Capítulo 1

10.9K 475 14
                                    

Mi vida podía resumirse como una montaña rusa llena de emociones. 

Sofía Greenwood, ese era mi nombre, hija de Christian Greenwood el famoso empresario y de Chloe Wells una famosa cantante. 

Mi madre falleció hace dos años, desde ese entonces mi vida había dado un cambio de ciento ochenta grados, en casa todos habíamos sufrido su partida, sin duda había dejado un gran vacío dentro de nosotros, era la luz y alegría de la casa y ahora eso solo era un recuerdo para todos aquí.

-estamos bien- hablo mientras acomodo las flores en la tumba de mi madre- Mauricio ya creció tanto- sonrío- Gerardo viene a vernos de vez en cuando, incluso hay días en los que parece que continúa viviendo con nosotros- río mientras me pongo de pie metiendo mis manos en los bolsillos de mi abrigo, el día hoy era un poco frío- mañana inician las clases- hablo mientras acomodo mi cabello castaño sobre uno de mis hombros- estoy un poco nerviosa, quiero decir, siempre he estado emocionada por cosas como estas y tú las sabes- muerdo mi labio en un intento de evitar que las lágrimas salgan de mí- te extrañamos mucho, todos en casa lo hacemos, papá ha cambiado mucho desde tu partida- hablo en voz baja- ha estado ausente en muchas cosas sobre nuestras vidas, no es el mismo hombre que era cuando tú estabas aquí. 

Miro a los lados, la gente comenzaba a caminar hacia la salida, el cementerio estaba a punto de cerrar. 

-tengo que dejarte- hable hacia la tumba de nuevo- vendré a verte después- sonrío tenuemente- lo prometo.

Sin más comienzo a caminar hacia la salida en donde subo a mi automóvil para ir hacia casa. 

Antes de ir a la mansión Greenwood me detengo en una pizzería, pediría una para comerla en casa junto a mi pequeño hermano, Mauricio. 

Entro a este lugar y en el momento que lo hago escucho algunas risas que inconscientemente me hacen mirar en esa dirección. Siento mis mejillas sonrojarse un poco al ver al equipo de fútbol del instituto aquí, no era precisamente por todos ellos el que mis mejillas se tiñeran de rojo, Rodrigo Gutiérrez mira también en mi dirección haciendo que nuestras miradas coincidan pero soy la primera en alejar la mirada al mismo tiempo que camino hasta la caja para hacer mi orden la misma que es entregada después de unos minutos, la acepto y sin más o sin mirar de nuevo en aquella dirección solo salgo de aquí para ir hasta mi auto y salir por fin con dirección a la mansión de mi familia.

°

Despierto cuando mi alarma me hace abrir mis ojos poco a poco para después silenciar el sonido que esta emite.

Leo el recordatorio que esta da, hoy era el regreso a clases, después de unas largas y necesitadas vacaciones, regresamos a nuestro último año de instituto, los nervios me invadían un poco, después de esto iniciaría nuestra etapa universitaria, todos iríamos a universidades diferentes y tendríamos que tomar caminos diferentes. 

Hoy volvería a ver a mis compañeros y a algunos de mis mejores amigos, e incluso lo vería de nuevo a él, Rodrigo Gutiérrez, ¿cómo es posible que puedas estar enamorada de alguien con quien apenas convives? quiero decir, ese chico me gusta y me gusta bastante, me gusta desde hace años atrás, pero, ¿cómo podía estar loca por alguien que parecía no notar mi existencia? 

Tocan a mi puerta y veo como se abre poco a poco y me dejan ver esos lindos ojos azules de mi nana, mi nana, una de las mujeres más importantes en mi vida, ella se hizo cargode mis hermanos y de mí desde el día que falleció mi madre; Chloe Wells era y es la madre perfecta además de una excelente cantante; ella murió hace aproximadamente 2 años y mi familia cambio por completo después de eso, mi padre día a día se adentraba más en el trabajo y a veces nos descuidaba a mis hermanos y a mi sin embargo ahí estuvo nana, siempre para nosotros, ella prácticamente es mi segunda madre.

-Buenos días mi niña- saluda ella entrando por completo a mi habitación.

-buenos días nana- respondo mientras me recompongo en la cama.

-¿lista para un nuevo ciclo escolar?- pregunta con una enorme sonrisa que es imposible no me contagie.

-la verdad estoy un poco nerviosa- respondo levantándome de la cama, no mentía el día de hoy lograba ponerme un poco nerviosa.

-no digas eso- suelta sonriendo- verás que este año será de lo mejor- responde intentando animarme.

-eso espero, nana- sonrío intentando responder de la misma manera que ella.

-no hay porque, corazón- me lanza un beso que me hace sonreír más- vamos, el desayuno espera abajo.

-en un momento bajo- respondo y enseguida ella sale para poder prepararme.

Busco algo de ropa en mi closet y me vestí, tome mi mochila, mi teléfono y baje las escaleras a encontrarme en el comedor donde no había nadie vaya dije para mis adentros, después de dos minutos escuche unos pequeños pasos provenientes de la escalera volteo y ahí se encuentra el niño de mis ojos, Mauricio, mi pequeño hermano de 8 años, al verlo me acerco a abrazarlo y él hace lo mismo.

-hola pequeñín- saludo revolviendo su cabello ruloso y rubio.

-hola- responde- no soy un pequeñín- dice cruzándose de brazos, río ante su comentario y su manera tan divertida de responder.

-claro que lo eres- respondo burlona logrando que su expresión aumente más- ven, vamos a desayunar- extiendo mi mano para que él la tome.

-¿papá no bajará?- pregunta, su voz se llena un poco de tristeza y curiosidad.

-no lo sé, pequeño, pero te aseguro que lo hará- respondo rogando internamente porque mi papá aparezca aquí hoy.

-está bien- nos dirigimos al comedor donde ya se encuentra nana sirviendo el desayuno.

Tomamos asiento y comenzamos a desayunar, después de cinco minutos baja mi padre regalándonos una sonrisa, sonrío también hacia él, había bajado, se acerca y me da un beso en la frente al igual que a mi hermano.

-¿listos para la escuela?- pregunta tomando asiento en la silla principal de la mesa.

-sí- mi hermano responde sonriendo, sabía que el ver a mi padre desayunando con nosotros lo había hecho colocarse feliz.

-¿y tú, Sofi?- pregunta dirigiéndose a mi.

Lo miro y sonrío.

-por supuesto, más que lista- respondo.

-me alegra escuchar eso- sonríe y sin más comenzamos a desayunar.

Al terminar el desayuno papá se dirige a su empresa, nana se encarga de llevar a Mau a la escuela y yo espero a Mía la cual dijo pasaría por mí hoy para ir juntas a la escuela, al cabo de dos minutos llega, subo a su auto y la saludo con un beso en la mejilla.

-hola, bebé- saluda mi amiga rubia y de ojos verdes, Mía Reed, con una enorme sonrisa en su rostro.

-hola, nena- respondo de la misma manera.

-¿lista para irnos?- pregunta, ¿por qué todos preguntaban eso?

-lista- respondí sin más. 

Seguido de eso arranca el auto dirigiéndose a la preparatoria.

°

Primer capítulo. Vaya, es tan raro escribir sobre Sofía y Rodrigo de nuevo, pero aquí vamos

Espero que les guste.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

¿Él y yo?Where stories live. Discover now