Cierro mi computadora en el momento que Vanessa toca la puerta, trago saliva mientras hablo diciendo que puede pasar.
-¿cómo estás?- pregunta mientras se asoma un poco.
-bien- respondo girando hacia ella.
Se adentra más aquí y mira todo para después mirarme curiosa.
-¿segura?- pregunta, solo trago saliva de nuevo.
Nos quedamos en silencio, los nervios comienzan a crecer.
Me mira de nuevo pero esta vez todo buen rastro desaparece de este.
-lo sabe- afirma- ¿no es así?
Trago saliva.
-¿saber qué?
-no soy estúpida, Sofía, lo sabes.
-¿eres tú?- pregunto poniéndome de pie- eres tú quien envía los mensajes- continuo- eres tú quien enviaba los mensajes a mi madre.
Sonríe no de buena manera.
-vamos, hay mucho que hablar- suelta pero niego, suelta un suspiro frustrado y entonces saca un arma mientras me apunta con ella- vamos, hazme caso, a pesar de todo soy tu madrastra.
Veo el arma en su mano y comienza a cargarla finalmente comienzo a caminar con ella, no deja que agarre mi celular, solo me obliga a caminar mientras siento presionando aquella arma en mi espalda baja.
Vamos hasta su auto y me obliga a subir en este, solo comienza a manejar en el camino toma su teléfono y hace una llamada pegando el aparato a su oído.
-la perra sabe todo- suelta, solo trago saliva y miro a través de la ventana, estábamos alejándonos bastante de casa- vamos para allá, preparen todo.
Es lo último que dice, avienta su teléfono y solo continua manejando con prisa, trago saliva, mis nervios comienzan a fallar, no puedo decir nada y tampoco sé que hacer, la miro y ella solo mira la carretera.
Después de un largo camino finalmente llegamos, no sé dónde mierdas estamos solo sé que hay una enorme casa abandonada frente a nosotros, hay un montón de árboles y arbustos dejando a esta en el centro, Vanessa me obliga a bajar del auto aún con su pistola en mano, no podía correr, no podía intentar huir, si lo hacía ella iba a disparar.
Entramos a la casa, está en completa oscuridad, solo huele un poco a humedad, me hace caminar hasta lo que parece ser el sótano, bajamos a este y me obliga a sentarme en una esquina, después de algunos minutos más se escuchan pasos arriba, pasos que cada vez se acercan más hasta que deja ver a dos personas más.
Mis ojos vuelven a abrirse con sorpresa como la primera vez.
Jesús y Natalia también están aquí y por las sonrisas en sus rostros sé que no vienen a ayudarme.
-¿qué hacen aquí?- intento ponerme de pie pero Vanessa me patea haciendo que vuelva a pegar en el piso.
-¿cómo lo descubrió?- pregunta Natalia y los tres me miran.
-no tengo la puta idea- responde la otra rubia- ¿Cómo es que sabes la verdad y quién más lo sabe?- pregunta Vanessa mirándome furiosa.
Me quedo en silencio, si digo la verdad entonces podrían destruir las únicas pruebas que existen.
Vanessa se acerca y me da una bofetada que hace que mi rostro gire por completo.
-¡te he hecho una pregunta, perra!- grita, las ganas de llorar se cuelan en mis ojos.
-encontré tu broche en la escuela- es todo lo que digo- cuando me enviaste las fotos de Rodrigo.
Se quedan en silencio y Vanessa solo maldice.
Eso había sido lo primero que se me vino a la mente y al parecer había funcionado.
-y decías que seríamos nosotros quienes arruinaríamos esto- habla ahora Jesús- y fuiste tú quien lo arruinó.
-¡cállate ya!- grita Vanessa de nuevo- ahí está tu puta, disfrútala- sale de aquí subiendo las escaleras de nuevo, los dos adolescentes frente a mi me miran.
-ayúdenme, por favor- hablo, Natalia solo rueda los ojos soltando un bufido y se va de aquí.
Jesús, solo sonríe un poco, intentó retroceder pero la pared detrás de mi me lo impide, toma unos mechones de mi cabello y los enreda en su dedo.
-todo estará bien, cariño- habla mientras se acerca, muevo mi rostro haciendo que deje un beso en mi mejilla, toma mi barbilla y besa mis labios sin dejarme soltarme- todo estará bien, te lo prometo.
Es todo lo que dice para ponerse de pie e irse de aquí dejándome sola, en cuanto cierra la puerta detrás de si corro hacia esta pero ha cerrado con llave.
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¿Él y yo?
Romance"-nunca creí que tendría que decidir esto- comienzo mientras mis ojos se cristalizan, estaba renunciando al chico que amaba- nunca creí que tendría la oportunidad de salir con el chico que siempre me gustó- la sangre corre por mi frente- ¿él y yo...