2a Parte

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Tras hablar Can, con el gerente de I.R.T.P, el se da cuenta de que ha sido su hermano quién lo ha sobornado. Allí, en la misma empresa, se enfrentan en una fuerte discusión y este acaba echándole. Por otro lado, en el barrio, hay armado una gorda de que Sanem, tenía problemas con la mafia y al enterarse Mezquive, y Nihad, no pueden evitar reírse ha carcajadas. Mientras, en la oficina, Geygey, del miedo, no se atreve a llevar el té a él y se ofrece llevarlo ella, pero al entrar, el no está. Sólo están, los archivos y sus piedras, tirados en el suelo. Ahora, en la oficina, está en caos.

-- Si, sí. Le devolveremos, la llamada. -- dijo Aderen.
-- Geygey.
-- Diiiiimeeee.
--  Escuchad, chicos. Habéis visto, las noticias?-- interrumpió, Gollit, aterrada-- se acabó. Nos hemos quedado sin trabajo. Del señor Embre, no dice nada. Pero  Hiklygaryka, están en todos los titulares del soborno. Mirad los titulares.
-- Y en las redes sociales, están todos los seguros acusables. Qué vamos, a hacerrr.
-- Síii.
-- A ver. Vamos a hacer, esto. La competencia, aprovecha atraer los clientes. Quieren hundir, Hiklygaryka.
-- Qué vamos a hacer, Dios mío?-- dijo Geygey.
-- Calma, calma. Qué no cunda el pánico, todavía. De acuerdo? -- Gollit. Llama al relaciones públicas de la empresa. Vamos ha convocar, una rueda de prensa.
-- Los de la empresa, Fabre, se quieren reunir, urgentemente. -- dijo Gollit-- no localizo al señor Fabryk, ni a la señora, Remyde. Eh..." Oviedo" han cancelado, todos los proyectos, nos han quitado, la campaña del detergente. Aderen, en 2 minutos, hemos perdido dos de los clientes, más importante.
-- Madre mía.
-- Aderen, los acreedores no paran de llamar, y yo, ya no sé, que decirles-- dijo Leyla.
-- Can, Can. Dime, que vamos a hacer? -- preguntó Aderen.-- nos vamos a la quiebra. Se nos van, todos los clientes.
-- Cuando llamen, me los pasáis todos a mí-- dijo Aderen, ven a mí despacho.
-- Aderen, Aderen, Aderen-- gritó Geygey, de pronto.
-- Ah...que pasa, Geygey?
-- Hay unos acreedores abajo, preguntando por el señor Embre.
-- Haremos, lo siguiente. Cerraremos, las puertas. El señor Embre, no está aquí. No cojais, el teléfono. No deis información, a nadie. Bajad a la sala de reuniones. Gabinete, de crisis. Voy a hablar, con Can, y luego, nos vemos allí.
-- Aderen.
-- Qué.
-- Qué puedo hacer, para ayudar? -- preguntó ella.
-- Con no molestar, al señor Can, es suficiente. Lo que necesita ahora, es tener la mente despejada. Lo entiendes?
-- Sí-- respondió, con un gesto.

-- Aquí tiene.-- dijo Nihad.
-- Gracias.
-- A usted-- Mezquive...necesito cambio. Déjame, un segundo.
-- Pasa.
-- Un momento. Aquí, tiene, -- gracias. -- Mezquive, debes de estar cansada. Porqué no descansas, un rato?
-- Sí, vale.
-- Mezquive, Nihad. Vamos a ir, directo al grano-- interrumpió Musafer-- nuestro barrio, está en peligro. En serio. La mafia, nos amenaza. No queréis, hacer caso. Pues la situación, es seria. Esa gente, pulula por el vecindario. Están vestidos, de forma rara. Llevan, el pelo largo. Usan, collares y anillos. Qué os voy, ha contar? Esa gente, corronpera, nuestra comunidad.
-- Y qué, hacemos? Bloquear, las entradas al barrio? -- preguntó Mezquive.
-- Exacto! Eso es, lo que vamos a hacer. Pondremos, pancartas. Prohibido, el paso a extraños. Podemos contratar vigilantes, para que nos protejan. Si me lo permitís, yo voy ha ocuparme de la seguridad. Sé muy bien, como hacerlo.
-- Musafer. Esa gente, no tiene porque hacernos daño. Nosotros, no somos nadie.
-- No estés, tan seguro. Los tiempos, han cambiado. Cualquier persona, nos puede hacer daño, y yo, estoy preparado. Mirad, un arma eléctrica-- dijo sacandolo.
-- Ah,ah,ah,-- gritaba Mezquive.
-- Estate quieto, hombre. Qué nos vas ha dar a nosotros con eso.-- dijo Nihad.
-- Se hace, así-- dijo, poniéndole, en funcionamiento.
-- Qué haces, hombre? Deja ese chisme, que al final, nos vas ha dar, un disgusto.
--Qué, nooo.
-- Aahh-- gritó Nihad.
-- Tranquilo. No tengas, miedo.
-- Pero, bueno.
-- Es de batería. Es eléctrica. 
-- Bueno, ya está bien.
-- Aahh.-- gritó Mezquive. 
-- Tiene, un botón. La batería...
-- Para, que nos vas ha dejar secos.
-- Vaale. Confiad en mí, para asustar a los enemigos. Ya os he enseñado, mi arma. A ver. Qué tenemos aquí? Un spray, de pimienta-- dijo sacandolo. No. No tengáis miedo. Es para rociar al enemigo. Lo levanto a los ojos, y a la boca.
-- No nos apuntes, a nosotros. Guarda eso.
-- A ver, que más tengo? Unas esposas. Es por, seguridad. No penséis, mal.
-- Oh,oh,oh,-- dijo Mezquive, asustada.
-- Ya está bien. Deja, eso. Qué paciencia, hay que tener.
-- Y también tengo, éter. Un bote, de éter. Mirad-- dijo también, sacandolo.
-- No,no,no.no.-- dijeron los dos, al unísono.
-- No lo abras. Estate quieto. Espera, un poco-- gritó Nihad-- nos vamos ha desmallar, y caer redondos. Nos vamos ha encontrar, muertos en 3 días.
-- Vale, vale. Me he pasado, pero que sepáis, que el barrio, está en peligro.
-- Mezquive, llevatelo de aquí. A ver, si a ti, te hace caso. Venga -- dijo Nihad.
-- Musafer.
-- Queee.
-- Cariño.
-- Sí.
-- Eres muy, valiente. Como un león. Estamos seguros, en el barrio. Estamos, muy orgullosos, de ti.
-- Muchas gracias.
-- Y tú madre, también. Estoy segura.
-- Sí.
-- Pero ves muchas películas. La mafia, que persiguen, a Sanem. Son imaginaciones tuyas. Estate tranquilo, hijo. Ala, vete a casa.
-- Tened cuidado, porque el mundo, está lleno de peligros. -- dijo él, cogiendo otra vez, el arma eléctrica.
-- Aaahhh-- gritó otra vez, Mezquive.
-- Quieres guardar, de una vez eso? Vete ha proteger el barrio, venga.
-- Espero que no os pase, nada malo. Ojalá.
-- Madre, de mí vida.
-- Porqué, tienen miedo a esto?-- se preguntó, Musafer. Sólo es, un arma eléctrica. Sólo es algo, que les protejera.

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