2a parte.

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Al creer que Sanem estaba coqueteando con el hijo de la señora Remide, Can, se pone celoso y este le pide cabreado que lo acompañe a su despacho. Mientras, por otro lado, Leyla llega al barrio en un taxi y Osman, la esta esperando.
--Es aquí, hemos llegado.
--Bienvenida--le dice Osman, al abrir la puerta del taxi.
--Hola cielo. Qué tal?
--Ah...te echado de menos. Te llevo, las maletas.
--Vale. Bueno.
--Bueno, y que tal?
--Lo he pasado, fenomenal. Me han dicho que un potencial para ser una empresaria de éxito.
--Claro, que sí. No hace falta que te lo digan unos desconocidos.
--Aayy, Osman. Siempre tan agradable. Y eso, que es?
--Aahh, son albóndigas veganas. Se las traía a tu madre, pero seguro que a ti también te van a gustar.
--Anda. Albóndigas veganas, que buena idea. Oye, tienes mucha iniciativa, sabes?
--Bueno, no creas. Había pensado en crear mi propia marca, o al menos, intentarlo.
--Me parece una idea genial. Mi innovación en Ankara era crear ideas y marcas, y si quieres, te enseñaré lo que he aprendido.
--Pues sí. Por mí, encantado.
--Gracias hombre. Para eso están los amigos, no? Y más después de lo que hiciste por Sanem.
--Claro, para eso están los amigos. Quizás luego, te apetecía tomar algo. Esta noche.
--Ay, me gustaría mucho, pero es que tengo mucho trabajo y seguro que llegaré tarde. Pero si quieres, podemos quedar mañana, o el sábado. Podríamos tomar algo y charlar, mm?
--Aamm. Perfecto, claro Podríamos quedar mañana, eehh?
--Estupendo. Te veo, superilusionado, eehh? Muy bien, si señor. Muy bien.
--Toma esto.--dijo dándole las albóndigas venganas.
--Gracias.
--Aaayyy.
--Muy bien, Osman.
--Adiós.
--Adiós. Muy bien Osman. Muy bien. Lo conseguiste--se dijo, ilusionado.

--Señor Can, me ha llamado?--preguntó Gollit.
--Gollit, el otro día vi que te habías preparado un buen desayuno. Me puedes hacer uno igual, por favor? Y...si puede ser con zumo de naranja, mejor.
--Por supuesto.
--Es que hago ejercicio por las mañanas y necesito reponer energías.
--Hoy está de muy buen humor. Que ha pasado?
--Vamos, vamos.
--Vale, está bien. Ahora le traigo el desayuno. Que aproveche--dijo después de llevárselo.

--Muy bien. Un trabajo, estupendo--dijo Leben.
--Gracias, muy amable--dijo, Embre.
--Luego voy a ver a Can, para la parte creativa.
--Perfecto. Está en su despacho.
--Muy bien. Hasta pronto.
--Hasta pronto. Adiós.--Dime Aylim.
--Embre, porqué no coges el teléfono? Es que no te interesa, lo que tengo que decirte?
--Ahora no puedo hablar. Tengo mucho trabajo y no lo entiendes? Te pedí tiempo para considerarlo.
--Está bien. Pues usted, perdone. Pues vas a saber tú, lo que es esperar--se dijo.

--Me gusta, planificar el día--dijo Leben.--levantarme, reunión, almuerzo...lo tengo todo, planificado en mi agenda.
--De...verdad? Todo?
--Sí, lo llevo todo. Y tú?
--Bueno... yo impreviso sobre la marcha y han caído bastante a mi aire, sabes?
--Venga. Ya llevo aquí 20 minutos y ya es hora de hablar de trabajo. Vamos allá.
--20 minutos, ya?
--Sabes que llevo el producto orgánico de nuestra empresa.
--Lo se, lo se. Sí, claro.
--Queremos abrir una tienda, dedicada a ello. Fue idea tuya.
--Mm.
--Para ser preciso, creo que fue idea de Sanem.
--Así es. Se le ocurrió, a Sanem.
--Le voy a encargar, de supervisarlo. Voy ha echar un vistazo y voy. Tranquilo, no te entretendre.
--No. Puedes estar, el tiempo que quieras..
--Mi madre querria que hablar también con Sanem. Por cierto, quien es Sanem? Está, por aquí?
--Aamm. Con permiso. Los cafés-- interrumpió Sanem.
--Muchas gracias.
--Que aproveche.-- Señor Can, el suyo sin azúcar. Como siempre, aquí está.
--Y esto?
--Como usted dijo que el café se lo trajera Geygey, pues yo lo he traído. Ya lo he probado, está muy rico. A veces es bueno, hacer cambios. Se lo recomiendo.
--Sanem, te pasa algo? Tienes algún problema?
Leben, casi se atraganta.
--Aahh, ella es Sanem?--preguntó.--precisamente, hablamos de ti. Encantado, me llamo Leben.
--Encantada, señor Leben.
--Podemos reunirnos los tres, si es posible?
--Disculpe? Porque...de que, se trata?
--Es sobre el producto orgánico, de Galila. Soy el hijo, de la señora Remide.
--No me digaa!!
--Mm.
--Claro, por supuesto. Ahora mismo, voy. Voy ha dejar la bandeja. Voy ha coger una libreta y enseguida voy.
--Bien.
--Vale.
Can, la miraba un poco celoso.

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