--Qué dices? Yo no he usado, ninguna táctica.
--Ah, no? Pues a que viene, tanta frialdad?
--Me he rendido. He perdido, la esperanza. A Leyla, no le gusto, y con razón. He he esperado mucho tiempo, sin hacer nada. Si guardaba alguna esperanza, la he perdido. Sshh. No pongas esa cara, que le vamos a hacer? No pasa nada. Hay que seguir, adelante.
--Pero no quiero verte triste, vale? Prometemelo.
--Lo prometo.
--Aayy. Mi hermanito...lo importante es, que estés bien.
--Me voy a ver, el partido.
--Osman. Esperame un momento, espera. Hermano, hermano. Emm. Es que quería preguntarte una cosa, antes de ver el partido.
--Tu, dirás.
--Quería saber, que sentías.en esos días en que estabas enamorado de Leyla. Es decir, notar algo especial, o no? Te sientes enamorado, si sientes algo distinto?
--Pues al principio, los sentimientos, llegan de repente  y estas muy inspirado y te sientes muy feliz y entoces sientes de roto y cuando se va, te sientes vacío y se echa de menos y  cuando se va, se echa de menos.
-- y, luego?
--El resto, ya lo sabes.
--Sí, claro.
--Ah. Un consejo de hermano, que puedes aplicarse. Si me vuelvo a enamorar, no pienso esperar nada. Le empiezo a mirar a los ojos y le diré lo que siento, directamente.
--Di que sí. Nada de tácticas, hay que ir, de frente. Jajaja.
--Por cierto. Creo que a Geygey, le gustas.
--Como dices? De que? De dónde, has sacado eso? Anda ya. Como le voy gustar, a Geygey? Que va...eh...somos amigos. Hablamos mucho, pero no me interesa en ese sentido, ni yo, a él. Entre nosotros, no puede ver nada. No hay ninguna posibilidad. Qué dices?
--Ayham. Sabes que te quiero, más que nada. Si te hace daño, se lo haré, yo a él.
--Anda ve a ver el partido, como sino me conocieras. Parece mentira. --Mientras, ella lo llama, Geygey vuelve a la casa chorreano, lo cual le cuelga el teléfono.--No te atreverás a ignorarme. Eh, Geygey?--se preguntó.

-- Qué haces? Vamos? -- preguntó Mezquive a Nihad. --Hija, un mensaje. A versi es de los proveedores.
--Es un email, de la oficina. El sonido es diferente. Llega cada 2 minutos. No voy a estar mirando todo el rato. Como quieres, que te lo diga? Cuando llegue, te lo diré. --dijo Leyla.
--Ay, hija. Tienes un sonido diferente, para cada cosa. Yo no entiendo nada.
--Es un teléfono, inteligente.
--Mezquive. Mira, ya he exprimido todos los limones, para la ensalada--dijo Nihad.
--Oohh. No me digas.
--Verás que ricas, quedan.
-- Di qué sí. Riquisimas.
--Calla.-- dijo al sentir, la puerta de la calle.
-- Hola familia. Qué tal, el día-- interrumpió ella.
-- Hija. Sanem, mira en tu teléfono, si han llegado pedidos. Llevamos todo el día, esperando una novedad. Miralo, anda.
-- Mamá. Te vamos que tener que comprar un móvil, para que lo consultes tú y dejes de preguntar y dejes de preguntar cada 2×3.
-- Hija. Primero tenemos que pagarte la boda. Es mucho más importante que comprarle un teléfono móvil, a tu madre. No crees?
-- No te preocupes. Te la iré pagando, mes a mes.
-- No...gracias. Pero...lo que tu madre quiere decir es que no necesitas una carga.
-- No hace falta el dinero. Cojo lo que quiero de la tienda. Como el tenedor del jardín, que más quiero?
-- Eso papá, lo pago yo.
-- Me duele un poco la cabeza. Me voy, a mí habitación.
-- Y, eso? Te pasa algo?  Te ha dado, una insolación? Ha pasado algo, en casa de Can? Cuentamelo.
-- Nihad. Dejala ya. No ves que tu hija, está cansada? -- Vete a tu cuarto, descansa un poco, y luego ya verás como luego te encuentras mucho mejor. Te sentirás bien. Ya lo verás.-- Déjala. Déjala un poco, a su aire. Yo sé, de esas. Hay, como eres.
-- Ese es el mensaje, que esperamos-- dijo Nihad.
-- Ese mensaje, es para mí, papá. -- dijo Leyla.
-- No. No puede ser. Tiene que ser, para mí -- dijo, Mezquive.
-- Espera.
-- Leyla!

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