Cap 27

356 5 0
                                    

En el barrio, que se estaba rodando una serie, Musafer, recibe un puñetazo de Osman, ya que era uno de los maleantes. Pero en realidad, fue porque vio a Leyla, con Embre, que habían llegado allí, después de la velada romántica. Después, van a la oficina, a coger unos papeles que tenía que firmar, y antes de que entrara, Embre, tiró de ella, besandola en los labios. Aylim, que estaba en el parking, vio aquello, y loca de celos, le exige que la deje o le contará a Leyla y a Can, cuando tuvo la conversación con Fabryk. Por otro lado, ella, le dice a él, que para estar juntos, de una vez, y sin los cotilleos de la gente, tenían que comprometerse y casarse y su respuesta fue: pués, nos casamos. Y sus ojos, brillaron.

-- Ah...Qué...has dicho? -- preguntó ella.
-- Sanem. Si la única explicación, es que nos casemos...nos casamos.
-- No...No quería, decir eso. Es decir...No me gustaría, meterte, tanta presión. No es, lo que quiero.
-- La presión, la siento, cuando estoy lejos de ti. Quiero tenerte, siempre a mí lado. No digas, que vas a dejar, el trabajo. Quiero...Qué me lo prometas. Vale?
-- Vale-- dijo ella, abrazandolo.

-- Hola Osman-- dijo Leyla, al abrir la puerta.
-- Hola Leyla. Qué tal?
-- Estoy bien...gracias. Y tú, que tal?
-- Bien, también. Estaba, ah...preocupado. Ayer te vi disgustada, y decaida.
-- No he estado, muy bien. He estado...un poco rara. Pero...ya sabes. Se me pasará.
-- Y...hoy, no vas a trabajar?
-- No, hoy no. No, estoy...no estoy preparada, para ver a Embre. Y tu, que tal? Como te van los anuncios, y...los rodajes.
-- Muy bien. Trabajo, de actor, de reparto.
-- Sí..? Que bien? Me alegro mucho, por ti.
-- Muchas gracias.
-- Y la carnicería?
-- La lleva, Ayham. Y mí empleado, le echa una mano. Ah...he venido, a pedirte, otra cosa. Te apetece, ir al mar? Y tomamos algo, y...te cuento algo del rodaje. Es muy curioso.
-- Vale...Voy ha decirselo, a mí madre.
-- Bien.
-- Mamá..?-- Osman, estaba feliz.

"No sé, si lo sabes. Pero sonríes, como una boba. Le has agobiado, un montón. Con tú miedo, al que diran. Le has obligado, ha decirle, que os caseis. Le has sonreído, como si lo hubieras hecho bien-- le dijo, la voz de la razón.
-- Sanem?
-- Cariño?
-- Estás bien? -- preguntó, al ver que se tapaba los oídos.
-- Ah...sí.
-- Mm?
-- Es que, hemos hablado, de muchas cosas.
-- Ya...Pero no hemos hablado, de cualquier cosa. Te he pedido, matrimonio.
-- Ya...ya, lo se. Pero creo, que me has entendido mal.
-- Por qué?
-- Porque...No te he pedido, que nos casemos.
-- No, quieres?
-- No...No quiero, así. Nos hemos liado. No quiero, que me malinterpretes. Sí...ha sido eso. No debería haberte presionado, a obligarte, a casarte conmigo. Tiene que ser, que salga de ti.
-- Pero si no, me siento obligado.
-- Lo importante. Lo más, importante, es que los dos nos queremos.
-- Claro. Totalmente, de acuerdo.
-- Pensamos, lo mismo?
-- Claro.
-- Ya...
-- Es muy importante, que los dos, pensemos, lo mismo.
-- Mucho.
-- Sí.
-- Oye...Can.
-- Sí?
-- Y si pasamos, por el médico, antes de ir a la oficina, a que te miren los ojos?
-- No...no hace falta. He hablado, con él, por teléfono. Me ha recetado, un colirio, y ya los tengo, mucho mejor. Tengo un problemilla, en la cornea, y me operare, cuando tenga tiempo.
-- Vas ha operarte?
-- No te preocupes. No es, nada grave. Tengo los ojos, muy sensibles. Así que llevaré, las gafas, una semana más.
-- Un momento...ya verás.
-- Tú también, vas ha llevar gafas?
-- Sí...Para que no, te sientas sólo.
-- Siempre, ayudándome. Muy bien. Me alegro, de haber decidido, casarme, contigo. No me, arrepentire.
-- Voy a llevar, las gafas siempre.

-- Qué pronto! Cuéntame-- respondió Embre, al teléfono. Era Aylim.
-- Has hablado, ya con ella?
-- Sí...Ya he hablado. Y lo hemos dejado. Contenta? No quiero, volver a verte.

-- Espera. Espera.
-- Qué pasa?
-- Ven, ven, ven. No hemos hablado, de los compañeros. Qué le vamos, ha decir?
-- De qué?
-- Somos pareja, pero no se lo hemos dicho. Decidimos, guardar las distancias. Que hacemos, ahora? Seguimos igual. Para...Para no tener que dar, explicaciones. Seguimos igual, eh?
-- Ya estoy harto. No tenemos nada, que ocultar-- dijo él, cogiendole de la mano.
-- Can...Can. Todo el mundo, nos mira.-- dijo ella.
-- Ajá.

 Soñando Contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora