capítulo 9

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Ya estaba en el campo, buscaba a Mía hasta que la ví sentada viendo atentamente él partido, me acerque y me senté junto a ella

-¿que pasó?- pregunta aun con su vista hacia el campo.

-nada- ironizo- solo que me mandaron citatorio y mi papá tiene que venir mañana sino no podré entrar al instituto- respondo.

-¿qué piensas hacer?, porque hasta donde yo sé nadie sabe que eres una Greenwood- dice viéndome a los ojos.

-no lo se Mía, supongo que mañana todo cambiará ¿no?-digo bajando la cabeza.

-de hecho creo que sí, ya es hora de que sepan quien eres realmente- responde.

-eso no es lo que me preocupa, sino que ahora no sé como reaccione mi papá cuando sepa toda la verdad, he podido ocultarme todo este tiempo gracias a las reglas de esta escuela, gracias a que los maestros no tienen una lista con nuestros nombres, y que nuestra asistencias son contadas con nuestra credencial, creo que las únicas que saben la verdad son las secretarias encargadas de las calificaciones pero parece no importarles, así que todo cambiará- suelto mordiendo mis uñas nerviosamente.

-tú solo explícale lo que paso con Natalia, habla con él y creeme que estoy segura de que te entenderá.

-gracias.

La chica rubia de ojos claros que es mi mejor amiga me abraza, Mía es de las pocas personas que se han quedado conmigo y por eso es mi hermana mi mejor amiga, la amo con todo mi ser ella siempre me ha apoyado cuando la necesito y sabe que yo también estaré siempre para ella, sus abrazos me transmiten paz algo que desde hace tiempo no siento.

El partido ha terminado y nuestro equipo ganó 3-1, me hubiera gustado ir a felicitar a Rodrigo pero después de lo de ese rato siento que no es necesario, estuvimos tan cerca que no se si él haya sentido otra cosa.

Estoy en mi carro camino a casa y voy pensando lo que le diré a mi papá; cuando llego veo estacionado el carro de Gerardo de seguro vino a visitarnos muero por verlo.

-¡hola!- grito cerrando la puerta principal.

-¡por acá!- escucho la voz de Gera que proviene del cuarto de videojuegos.

Subo y ahí los encuentro a los dos, sentados en el sofá frente al televisor.

-¿qué hacen?- pregunto.

-jugando, ya van cinco veces que le gano a Gerardo- dice Mau.

-no es cierto chaparro, solo te estoy dejando ganar- intenta defenderse Gerardo.

Río ante lo que dice.

-sabes que no es cierto, tu eres pésimo en los videojuegos- atacó también burlona.

Él ríe sarcasticamente mirándome de mala manera.

-gracias por apoyarme hermana yo también te quiero- dice sarcástico.

-¿ves Gerardo? tú nunca nos has podido ganar- habla Mau de nuevo.

Paso un rato ahí con ellos, hasta que recuerdo lo del citatorio, miro a Gerardo.

-¿sabes dónde esta papá?- pregunto.

-en su oficina- responde- como siempre.

-gracias, ahora vuelvo- me pongo de pie del sofá donde me encontraba.

-está bien- dicen los dos.

Bajo hacia la sala donde deje mi mochila y saco el papel que me dio la directora, me dirijo hacia el despacho de mi papa y toco la puerta de madera frente a mí.

-adelante- escucho la voz de mi padre.

Trago saliva y entro, lo encuentro sentado revisando unos papeles, él ni siquiera levanta la cara para ver quien ha entrado.

-papá- digo nerviosa.

-¿qué pasa Sofía?- pregunta sin levantar la mirada.

-es que yo...- inicio.

-¿es que tú qué?- pregunta.

-la directora me dio un citatorio y tienes que ir mañana a la escuela sino no tendré acceso al instituto- hable rápidamente, tanto que me temía que no me haya escuchado.

-¿por qué motivo tienes un citatorio?- pregunta.

-peleé con Natalia.

Mi padre siempre ha estado enterado como es mi relación con Natalia y espero esta vez entienda porque lo hice.

-Sofía, sabes que no podré ir.

-pero papá...

-Sofía ¿qué te está pasando?, tu no eras así, no solías pelearte de la nada.

-y es que no lo hice de la nada, Natalia fue quien empezó todo, fue la primera en darme una bofetada, la primera en jalarme el cabello y en insultarme- respondo de inmediato.

Mi padre levanto la cara y ahora puedo ver sus ojos color marrón como los míos.

-Sofía, nunca me había pasado esto contigo.

-lo siento papá, yo solo me defendí- respondo lentamente.

Él pasa sus manos por su rostro hasta que finalmente habla de nuevo.

-está bien, ¿a qué hora?- pregunta.

-a las 10:00 a esa hora tenemos tutoría y tienes que hablar con la tutora.

-ok, ahí estaré.

-y papá otra cosa- comencé de nuevo.

-¿qué sucede?- pregunta viéndome a los ojos fijamente.

-en el instituto nadie sabe que soy una Greenwood.

En su cara se veía la decepción.

-¿por qué?

-no quería estar rodeada de gente hipócrita- fue todo lo que respondo.

-entonces mañana todos sabrán quien eres.

-papá...

-nada Sofía mañana sabrán quien eres en realidad- dijo interrumpiendome- ¿entendido?

-si- dije dándole el citatorio y saliendo de su despacho

Mañana todos sabrían quien es mi familia, mis hermanos, mis padres, mis apellidos, mañana algunas cosas cambiarían o tal vez no.

¿Él y yo?Where stories live. Discover now