Capítulo 3

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No podía creer lo que mis ojos veían, trate de pensar que no era lo que veía, trataba de hacerme la idea de que Natalia lo había tomado de la mano, conociendo como es de lanzada se puede esperar todo de ella, estaba tan adentrada en mis pensamientos que no me di cuenta de que Mía me estaba hablando.

-Sofía, ¿me estás escuchando?- pregunta con el ceño fruncido.

-perdón- me disculpo- ¿qué me decías?- pregunte confundida.

-¿que si irás a la fiesta de bienvenida?- pregunta de nuevo.

-no lo sé ¿y tú?

-por supuesto, tienes que ir- habla- no me puedes dejar sola, anda hay que ir- insiste- verás que no la vamos a pasar muy bien ¿sí?- dice haciendo cara de bebé muy graciosa.

-está bien- hable- además, es nuestro ultimo año y hay que disfrutarlo.

-exacto, así se habla, bebé- reí ante su comentario.

Estaba a punto de decirle lo que acababa de ver pero en ese momento el profesor entra y no pude decir nada, sería después.

Las primeras clases pasaron rápido, quizás y fue porque hoy solo fueron presentaciones y lista de útiles, ahora nos encontrábamos en la cafetería, me encontraba sentada comiendo una ensalada cuando de un momento a otro veo a Gerardo, mi hermano mayor, entrar por la puerta buscando a alguien y estoy segura que a quien busca es a mí, él sabe muy bien que no puede venir a la preparatoria ya que yo le había comentado que nadie sabía que yo era parte de la familia Greenwood y si él está aquí es porque algo grave paso, busca a alguien con la mirada hasta que me encuentra y comienza a dirigirse hacia mí, mientras caminaba me daba cuenta de como todas las chicas que se encontraban en la cafetería volteaban a mirarlo.

-hola- saluda sentándose en una silla frente a mi.

-¿qué haces aquí, Gerardo?- pregunto- te había dicho que no podías venir- hable tratando de no subir mi tono de voz.

-también te quiero, hermanita- responde sarcástico- hola Mía.

-¿qué tal Gerardo?- mi mejor amiga saluda.

-no evites mi pregunta, Gerardo Elías Greenwood Wells- hable atrayendo su atención de nuevo.

-¿ahora no puedo desearle suerte a mi hermana en su primer día de clases?- pregunta haciéndose el dolido con fingida resignación.

-no me refiero a eso- aclaro- claro que puedes pero pudiste haber avisado o hacerlo en casa- conteste.

Todos en la cafetería nos observaban, a él todos lo conocen como el hijo del gran Christian Greenwood en cambio a mí no.

-perdón por molestarte, pensé que te alegrarías al verme, hace mucho tiempo que no nos vemos y hoy que te vengo a visitar personalmente me partes el corazón- habla fingiendo una lágrima.

-por Dios, Gerardo- regaño ante su exageración- pero de todos modos muchas gracias y perdón si te hice sentir mal pero tú sabes la posición que tengo aquí- respondo con una mueca.

-lo sé- habla dudoso- pero ¿no crees que ya es hora de que todos se enteren de quién eres?

-verdad que sí- habla Mía metiéndose en nuestra conversación- es lo que he dicho pero tu hermana es más terca que tu padre y con un Greenwood no se juega.

La mire amenazante y ella solo me sonríe.

-¿ves Gerardo? A eso me refiero- habla un poco nerviosa.

-no entiendo como la soportas, tú misma lo dijiste Reed, estar con un Greenwood es muy difícil.

-es por eso que soy su mejor amiga, porque soy la única que esta con ella a pesar de todo- Mía suelta con orgullo.

-si, lo sé, pero no la has visto, cuando se enoja parece que golpeara a alguien.

Ahora hablaban de mí como si no yo no estuviera presente.

-a veces me siento amenazada cuando hace esa mirada asesina, creo que es bipolar es sorprendente como puede pasar de estar enojada a estar feliz y ser la persona más dulce en el mundo.

-lo sé, dímelo a mí, soy su hermano, he pasado toda su vida junto a ella y...

-basta- dije interrumpiendo su conversacion- ¿en serio? Estoy aquí, escucho todo lo que dicen acerca de mí y vaya que no es tan hermoso lo que hablan.

-aún así sabes que te amamos y te amaremos por siempre.

-exacto, aunque a veces pensemos que en cualquier minuto nos mataras.

Ambos ríen y chocan sus palmas.

-bueno, ya basta de bromas, estábamos preguntándote algo, ¿no crees que es momento de decir la verdad?- vuelve a preguntar Gerardo.

-no lo creo- dije desviando la mirada de mi hermano y entonces me topé con la mirada miel de aquel castaño, Rodrigo, trague saliva y solo voltee a cualquier otro punto.

-vamos hazlo, ¿quien vota que Sofía diga la verdad?- pregunta Gerardo y Mía rápidamente levanta la mano al igual que él- ¿ves? Dos contra uno.

-pum bitch- habla Mía riendo.

-si quieres yo lo puedo hacer- responde con una sonrisa Gerardo- si quieres ahora, puedo subirme a la mesa y gritar que eres mi hermana.

Rápidamente se levanto de la silla en donde se encontraba y estaba a punto de subirse a la mesa lo tome del brazo y grite un "no" un tanto fuerte que logre atraer la atracción de toda la cafetería, voltee a verlo y él solo tenía una sonrisa en su rostro, mientras que yo estaba muriendo de vergüenza.

-eres un tonto- le dije aún con todas las miradas en nosotros.

-pero así me quieres- responde riendo.

-lamentablemente sí- afirme.

-ya no te presionaremos, será tu decisión cuando quieras hacerlo.

-gracias a los dos- hable.

Lo abrace, ahora más que nunca necesitaba a mi hermano, después lo acompañe hasta el estacionamiento y se fue mientras que yo retome mi rutina.

°

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

¿Él y yo?Where stories live. Discover now