Cap 23

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Aylim, llama a Embre, que está en su casa, que está aún en convalecencia y le exige vaya a la agencia para quitar la bolade cristal que estaba en la oficina de Aderen. Allí se encuentra, Embre, que al final decide ir por la amenaza de Aylim y saca la bola con disimulo escondiendosela detrás de la espalda. Por otro lado, al salir Sanem de la oficina, se encuentra con Fabryk, exigiéndole que le de el perfume. Ella se niega, pero la cosa se pone tensa cuando aparece él, y le dice que el perfume, no se lo va a dar y le entrega el pago del perfume, por lo mismo que Fabryk lo había comprado. Pero este le dice que en su empresa, las cosas, no son así, que le tiene que dar el doble. Can se enfurece, y lo agarra del cuello, pero al final, se lo da a pesar de los ruegos de Aderen. En éste momento, ella está en su casa, haciendo su perfume, mientras recordaba, lo que él le dijo que el perfume, le pertenecía.
"Tú perfume, ahora me pertenece a mí. Lo has comprendido?

"Hace un par de horas, estabas convencida de que Can, sospechaba de ti. Qué ha pasado? -- preguntó, la voz.
-- M,m. No sospecha que mí. Estoy segura.
"Y cómo puedes estar segura de eso?
-- No has visto, como me ha defendido, del señor Fabryk? Y me ha dicho: tú perfume, sólo me pertenece, a mí. Jojojo, ahhh.
" No tiene nada que ver contigo. Sólo son, peleas de machos.
-- Pero mira, que eres mala. Qué cosas, dices? Vete, vete. Sal de mí cabeza. Sal. Le gusta, mí perfume.

-- Buenos días-- dijo él, al llegar a la agencia.
-- Buenos días.
-- Hola, buenos días. Qué tal? -- preguntó él, al instalador de cámaras.
-- Can. He pedido, que instalen cámaras, de vigilancia-- dijo Aderen.
-- Vale. Me parece, genial. Pero qué se den prisa. No se los cuele, otro espía.
-- DDescuida. Iban a hacerlo, en una semana. Pero he conseguido, adelantarlo.
-- De acuerdo. Está lista, la sesión, cinematográfica?
-- Sí. No te preocupes. Está lista.
-- Vale. Algo más? -- preguntó él.
-- Sí, una cosa más.
-- Cuéntame. Pero espero, que no tenga que ver, conmigo.
-- Ah...Es sobre un asunto, que ya conoces. Te acuerdas del cheque, que le diste a Fabryk? Podrías adelantar el pago, con el adelanto que nos ha dado Sayda. Y ya sabes, en qué situación estamos.
-- Aderen.
-- Sí?
-- Eh...De vez, en cuando, Emm...yo también pienso en la agencia.
-- No quería decir eso. Claro que piensas, en la agencia. Lo que quiero decir...
-- Voy a vender, la casa.
-- Qué, casa? Ah! La cabaña, qué tienes. Ya sé. Pero, aún así...
-- Aderen. Yo resolvere, el problema. Tú tranquila. Mira...todavía, no estoy del todo despierto. Así que, cambia de cara, y no me mires en plan de "estámos acabados. Por favor. Tú ocupate de los marineros, y déjame a mí, barear el temporal. De acuerdo?
-- Muy bien, ah...para mí, los marineros. Y qué no cunda, el pánico.
-- Sí señora. Bon giorno-- dijo él, al ver a ella, con el vaso de te.
-- Sí.
-- Hola. Buenos días. -- dijo él.
-- Buenos días. Le traigo el te, señor Can.
-- Bueno. Pues entonces, yo me voy? -- preguntó Aderen.
-- Sí. Y recuerda, tú los marineros, y yo, el temporar.
-- Vale. Yo los marineros.
-- M,m.

-- Qué, guay. -- dijo él.
-- Muy guay.
-- El te.
-- Sí, el te. Qué, aproveche. 
-- El te, y tú también, estáis, muy guais. Entiendes? Es un conjunto, muy bonito. Así en rosa. -- dijo él.
-- Eh...Esta mañana...me ha dado, por ahí.
-- Ya.
-- Mm, verás. Tengo un regalo, para ti, y...venía ha dártelo.
-- Para mí? Un regalo?
-- Bueno. No es nada...comparado, con lo que tú, has hecho por mí.
-- Qué he hecho?
-- Pues enfrentarte...al señor Fabryk, por mí culpa.
-- Mira. No vuelvas ha decir más, ese nombre. Ahora...ése no es, mí problema.
-- Pero todo esto, ha sido, por mí perfume. Así que...
-- El perfume, dices? Yo creo, que es mío.
-- Y éso?
-- Sabes? Aquella noche...sin siquiera...verte la cara...la noche, que nos conocimos, cambió mí vida, para siempre. Yo era un barco, a la deriva, en la niebla. Pero en la vida, hay cosas, que no cambian en la vida. Lo entiendes?
-- Lo entiendo. No...lo entiendo. Bueno...no sé, lo que entiendo, y lo que no, entiendo. Qué calor, hace aquí. -- dijo ella, cambiando de tema-- bueno...te voy a dar el regalo... antes de que se rompa.
-- Qué es?
-- Un perfume...qué he hecho, para ti.
-- Para mí? Es de flores?
-- En realidad...sólo es, una flor.
-- Y...tiene, nombre?
-- No tiene.
-- No tiene?
-- Es una flor...muy rara. Claro que tiene, nombre. Violeta, oculta.
-- En serio?
-- Es una flor, muy especial. Y muy poco, común. Sabes? Es un milagro, que la haya encontrado. Es muy difícil. Ah...Parece que sea, muy fuerte. Pero en realidad, es gracil. Y se puede salvar la vida...ocultandose, para que nadie, la vea. Am...Huele, esto-- dijo ella, abriendo el frasquito.-- únicamente...se puede ver, en primavera. Cuando a ella, le apetece. Florece, bajo tierra. Huele. Siente, su aroma. Mirala también. -- sus ojos, se acercaron.
-- Tú has visto, su color? -- preguntó él.
-- Claro.
-- La has, olido?
-- También.
-- Sabes que has olido, sólo para ti?
-- Lo sé.
-- Señor Can-- interrumpió Geygey-- eh...-- Geygey, se dió cuenta de todo.
-- No entiendo, señor Can. No sé qué hay, en esa carpeta-- fingió ella.
-- Señor Can...están instando, las cámaras nuevas. Y no habrá, secretos. Van a ser, muy interesantes. Y creo que será mejor, que no las pongan-- dijo Geygey, casi ahogado, y echando a correr.
Él, olio el perfume otra vez, y dijo; Sanem.
"Aquel que vío el mundo, por primera vez, brilló cómo el sol, en un nombre-- leyó él,  mensaje.
"Cariño. Recuerdo cuando me dijiste, que era una poeta-- seguía ella leyendo. --escribo, estos versos, sólo para ti. Si te gusta, no lo recites, como un poema.
" Porque cada año, la voy ha escribir. Cuando llega el frío,
"Después de recorrer, miles de kilómetros, te escribiré, la alegría del ave,-- siguió ella -- que llega al fin, al Sur.-- siguió él-- en cada momento, y en cada etapa.-- Con su propio aroma -- terminó ella.

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