Cap 24

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Yayda y Yance, acuden a la agencia, para ver la sesión de fotos. Cuando terminan, Yayda le dice a él, que cumpla la promesa de que le hiciera una foto a ella. Sanem se enoja, y hace todo lo posible para evitar que le eche las fotos. Después de aquello, los abogados de Fabryk, aparecen en la agencia, con el cheque que él le firmó, por el acuerdo, del perfume y qué quiere seguir siendo socio comercial de la agencia. Can, entra en cólera, cuando ve a Aylim entrar en la agencia, y Embre, finge estar furioso con ella, ya que ha se ha convertido en su representante.  Can llaga furioso, a la empresa de Fabryk, golpeando las puertas de las oficinas, pero no lo encuentra. Al final, es Mine le dice, que se ha ido a Italia. Cosa que era cierta. Antes de que él llegara de nuevo a la agencia, Sanem, no se traga la historia de la trama, y directamente, le dice a Embre, que él también está metido en el ajo. Después de una fuertes palabras, le dice Embre a ella, que si supuestamente fuese verdad, tendría que irse de la agencia, echaría a Aylim y él, recuperaría las acciones. Ella se queda de piedra, ante su chantaje, y cuando está a punto de aceptar, llega él.

-- Señor Can-- dice ella, al verlo entrar.
-- Can. Te estaba buscando-- interrumpió Aderen-- quiero preguntarte, algo importante.
-- Es urgente? -- preguntó él.
-- Muy urgente.
-- Ya. Supongo que sino hubiera sido así, no hubieras interrumpido. Vale vamos-- dijo él.

-- Can. Necesito que repases esto, porque la imprenta, está esperando tú aprobación.
-- Vale. Déjame ver. Un momento, quiero leerlo bien.

-- Bueno Sanem, que dices? Vas a aceptar, mí oferta? -- preguntó Embre, a ella.
-- Así que su solución, es chantajearme.
-- No es chantaje. Te estoy ofreciendo, un trato. Si tú dejas, esta empresa, sin hacer ruido. Yo me deshaceare de Aylim. Y recuperare las acciones de la empresa. Qué me dices?
-- No me iré, a ningún sitio-- dijo ella, decidida--me quedaré en la agencia, con el señor Can.
-- No quieres irte. Qué bonito-- dijo Embre, después de aplaudir--he intentado, que entiendas la verdad.
-- Qué quieres decir, con la verdad?
-- Lo falso que es tú amor, por mí hermano.
-- Perdona. Cómo dices?
-- Dices que le apoyas, para cuando te pido, que te sacrifiques, para qué pueda ser más feliz, te niegas.
-- Si me niego, es justamente, porque le amo.
-- Sanem. Lo que dices, es una tontería.
-- Es consciente, de lo que está diciendo?
-- Está muy claro. La única responsable, de todo lxo que ha pasado aquí, eres tú, Sanem.

-- Vale. Estupendo. Está todo bien-- le dijo él, a Aderen.
-- De acuerdo.

-- Estaba dispuesta, a dar mí perfume-- dijo ella.
-- Pero no, lo hiciste. Estás tan encerrada, en ti misma, que no ves, lo que hacen los demás por ti. Sanem. Yo estoy del lado de mí hermano. Me deshacere de Aylim, y recuperare las acciones de la empresa. Tanto como si me crees, como si no.-- ella no sabe, que decir-- Hermano. Has podido hablar con Fabryk? -- preguntó, Embre.
-- Aún no. Se ha ido a Italia, y ni su secretaria, ni Mine, me han dado información-- dijo él.
-- No te preocupes. Tienes, mí apoyo. Lo resolvere.
-- Cómo? El desgraciado, ha huido.
-- Bueno. Si hace falta, iré a Italia. Tú debes ocuparte, de la campaña. Déjame, a mí.
-- De qué, estabais hablando? -- preguntó él.
-- El...el señor Embre, y yo...

-- Perdona. Pero tú, quien te crees, que eres?-- le preguntaba Aylim, a Leyla.
-- Señorita Aylim, yo...
-- Tú harás, lo que yo te diga, y punto. Entendido?
-- Señorita Aylim. El señor Embre, y el señor Can, son mis jefes. Yo sólo hago, lo que me piden. Tiene que comprenderlo.
-- Aylim. Qué pasa aquí-- interrumpió Embre--que estás haciendo?
-- Estoy intentando, enseñarles a tus empleados, cómo debe comunicarse, con sus superiores. Pero no tengo, mucha suerte.
-- Mis empleados, saben perfectamente, lo que tienen que hacer. Vete, de aquí.
-- No. Legalmente, no. Pero ya, encontrare, una solución. Aylim. Aquí no eres, bienvenida. No lo hagas, más difícil, y vete.
-- Yo ya no soy, la Aylim, que tú conociste. Es decir. Han terminado, los juegos, las mentiras. Ahora soy, la representante legal, de Enso Fabryk. Así que el éxito, de esta empresa. El éxito, de Enso Fabryk. También es mí éxito.
-- Muy bien. Has terminado?
-- Así es.
-- Pues ya, puedes largarte. Si necesitamos, tú firma, ya te llamaremos. Ahora vete.-- le dijo, agarrandola del brazo.
-- No hace falta que me toques. Puedo salir sola, Embre. Pero...Os advierto, que os vais a arrepentir.
-- Estás bien? -- le preguntó Embre, a Leyla, cuando Aylim se fue.
-- Sí. Gracias, señor Embre.
-- Te apetece, tomar un café?
-- Sí, gracias. -- pero todo aquello, había sido un teatro.
-- Todo esto... Es gracias a ti-- le dijo él, a ella.
-- Bueno...Yo..?
-- Mira... Gracias a ti, he aprendido a escuczhar, y ha perdonar. Sino hubiera el valor, de darle una segunda oportunidad a Embre...Esto nunca, habría pasado.
-- Can.
-- Sanem. Muchas gracias, de verdad.
-- Hola!-- interrumpió Yance.
-- Hola, Yance. Está todo bien? Vamos, al despacho.
-- De acuerdo.
-- Vamos. Pasad.
-- Oh...Yo ya no puedo aguantar más, todo esto-- dijo ella, con un suspiro.

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