2a Parte

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Mezquive, que había visto la foto del periódico, entra como un huracán, en la agencia, para pedirle explicaciones, a Can. Allí, los dos, montan un pequeño y divertido teatrillo, para hacerle a Mezquive, que no era lo que ella pensaba que era. Convencida de que lo que le habían dicho, era la verdad, Mezquive, regresa al barrio, para decirles a las vecinas, que todo era falso. Cuando su madre se marchó, de la agencia, entre los dos, montan un "espectáculo" para que hacer ver a los empleados, que aquéllo, era falso también.  Mientras tanto, Nihad, furioso viendo la foto del periódico de su hija con él echando chispas.

-- Venga abuelo, apartate. Te compraste, el carnet, en una tienda? -- preguntó, un joven.
-- Déjame en paz. Y  sí, me dieron el carnet, en una tienda, y soy el dueño, tira...-- le dijo, Nihad.
-- Es verdad. Conduces demasiado lento. Podría acelerar, un poco-- dijo, la pasajera.
-- Mire...Yo conduzco, así. Bajase si quiere. Que no le voy a cobrar nada.
-- Cómo me voy a bajar. Aún no he llegado.
-- Está a 3 paradas, de autobús, aquí. Y tiene la parada, aquí mismo. Coja el bus, y ya verá, como irá a la velocidad, que le gusta.
-- En la vida, me habían tratado así. Qué vergüenza. Por Dios. -- dijo la pasajera.
-- Tiene, toda la razón. Bajese, del coche-- le dijo, Nihad.
-- Voy ha poner, una queja.
-- Claro que sí, señora. Haga lo que le de la gana. Fuera.

-- Hola Yance-- contestó Yeida, al teléfono-- no...Es que me he levantado, un poco tarde. No...Qué pasa? Can y Sanem? Pero que, dices?...Vale! Cuelgo y lo miro. Cuelgo.

-- Sanem, puedes venir? Dónde estás? -- preguntó él.
-- Can...está trabajando, en el archivo ahora mismo-- le dijo Geygey.
-- Perfecto. Lo único, que le pido, que escriba un guión, y encima, me lo entrega tarde. Esto no puede ser. Es inconcebible...Esta...en el archivo? -- preguntó él.
-- Sí...
-- Es verdad. Tiene razón. Sabes que? No me extrañaría nada que acabase despidiendo a Sanem.-- dijo Gollit.
-- Callate! No digas...esas cosas. Además, que harás en la fiesta, para celebrarlo? Harás algún modelito, ta,ta,ta, y te pondras a bailar? Digo yo.  -- le dijo, Geygey.
-- Yo solo sé, lo que veo. Ésta, super enfadado. -- dijo Gollit.
-- El perfume, del jefe, aún está en el aire. Así que, deja de hablar, así. Pero la verdad, es que huele bien. A Canela. Se pega, en la nariz. Pero dicen, que la canela, es...afrodisiaca. Solo contaré, cuál es. A lo mejor, lo puedo usar yo también -- dijo Geygey.
Ya está bien. Tú solo, ve a oler algo, y dejame en paz-- le dijo, Gollit.
-- Vale-- Dejad de cotillear. -- dijo Geygey.
-- Tengo razón, o no?-- preguntó Gollit.

-- Mirala. Si parece que está escribiendo, la Constitución. Solo le he pedido, un guión-- le dijo él.
-- Ah...señor Can. Casi he terminado. Dejeme que lo repase-- dijo ella.
-- Deja de fingir. Me siento, fatal. No puedo, tratarte así. No puedo, con esto. No puedo más.
-- Yo tampoco...Ah...-- dijo ella, cuando vio la cámara.
-- Qué pasa? Qué te pasa?
-- Que nos miran.
-- Quién, nos miran? -- preguntó él.
-- La cámara.
-- Dónde está? Mm...No la veo. Dónde está, la cámara?
-- Está, detrás de ti. No la busques. Aquí hay cámaras, por todas partes.
-- Por qué? Porqué, tuve que poner, camaras?
-- Ah...Adónde vamos, entonces?
-- Eee...En esa esquina, parece, que está fuera del ángulo, de la cámara.
-- Se va a convertir, en nuestro rinconcito, del amor.
-- Eso. Tú ve allí. Pero, despacio. No corras.
-- Sabes si la cámara, emite sonido?
-- No tengo, ni idea. Pero, ve allí. Y yo ahora, voy contigo.
-- Con lo bien, que estábamos, en el ascensor...Ah...Cómo voy a echar de menos, esos momentos.
-- Ya...Ve allí. Ahora, voy yo.
-- Es como un juego. 3,2,1...Ah...Señor Can.-- dijo ella.
-- Exacto.
-- Mire...Los documentos, que me ha pedido, están ahí-- dijo ella, señalando, los archivos.
-- Dónde dices?-- fingió él.
-- Aquí, no nos ven-- dijo ella, despacio.
-- Ah...Seguro? Esos documentos, de ahí?
-- Sí...Creo, que sí-- diciendo ella, que se acercara, con el dedo. -- puede ayudarme? No sé, si están todos aquí. -- dijo ella.
-- Ahora voy. Ahora voy-- dijo él.
-- Bien...No nos ven aquí.
-- Creo, que es éste.
-- Ya.?
-- Es ese archivo, de ahí.
-- Seguro?
-- Sí...Me parece, que es éste de aquí. Haber...
-- Éste?
-- Sí.
-- Es este, de aquí.
-- Ah...Es éste.
-- No nos ven.
-- A ver.
-- Lo creo.
-- No nos ven. Haber, lo voy ha poner, aquí. Aquí, no nos ven, mmm.
-- Te llaman-- dijo ella, al sonar su móvil.
-- Quién, me llama ahora? -- preguntó él, cogiendo el móvil. -- eso, pon el altavoz.--le dijo.
-- Hola Can.-- dijo Yeida, por el móvil.
-- Cómo éstas-- preguntó él.
-- Bien. Y tú, que tal?
-- Pues muy bien. Trabajando. Ya ves.
-- Me imagino. Tengo noticias. Mag, nos ha invitado a cenar con él, esta noche.
-- Ah...Qué bien.
-- No, esta noche-- interrumpió Sanem.
-- Sí...Me ha llamado. Dice que quiere hablar contigo, en persona.
-- Genial! El qué? Qué bien.
-- Esta vez, tienes que aparecer. Sino, se sentiría ofenfido.
-- Ya. Por supuesto, que iré.
-- Vale! Quedaremos, así. Pues te mando, la dirección, y la hora.
-- Vale. Nos vemos.
-- Besitos....
-- Besitos, así, en plural-- dijo ella, cortando el móvil.
-- Por donde, íbamos?... -- ah...sí. Iba a besarte-- dijo él.
-- Parece que ya te ha besado, Yeida. Siempre, como me has besado a mí también. Qué cena es? Y...donde?-- preguntó ella.
-- Una cena, con Magkinon.
-- Con Magkinon? Ja,ja.
-- Sanem. Magkinon, es un hombre muy importante.
-- Por qué no te llama, él mismo? Y por qué, te llama esa mujer?
-- Solo vamos a estar juntos, un par de minutos. Quieres estar,perdiendo el tiempo por eso?      
-- Es verdad. Mañana también tendremos, 3 minutos, para estar solos?
-- Claro.
-- Can.-- interrumpió de pronto Aderen.
-- Ah...Un terremoto-- fingió ella.
-- Ah...-- gritó Aderen.
--Buee-- dijo él. -- Es lo que pasa, cuando entras gritando. Lo ves? Lo ves?-- le preguntó él, a Aderen.
-- Y qué quieres, que haga? Tengo fobia, a los terremotos, y me da mucha ansiedad. Qué estáis haciendo, los dos aquí? Eso es, lo que quería preguntaros, pero no me parecía apropiado.  Pero quiero, cambiar, de tema.-- Can. Nos acaban de decir, que van a cortar la luz, durante 24 horas y tenemos, que empezar, la campaña. Así que, si no podemos trabajar, y no se lo podemos entregar a tiempo. Que, vamos a hacer?
-- No pasa nada. Avisa, a todo el equipo. Los de la campaña, que trabajen en mí casa. Y el resto, en la suya. Avisales a todos. Entendido?
-- Y el problema, está resuelto? -- preguntó Aderen.
-- Exacto.
-- Señor Can. Éste es el archivo, que buscaba?-- interrumpió ella. 
-- No, Sanem. No es el archivo, que estaba buscando. Se puede saber, donde tienes, la cabeza? No puedes ir, adelante? Ya te digo-- fingió él, pateando los documentos. 
--. No puedo más. Voy a dejar, el trabajo. Porqué, me,tiene que gritar, todo el mundo? Preguntó ella, fingiendo.
-- Ah..!-- gritó, Aderen. --  haz lo que quieras. No pienses, en mí. Pero eso es, que he sufrido yo aquí. -- dijo Aderen.
-- Y encima, nos vigilan, todo el día, con cámaras. Es imposible, estar libre --  gritó ella. Y cuando se fue Aderen, rió. Su actuación, había sido efectivo.

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