capítulo 22

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-¿lo recuerdas Gerardo?- pregunté- ¿recuerdas todos esos momentos donde estabas conmigo y me decías que tenía que ser fuerte? Pues que crees que tu novia fue una de las causantes de aquellos momentos.

-¡Sofi!- escuche la voz de Mau.

-hola peque- dije agachándome hasta quedar a su altura.

-que bueno que llegaste, ¿me lees un cuento? Es que no puedo dormir- dijo tranquilamente.

-claro, vamos- dije levantándome y tomando mi bolso.

-Sofía aún no terminamos de hablar- escuche la voz de Gerardo.

-Mau, porque no subes y escoges un libro, y en un momento subo ¿si?- le dije a mi pequeño hermano.

-esta bien, pero no te tardes- dijo corriendo escaleras arriba.

Voltee hacia Gerardo y de alguna forma sus ojos trasmitían decepción supongo que fue por enterarse que todo lo que pase fue por culpa de su supuesta novia y su grupito de amigas.

-ya dije todo lo que tenía que decir y si tú lo que quieres es estar con ella adelante, solo espero y no salgas lastimado- dije viéndolo fijamente- no me gustaría verte como yo estuve alguna vez.

Él iba a decir algo sin embargo se arrepintió, y mientras Daniela estaba ahí parada sin decir nada.

-tengo que irme, querida, te quedas en tu casa- dije dirigiéndome a Daniela.

Empecé a caminar hacia las escaleras pero una voz me hizo detenerme.

-¡espera!- ahora era Daniela la que hablaba- Sofía déjame explicarte todo, sólo dame una oportunidad para hablar y aclarar todo, todo lo que ha pasado desde segundo año desde que tu entraste por favor.

-no, ya lo que pasó ya pasó y créeme que si todo hubiese sido diferente desde un principio, ahora mismo no me interpondría a esta relación.

Después de decir eso me di la vuelta y comencé a subir las escaleras hasta llegar a el cuarto de Mau el cual ya tenia un libro en sus manos "Peter Pan".

-que bueno que ya llegaste, este es el libro que quiero que me leas- dijo muy entusiasmado.

-claro peque- dije con una sonrisa.

Al terminar de leer el cuento Mauricio se quedo dormido y yo salí de su habitación tratando de no hacer ruido, fui a mi habitación a dejar mis cosas y baje a la cocina tenía hambre así que decidí ir por un vaso de leche y galletas; al hacerlo ahí estaba mi nana tan atenta como siempre.

-hola nana- dije dándole un fuerte abrazo al cual ella correspondió.

-hola mi niña, pensé que ya estarías dormida.

-no, tenía hambre así que decidí venir por leche y galletas- dije abriendo el refrigerador.

-¿no quieres que te prepare algo? Un sándwich, quesadillas algo- dijo un poco preocupada.

-no nana, con esto es suficiente-conteste sirviéndome leche en un vaso.

Me senté en un taburete mientras mi nana también lo hacia y me dejaba un plato de galletas frente a mi.

-gracias- dije tomando una.

-no te preocupes mi niña, sabes que lo hago por ti porque te quiero y solo quiero lo mejor para ti.

Nana una estupenda mujer a la cual amo con todo mi ser, mi segunda mamá no sé que haría sin ella.

-no se que haría sin ti nana, eres una de las personas que mas amo en este mundo y desde que mama murió tu has estado siempre para mi como para mis hermanos.

-ay mi niña, me harás lloras, sabes que tus hermanos y tu son lo más importante para mi y hasta el gruñón de tu papá es muy importante- dijo riendo un poco.

-te hiciste cargo de mi mamá cuando sus padres, mis abuelos fallecieron y ahora estas con nosotros, recuerdo cuando mamá nos decía que teníamos que ser obedientes contigo porque tú eras una persona muy importante para ella y no le hubiera gustado que te fueras por no aguantarnos- dije riendo.

-yo jamás me hubiera ido, jamás los habría abandonado y nunca lo haré.

-gracias nana, gracias por todo.

Dije levantándome del taburete y dirigiéndome hacia ella para después llenarla de besos y abrazos.

¿Él y yo?Where stories live. Discover now