3o parte

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-- Agmed, no puedo conectarme. -- dijo Embre-- qué está cerrado? Quién, lo ha ordenado? De acuerdo. Te llamo luego.-- Has ordenado, desconectar el servidor? -- preguntó Embre.
-- Mmhnn. Vamos a usar contraseñas. Hay que saber, quien controla los Emails.
-- Qué es lo que buscas? No lo entiendo, hermano.
-- Si quieres que esto funcione bien, hay que encontrar al espía. Nos roban muchos proyectos, y se los pasan a Aylim.
-- Has desconectado, el servidor-- dijo otra vez.-- también, soy sospechoso?
-- Tampoco exajeres. Tienes algo que ocultar, eehh? Mira, sólo compartiremos los archivos con Sanem. Ella entregará las propuestas. Tú, yo y Sanenm.
-- Sanem? Porqué, ella?
-- Porque empezó ha trabajar ayer. Por se motivo, elijo a Sanem.
-- Pero, no tiene experiencia.
-- Pues, mejor.
-- Si no sabe, hacer nada.
-- Le enseñaremos. Es lo mejor. Sólo podemos fiarnos, de ella.
-- Lo que tú digas. Muy bien.
-- Sólo llevas cinco minutos, sin ordenador, y mira que cara tienes. Estás, desencajado. Sal y tomate un mokalate-- Sanenm, puedes ir al despacho de Embre? -- Estaréis un par de horas, sin servidor.descontados al servidor. A partir de hoy, usareis, contraseñas, y la contabilidad, el departamento creativo y administrativo, estarán por separados.
-- Pero señor, yo trabajo tanto como en contabilidad, como en administración-- dijo Leyla.
-- El sistema, ha cambiado. Ahora sólo tendréis acceso, a un departamento. -- Hay algún otro ordenador, que no sea el de la oficina?
-- Yooo-- respondió Leyla-- llevo el portátil, a todas las reuniones.
-- Es, ese?
-- Sí.
-- Dejamelo.
-- Es qué sospecha, de mí? Cree que soy, la espía? -- preguntó Leyla.
-- No. Sólo es por precaución. No te ofendas. Todos los ordenadores, serán revisados.
-- Pero señor, sin el ordenador, no puedo hacer nada. No puedo, hacer mí trabajo.
-- No hace falta que vengas a la oficina, unos días. Te llamaré, cuando esté listo.
--Aquí tiene--dijo Leyla, entregando el portátil.
Y Leila, se marchó, enojada.
--Estoy bien, gracias.
Por otro lado, el móvil de Embre, suena.
--Dime?
--Qué, ha pasado. Me ibas ha mandar un archivo.
--Tenemos problemas.
--Por qué? Es por Can, que ha empezado a ser el jefe duro?
--Basta Aylim. Dice que va ha a coger al topo. Si no voy con cuidado, podían pillarme.
--Embre, necesito los archivos. Qué, hacemos?
--No puedo enviartelos. Han engripado, los ordenadores. Controla, todos los Emails. Es muy difícil.
--Pues busca a alguien, que pueda hacerlo por ti. Alguien, del que puedas prescindir. Me lo prometiste. Dijiste, que controlamos el negocio. No hay nadie, que pueda coger el archivo? Alguien, habrá.
Mientras Sanem hablar sola, Embre, la observa.
--Por favor, no me eché, necesito este trabajo. Mi uno defecto, es hablar con sinceridad. Pero, es el único.
--Aylim, te llamo luego--dijo, cortando el móvil.
--Bueno, pues despidame--terminó terminó ella.
--Señor Embre, el señor Can, está en su derecho de despedirme. La verdad, es que estoy perdida en este tipo de sitios. Es que, no se ni que decir.
-- Sanem, nadie te va a despedir. Tranquila.
--El señor Can, malinterpreto lo que dije.
--Tranquilizaos todos. Estoy bien, gracias--decía Leyla.
--Le ha pasado, algo malo a mi hermana?--preguntó ella, al oírla.
--Gracias, estoy bien.
--Todos somos sospechosos--se escuchó.
--Leyla, que ocurre?--preguntó Embre
--Señor Embre, su hermano, me ha mandado a casa.
--Y, porqué?-- preguntó ella..
--Qué te ha mandado, a casa? No entiendo.
-- No, no. Leyla está despedida. -- dijo Geygey.
-- Geygey, no bromees con eso. Siempre igual. No es para tanto, el señor Can, ha dicho que era una cosa temporal.-- dijo Gollit.
-- No, está despedida. Está claro. Ella dijo que si sospechaba de ella, y el no contestó. Está claro Es evidente. Te ha despedido, Leyla
-- Sí, hace un tiempo le dijeron a él, vete a casa y descansa un par de días, y luego nunca volvió. Es posible, que también me haya despedido.
-- Sí. Estás despedida, y tú hermana Sanenm, también.
-- Geygey, basta-- dijo Embre-- todos ha trabajar. Venga.
-- Ahora mismo.
-- Cuéntame. Qué ha, pasado?
-- El señor Can, se ha llevado mí portátil y me ha dicho que me quede en casa unos días. No sé, de verdad. Cómo puede pensar, que yo soy una espía? Cómo, voy a ser yo? Estoy aturdida. Me siento fatal.
-- Cómo es posible? -- dijo Sanem-- iré a hablar, con él.
-- Sanem, ni se te ocurra-- la paró, Leyla.
-- Cómo vas a ser tú, el topo? Es indignante, que hagan esto.
-- Sanem...por favor.
-- No hay problema. Hablaré, con mi hermano. -- dijo Embre.
-- Su hermano, ha salido.
-- Bueno, vete a casa. Te prometo, que lo resolvere. Vete.
-- Sí, gracias, señor Embre.-- Vámonos-- le dijo a Sanem.
-- Sanem, se queda. Me ayudará.
-- Claro-- dijo, Leyla.
-- Sanem, al despacho.
-- No te agobies--se dijo Sanem,-- y echándose a correr.

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