¿Él y yo?

Capítulo 58

PV Rodrigo

Estaba en el departamento de Gerardo el cual estaba totalmente en silencio y lo único que se escuchaba era la ahora controlada respiración de Sofía que estaba dormida a mi lado.

-amor- dije tratando de despertarla ya que las chicas no tardarían en llegar, ella no despertaba. Me levante de la cama para vestirme y al terminar volví a ponerme a su lado.

-corazón- hablé mientras besaba su hombro- tienes que despertar.

-umh- fue todo lo que dijo.

-ya me voy.

-no- dijo ahora abriendo los ojos.

-Las chicas no tardan en llegar- dije mientras movía su cabello de su cara.

-cierto, lo había olvidado- dijo mientras se sentaba en la cama y me acercaba a ella.

-ya sabes, puedo ir una hora y des...

-no amor, ya te lo dije, tienes que ir y disfrutar tu noche- habló mientras se ponía su ropa interior.

-¿tú qué harás?- pregunté mientras observaba sus movimientos.

-no lo sé, tal vez salga con una amiga- contesto mientras se ponía su suéter.

-todas tus amigas estarán con nosotros esta noche.

-¿insinuas que no tengo más amigas?- preguntó con fingida resignación.

-no quise decir eso- dije sonriendo.

-después te hablaré de ella- contesto igual con una sonrisa- ahora tienes que irte y ponerte guapo.

Me puse de pie y fui hasta donde estaba ella para besarla y salir ahí con destino a mi casa.

PV Sofía

Rodrigo ya se había ido y yo estaba terminando de arreglar la cama.

-Sofía hemos llegado- escuche la voz de Mía en la sala.

Salí de la habitación después de acomodar las almohadas y me dirigí a la habitación de mi hermano ya que estaban ahí.

-¿qué han comprado?- pregunté entrando a la recámara.

-todo esto- contesto Raquel mientras señalaba todo lo que ya estaba en la cama.

Me senté en un pequeño sillón que había ahí y vi como todas escogían lo que utilizarían.

-ahora sí chicas- habló Daniela mientras salía del baño con una camisa de mi hermano puesta- hay que empezar.

Después de que todas ellas escogieron su ropa empezaron a maquillarse.

-Sofía ayúdame- habló Mía mientras trataba de hacer un delineado. Me acerque a ella.

-dame eso.

Empecé a ayudarla.

-Sofía, así que ¿qué harás en cuanto nos vayamos?- preguntó Raquel.

-sufrir por su ausencia- conteste con cierta burla.

Teníamos más de treinta minutos ahí, algunas de las chicas ya estaban terminando de maquillarse y vestirse mientras otras ya estaban totalmente preparadas. La hora indicada había llegado y todas estábamos esperando en la pequeña sala de mi hermano a que los chicos llegarán, hasta que unas risas se escucharon y la puerta del departamento se abrió, de ella entraron cuatro chicos, incluido mi novio.

-es hora de irnos- hablo Eduardo mientras caminaba hacia su chica.

-se hará tarde- dijo ahora mi hermano.

Todas las chicas comenzaron a ponerse de pie mientras tomaban sus bolsas y chaquetas y comenzaban a caminar hacia la salida.

-¿aún no cambias de parecer?- preguntó Rodrigo a mi lado.

-no, aún no- conteste- así que es mejor que disfrutes tu noche.

Él sólo sonríe en respuesta. Ya nos encontrábamos afuera del edificio y ellos se estaban poniendo de acuerdo respecto a como se irían, estaba el auto de Rodrigo y el de mi hermano, al final Rodrigo, Raquel, Mía y Ricardo se irían juntos mientras los demás iban con mi hermano.

-tengo que irme- hablé dirigiéndome a todos ahí.

-¿tu velada de series en Netflix comienza?- pregunto Mía con burla.

Volteé los ojos mientras le mostraba mi dedo medio y todos reían, mi celular sonó indicando una llamada.

-hola- hablo alguien de la otra línea.

-hola- conteste- Ya voy para allá.

-claro, no te preocupes, sólo llamaba para avisarte algo.

-¿esta todo bien?¿pasó algo?- pregunté mientras me alejaba un poco de mis amigos.

-estoy en dónde quedamos pero hay alguien más aquí, Javier, está con sus amigos. Creí que debías saberlo, ¿Sí quieres podemos ir a otro lado?

-no, ya estás ahí, iré, voy en camino.

-¿segura?- pregunto Camila.

-somos lo suficientemente maduros para manejar esto, creo que estaremos bien.

-esta bien, te esperaré aquí.

Termine la llamada y me despedí de mis amigos que ya estaban listos.

-si necesitas cualquier cosa puedes llamarme- dijo Rodrigo mientras me acompañaba a mi auto.

-lo sé- dije mientras sacaba mi llave y abría.

-me gustaría que fueras, así podríamos perdernos e ir a otro lugar

-suena tentador pero es una lástima que no se pueda.

-ummh, si se puede, pero no quieres- hablo mientras besaba mis labios- sólo tienes que decir que sí.

Nos besamos mientras tomaba mi barbilla y cerraba la puerta del auto con su otra mano.

-esto no es justo- dije mientras nos separabamos un poco- tratas de seducirme.

Sonríe y vuelve a tomar mis labios en un beso.

Iba en camino al lugar en donde me vería con mi vieja amiga, Camila.

Llegué al lugar que usualmente frecuentabamos cuando aún nos veíamos a diario. Y después de estacionar mi auto baje de él mientras caminaba hacia la entrada de aquel lugar, mis nervios comenzaban a aumentar, no quería arruinar la velada de nadie y quería que todos estuviéramos bien. Entre a aquel lugar abriendo la puerta causando que la pequeña campana sonará aunque las personas que se encontraban ahí estaban en sus propios asuntos y la música que aunque no estaba a un volumen muy alto hacia que el pequeño sonido se perdiera como un simple murmullo.

Comencé a caminar entre las diferentes mesas mientras me dirigía a la mesa dónde una chica de cabello negro y ojos verdes estaba sentada.

-hola- dije mientras tomaba la silla frente a ella.

-¡hola!- contestó mientras sonreía y dejaba su celular.

Después de ordenar nuestra comida comenzamos a platicar.

-entonces, ¿tu familia ya lo sabe?

-sí, ya no podía ocultarlo más, todo esto me estaba destruyendo. Cuando Michelle llegó a mi vida, cuando comenzamos a darnos cuenta de lo que sentíamos, cuando ya no dejaba de pensar en ella, ese fue el momento en que me di cuenta que tenía que hablar ya.

-¿cómo reaccionó tu familia?- pregunté mientras tomaba de mi malteada.

-muy bien, me sorprendí porque pensé que no lo tomarían bien.

-eso en verdad me alegra- dije sinceramente mientras sonreía a la persona frente a mí.

Seguimos hablando de lo que había pasado en este tiempo mientras terminabamos nuestra comida.