capítulo 55

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Después de estar con mis tres chicos por un rato más me fui de ahí, la segunda clase estaba por comenzar y ellos tenían que ir con su equipo, antes del partido tenían que entrenar más. Iba en camino a mi salón pero mi alegría ya no era como la que tenía hace unas horas, ahora estaba preocupada y nerviosa por reencontrarme con Javier, él había sido alguien muy importante en mi vida, aún lo es, y no sé qué debería decirle si lo vuelvo a ver y sé que ese día será hoy, pase demasiadas cosas lindas con él y momentos que jamás olvidaré pero ahora estoy con Rodrigo y aunque tal vez llevemos muy poco tiempo sé que es verdadero y sé que lo que siento por él es real. Llegué al salón y el profesor aún no llegaba así que entre sin ningún problema, mis amigas estaban ahí pero varios de los chicos ya no.

-¿y los demás?- pregunté.

-la directora autorizó que salieran a entrenar.

Asentí mientras tomaba asiento. Ellas siguieron con su conversación pero Mía no dejaba de examinarme con la mirada.

-¿quieres ir por algo de beber?- preguntó atrayendo mi atención.

Asentí sin decir ni una palabra y simplemente salí con ella rumbo a la cafetería.

-¿qué pasa?- preguntó en cuanto nos alejamos del aula.

-recuerdas lo que te conté cuando me di de baja en el instituto anterior- hablé.

-sí, que te ibas porque querías estar sola y poder superar lo que paso.

-¿y qué más?- pregunté.

-que dejabas a personas muy importantes para ti y que no sería fácil.

-esos chicos, con los que me fui, ellos son mis mejores amigos y no los veía desde que me fui del Way School, son parte del equipo rival a los que se enfrentarán hoy los chicos.

-¿es por eso que estas así?- preguntó- Sofía, solo es un partido, no pasará nada, por lo que he oído ellos también son muy buenos así que...

-mi ex estará aquí- solté de repente- ya te había hablado de él.

-¿Jaime?¿si era ese su nombre?- preguntó.

-Javier- corregí.

-cierto, ya lo recuerdo- dijo mientras parecía que intentaba recordar más.

-Mía, fue mi primer amor, prácticamente fue a la primer persona que ame de verdad. Cuando lo deje aún lo amaba, me aleje de ahí pero mi corazón seguía con él- hablé mientras mi voz se quebraba un poco.

-¿aún lo amas?- preguntó sentándose en una mesa.

-no.

-¿estás segura de eso?

Volteé a verla mientras mis ojos se cristalizaban.

-nena, todo estará bien- dijo ella mientras me abrazaba.

-sé y estoy segura de que amo a Rodrigo- hablé- pero me acabo de enterar que él ha sufrido por mí culpa y de alguna manera me hace sentir culpable que todo este tiempo él estuviera pensando en mí y en como podría arreglar las cosas.

-es claro que ustedes dos tienen muchas cosas que aclarar y de las cuales hablar- dijo ella.

-ese es el problema, que no sé si pueda hablar con él, claro que quiero hacerlo porque él se merece demasiadas explicaciones pero no sé si pueda.

-hay tiempo para todo- finalizó mientras volvía a abrazarme.

Después de eso, volvimos al salón y nos incorporamos a la clase, las clases pasaron algo rápido pero lento a la vez y cuando menos me di cuenta ya estábamos iniciando la última clase, todo el día trate de concentrarme totalmente a lo que los profesores decían pero solo era un estúpido intento porque a los cinco minutos pensaba en todo lo que había pasado antes y en como deje algunas cosas.

-creo que necesito un beso de mi persona favorita- llegó la notificación de un mensaje atrayendo mi atención. Era Rodrigo.

-¿sí?¿para qué?- contesté inmediatamente.

-ya sabes, para la suerte, es eso lo que dicen- contestó al minuto.

-dame cinco.

-te espero en el estacionamiento- contestó.

Me puse de pie y pedí permiso para ir al baño y después de que la maestra accediera, salí dirigiéndome al estacionamiento, abrí la puerta y todo estaba desierto, excepto por una persona, mi chico, el cual me regaló una sonrisa mientras me dirigía a él.

-¿así que un beso de la suerte?- dije en cuanto estaba frente a él, los jeans y su chamarra de mezclilla quedaron a un lado ahora tenía el uniforme del equipo y aquel uniforme que hacía que sus ojos y cabello resaltaran más.

-sí, he escuchado que besar a la persona que deseas te trae demasiada suerte- habló mientras se recargaba en su auto.

-¿y me deseas?- pregunté.

-mentiría si dijera que no- Sonreí mientras negaba con la cabeza.

-tienes que concentrarte en un partido capitán- dije mientras levantaba la cabeza y lo miraba conectando directamente con sus ojos.

-y lo estoy- dijo con naturalidad.

Seguíamos mirándonos directamente a los ojos, sin decir nada, solamente viéndonos, por mí cabeza rondaba la idea de contarle de Javier y decirle que esta aquí, pero sabía que si lo hacía no dejaría de pensar en eso y no se concentraría al máximo, mi celular sonó obligándome a bajar la mirada, era un mensaje de Mía.

-apresúrate a lo que sea que estés haciendo, sino la maestra no me dejará salir yo también tengo a alguien a quien desearle suerte- contesté después de terminar de leerlo.

-tengo que irme, me están esperando- hablé dirigiéndome al chico frente a mí.

-¿no me desearás suerte?- preguntó elevando una ceja.

-suerte- dije ocultando una sonrisa mientras empezaba a caminar un poco.

Él sonrió riendo al mismo tiempo.

-de esta no te escapas- dijo tomando mi mano y rompiendo cualquier tipo de distancia que había entre nosotros, una de sus manos estaba posada sobre mi cintura mientras que la otra estaba entrelazada con mi mano, levanté la vista y vi sus hermosos ojos miel viéndome, él era tan increíble y yo era tan afortunada de estar a su lado; mi mirada bajo hasta sus labios y volvió a subir a sus ojos, no podía besarlo, no me sentía capaz de hacerlo, no por mí iniciativa, baje la mirada.

-¿todo está bien?- preguntó.

-sí, solo estoy algo cansada, creo que no dormí bien- mentí, había dormido perfectamente, hasta más de lo que acostumbro.

No dijo nada y simplemente sentí como su mano soltaba la mía para tomar mi barbilla y obligarme a levantar la mirada, unió nuestros labios en un beso el cual correspondí inmediatamente, levanté mis manos hasta entrelazarlas detrás de su nuca, era un beso diferente, no era lento como de costumbre, era más rápido como si ambos necesitáramos devorarnos los labios, tome sus manos que estaban en mi cintura y las pose en mis glúteos los cuales apretó un poco haciendo sonreír mientras tomaba su labio y lo jalaba un poco para después separar mi boca de la de él.

-¿con eso es suficiente?- pregunté sonriendo.

-creo que ganaremos- dijo riendo.

-me gusta escuchar eso- hablé mientras quitaba un poco de gloss de sus labios- ahora tengo que irme.

Me separe completamente de él.

-estoy segura de que ganarán- dije mientras caminaba hacia el instituto- no olvides dedicarme un gol.

-sin duda alguna todos los que logre anotar serán para ti- dijo guiñando un ojo y haciéndome sonreír.

¿Él y yo?Where stories live. Discover now