3a Parte

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Mientras qué Mezquive, estaba planchado, la madre de Can y Embre, llega al barrio, donde ella es recibida y que  les dice, que quiere comprarse una mansión de tipo francés. Mientras todo esto ocurre, el lío que se forma en  que se forma en la tienda es de aupa, ya que al ofrecerle Musafer un refresco, al abrirselo, se lo derramó en su lujosa ropa. Por otro lado, Can y Sanem, se dirigen a un al mar, donde le dice que puede tirar papeles con los deseos, que quieren y que se pueden cumplir, si los peces tiran de la caña. Eso a ella, le parece genial, y pone todos sús deseos en el cedal. Pero ella se ríe, porque le dice que tiene que poner incluso, el apellido de su madre de soltera de su madre. A ella le hace gracia, y al terminar de echar los papeles al mar, regresan al coche. Mientras, la madre de Can y Embre, sigue en la tienda, mirándolo todo cómo diciendo; dónde me he metido yo? Mezquive, y  Musafer, se miran entre ellos, por su postura diciéndose; que pija, es esta señora.

-- Señora. Le pido disculpas, por el desorden, de la tienda. La presidenta, está viviendo, algunas dificultades familiares. Pero...
-- Pero, son cosas, que pasan en todas las familias. Es normal-- le cortó, Mezquive a Musafer.
-- No, no. Esto no es normal, en esta clase de barrios.
-- Y como son las cosas, en su barrio? -- le preguntó, Mezquive.
-- Yo no vivo, en un barrio. Vivo en una residencia.
-- Ah...
-- Y si en mí casa, hay una disputa, el qué se va...se aloja en un hotel, de 5 estrellas.
-- Muy, madre mía! Ya loves?-- dijo Musafer.

-- Estás seguro, amigo? Hemos mirado, por todas partes, ya, y no hemos encontrado, nada-- dijo Isan.
-- Estás seguro?
-- Miremos, el puesto de agua.
-- En donde, está mí hijo? Isan-- le interrumpió, Aysum.
-- Qué??
-- Dónde está Musafer? Ha dejado, la tienda desatendida.
-- No sé--. Intenta arrancarlo, ahora. Ya verá, como funciona.-- le dijo al chofer.
-- Qué lo arranque?
-- Sí, sí, seguro, que arranca!!
-- Entonces arrancará ahora, con un mecánico? Jajaja.
-- Aysum. Quiere comprar una casa, en éste vecindario. Creérmelo!
-- Y de quien es, ese coche?
-- Pues es de una mujer de tú edad, más o menos. Pero tenía, todo el aspecto, de una multimillonaria!!
-- No. De una, multimillonaria?
-- Quiere una casa, lo suficientemente grande. Y quiere darle, un estilo francés. Tiene mucho dinero, y va a llenar esto, de excavadoras. Tenemos que aprovechar, esta oportunidad.

-- Es un lindo, vecindario. Se parece un poco, a los pueblos...que hay, alrededor de Marsella. Aunque es, una imitación.
-- No...no es una imitación. -- dijo Musafer, con los refrescos en las manos --oiga, nuestro vecindario, no es una réplica de nadie. Usted, no entiende nada. Es un sitio, acogedor. Con sus tiendas, sus puestos, sus cafeterías. Es como una gran familia. Y ella, es la presidenta.
-- Sí, así es. Es un gran, vecindario-- dijo Mezquive.
-- Disculpe. Podría decirme, que representa usted, como presidenta?
-- Soy la presidenta, de la asociación de vecinos, y que soluciona todos los problemas del vecindario, y le doy vida.
-- Ah...Es que, se me ocurre, algunas cosas, para darle más vida.
-- Qué cosas? 
-- Eh...Es que parece, un poco viejo y abandonado. Señora.
-- Los sitios, los hace la gente. De qué sirve, tener edificios nuevos, si luego la gente no está contenta?-- preguntó Mezquive.

-- Y dónde, está esa mujer? -- preguntó Aysum.
-- Y dónde crees? Al loco de tú hijo, se le ocurrió llevársela, a la tienda de Mezquive.
-- Ah...A la de Mezquive? Ah...Qué mala suerte. Tú...queda, en la tienda. Yo...me encargaré, de echarle un vistazo.
-- Ojalá estés pronto, de vuelta. Ojalá-- Trata de arrancarlo-- le dijo al chofer.

-- Ah...Usted se llama, Leyla? -- preguntó, la mujer.
-- No!! Yo me llamo, Mezquive. Leyla, es el nombre, de mí hija.
-- Ah...Así que tiene, una hija?
-- No...Tengo, dos hijas!!
-- Sí. Tiene dos hijas. La otra, se llama Sanem! Mi querida, Sanem!
-- Sanem?
-- Sí, señora. Yo quería casarme con ella. Pero ella, no me lo permitió. Aunque el amor, pone obstáculos, yo voy ha seguir, intentándolo.
-- Todo es mentira. Eso, se lo está inventando, Musafer. -- dijo Mezquive.
-- Oh...Entiendo. Las relaciones aquí, no son fáciles.
-- Y usted...cómo se llama, señora? -- preguntó Mezquive. -- la mujer, ni respondió.
-- Hola, soy Aysum. Es un placer.
-- Muchas gracias.
-- Las presentaré. Ella es, mí madrecita. --dijo Musafer.
-- Hijo...Por qué, te has traído a esta mujer, a la parte más pobre del vecindario? En la que siempre hay, perros y gatos, callajeando por todas partes?  --dijo  Aysum, humillandola.
-- Anda. Lárgate de aquí. Antes de que eche yo de una vez? Anda!!-- le dijo, Mezquive.
-- No me quería, aunque insistieras. Porque la señora, quiere encontrar casas aquí. Y yo podría ayudarla, en ese tipo de negocios.
-- Sí, sí. Este un buen sitio, para invertir.
-- No señora. Esto no es un buen lugar, de invertir. Busquese, en otro lugar-- dijo Mezquive.
-- Cómo que no? Es un paraíso, para la inversión.
-- Hay muchas casas en venta, por aquí.
-- Pues...
-- No...Esas casas, no son como las residenciales. Es imposible.
-- Señora, para mí...no hay nada imposible.

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