capítulo 33

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Después de lo que paso en el estacionamiento me tranquilice un poco pero nada me quitaba de la cabeza lo que Rodrigo había dicho; era tarde por lo cual decidí entrar a el instituto para dar inicio a mis clases del día, fui a mi casillero para tomar mis útiles correspondientes y después de eso me dirijo a mi salón donde ya se encuentran la mayoría de mis compañeros de clase y varios de mis mejores amigos, visualizo a Mia y me acerco con ella y con mis otras amigas

-nena, ¿qué paso?- pregunta Mia preocupada

-discutimos, eso es todo- dije sentándome en mi lugar y colocando mi mochila en un leve espacio que queda en el asiento

-pero ¿se arreglaron, cierto?- preguntó ahora Sandra

-eso es lo que no sé, él solo se limito a decir que me tranquilizara para después hablar mejor y dicho eso se fue dejándome sola en el estacionamiento a media discusión

Estaba a punto de contarles todo, exactamente todo, pero en ese momento el timbre sonó indicándonos que las clases iniciaban y todos tenían que encontrarse ya en sus respectivos salones, el maestro llego y empezó con el tema del día; la clase estaba muy aburrida por lo cual me distraía fácilmente, mi mirada empezó a observar a todos los que se encontraban a mi alrededor hasta que dio con Rodrigo, él se encontraba al otro extremo del salón, él también volteo a verme, lo observe durante unos minutos para después girarme hacia la pizarra, él aun me seguía viendo por unos cuantos minutos más.
Las clases pasaron rápido y cuando menos cuenta me di ya era hora del descanso todos empezaron a guardar sus cosas y a abandonar el aula, incluido Rodrigo, así que espere a Mia y a Sandra para después dirigirnos a la cafetería estando ya ahí nos sentamos en una mesa y ahora si les conté todo lo que había pasado desde la discusión con Natalia hasta la discusión con Rodrigo, ambas se limitaban a mirar y escuchar atentamente hasta que acabe de relatar todo

-nunca antes en el tiempo que llevan de novios habían discutido hasta este punto- dijo Sandra tomando un trozo de manzana

-Sandra tiene razón, nunca habían discutido hasta el punto de que Rodrigo te deje sola- dijo tomando mi mano- todo se arreglara y las cosas volverán hacer como antes...

-Sofía ese no es Gerardo?- pregunto Sandra interrumpiendo a Mia

Voltee hacia donde indicaba ella y efectivamente ahí estaba Gerardo buscando a alguien con la mirada, hasta que sus ojos conectaron con los míos, él se veía mal, su rostro no era el mismo de siempre, aquel que denotaba alegría a cualquier lugar que fuera, aquella sonrisa que me dejaba ver lo bien que se encontraba mi hermano, hoy no era un día de esos, su cara era todo lo contrario a lo antes descrito, con un leve movimiento de cabeza de parte de él me indico que saliera y así lo hice, le dije a Mia y Sandra a lo que ellas asintieron, en la cafetería solo se escuchan murmullos-como si nunca antes hubieran visto a mi hermano-tenia que atravesar toda la cafetería para llegar hasta el extremo por donde había llegado Gerardo, al llegar a su lado me di cuenta inmediatamente de que algo andaba mal; salimos al estacionamiento hasta llegar a su auto en el cual nos recargamos y duramos unos minutos en silencio

-¿qué pasa Gerardo?- le pregunte rompiendo aquel silencio

-hay algo que tengo que decirte- dijo y pude darme cuenta de que su voz delataba tristeza

-¿qué pasa?¿por qué estás así?

-no quiero hablar de eso- dijo duramente

-esta bien, no te presionaré, ¿qué es lo que quieres decirme?

Espero unos minutos hasta que decidió hablar

-me iré a España

-¿qué?¿por qué?- pregunte un poco alterada, él no podía irse, él no

-no sé por cuanto tiempo, tal vez días, meses o años, quería decírtelo por mi mismo antes de que te enteraras por alguien más- dijo viéndome a los ojos, sus ojos transmitían rabia, enojo, pero también tristeza

-no puedes hacerme eso, no puedes dejarme, Mau y yo te necesitamos, mucho más ahora que papá nos presento a su nueva pareja, no puedes irte, nosotros te necesitamos aquí con nosotros- dije casi suplicando

-ya lo decidí Sofía, no hay vuelta atrás

-¿y Daniela? Ella también te necesita, te ama, es tu novia no puedes dejarla así como si nada...

-ella es de la que menos quiero hablar ahora. Ella y yo ya no somos nada, me vale un comino si me necesita o no- dijo muy enojado

-¿qué paso Gerardo?

Por primera vez durante tanto tiempo ví a mi hermano llorar por amor, Daniela jugó con sus sentimientos y yo lo único que pude hacer en ese momento fue abrazarlo y darle todo mi apoyo...

¿Él y yo?Where stories live. Discover now