Capítulo 38

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Después del instituto llegue a mi casa y lo primero que hice fue ir a ver a mi nana que se encontraba en la cocina, ella estaba de espaldas a mi por lo cual no se percato de mi presencia, quería sorprenderla por lo cual camine sin hacer ruido alguno pero al estar a punto de hacerlo la escuche sollozar y murmurar algo que no alcance a escuchar

-¿nana?¿por qué lloras?- pregunte ahora llegando rápidamente a su lado

-mi niña, ¿a qué hora llegaste? No te vi llegar, ¿tienes hambre?- vi como limpio su rostro rápidamente

-no cambies el tema, ¿por qué llorabas?¿alguien te hizo algo?- pregunte ahora preocupada

-no, nada de eso, solamente recordaba algunas cosas y sin querer las lágrimas salieron

-¿segura que no hay nada más?

-segura cariño, no te preocupes por mí, ya tienes demasiados problemas encima como para ahora cargar conmigo- dijo tomando su mandil y colocándoselo

-oye, no digas eso, jamás serás una carga para mí, al contrario no sabes cuan agradecida estoy porque tú estés en mi vida- dije abrazándola

-la única que esta agradecida aquí por tener a alguien como tú soy yo, doy gracias al cielo por haber mandado a un hermoso ángel como tu a mi vida, también a tus hermanos, quiero que sepas algo, tus hermanos y tu lo son todo para mí y no me perdonaría si algo malo les pasara.

-nana, tu también tienes que saber que eres la persona más importante para nosotros, eres lo mejor que tenemos- dije aferrándome con fuerza a ella

Duramos un par de minutos más abrazadas hasta que ella rompió el silencio

-¿sabes? Si tu mamá estuviera con nosotros ella estaría realmente orgullosa de todo lo que has logrado y de la gran persona que eres, de la persona en la que te has convertido, eres igual a ella, una persona que va ayudando a quien lo necesita sin importarle lo que reciba a cambio- ríe desganada- bueno en lo físico te pareces a tu padre, ojos marrones, cabello café, no hay duda alguna de que Christian es tu padre

Sonreí

-eso dicen todos- dije algo orgullosa- nana, ¿en verdad te encuentras bien?

-sí mi niña, gracias por preocuparte por mí

-no tienes nada que agradecer

Permanecimos más tiempo abrazadas hasta que ella hablo

-siéntate, prepararé algo

Obedecí y después vi como se movía de un lado a otro, buscando y sacando cosas de los diferentes estantes que se encontraban aquí

-¿alguna novedad por aquí?- dije mientras tomaba unas uvas del frutero

-oh sí, Gerardo ha llamado he hablado por un tiempo con él, me alegra saber que se encuentra mejor

-¿enserio? Me hubiera encantado hablar con él- dije algo triste

-prometió que te hablaría a ti y a Mau, otra cosa cariño

-¿sí?

-Vanessa, ella no me agrada

Reí fuertemente

-bienvenida al club

-Sofía, lo digo enserio mi niña, ella es algo rara

-es por los tintes- sonreí- bueno ya, dime que pasa, ¿por qué dices eso?

-algo en ella no me gusta, tu padre cede en todo lo que ella dice.

-Hablaría con mi padre de eso pero se que sería en vano él no me escuchara y después me diría deberías de dejar de inventar tantas cosas Sofía sería estúpido si lo hago y no puedo perder mi tiempo aunque se trate de mi padre

Nana ríe

Reviso la hora. Son las cinco menos diez por lo cual Rodrigo no tarda en pasar por mí, quedamos en ir a dar un paseo al mirador, es un lugar desde donde se puede visualizar toda la ciudad. Mi teléfono vibra notificando la llegada de un nuevo mensaje

De: Rodrigo <3

Ya estoy afuera, amor

-nana tengo que irme Rodrigo esta esperándome saldremos- digo levantándome del taburete

-no te preocupes mi niña yo me encargo de Mau, diviértanse, pero no tanto- dice guiñándome un ojo que hace que me sonroje

-gracias, en un par de horas vuelvo- digo tomando mi chaqueta y mi celular- te quiero

Salgo deprisa a la puerta pero durante el trayecto la voz de mi padre me detiene

-¿a dónde vas?- volteo a verle y está con su pareja

-saldré con Rodrigo regreso en un par de horas ¿está bien?

-está bien, no quiero que sea tan noche Sofía ¿entendido?

-sí papá, adiós

Dije caminando a la puerta principal, cuando salgo me encuentro el carro de Rodrigo y entro dándole un beso el cual él responde

-¿lista?- pregunta y lo observo detenidamente, luce sexy, siempre, en realidad- te has quedado sin habla- dice burlón

-estás espectacular- logro decir

-igual que tu- responde

Tengo que admitirlo ambos estamos espectaculares

Empieza a conducir hacia nuestro destino y no puedo dejar de observarle luce tan bien hasta que se da cuenta

-deberías de trabajar observando a las personas, ganarías muy bien

Río

-solo puedo observarte a ti, me tienes fascinada

Sonríe triunfante y me contagia a mi también, después de aproximadamente veinte minutos llegamos al mirador el cual para nuestra sorpresa se encuentra totalmente desierto

-debe de ser porque es lunes- dice Rodrigo estacionando el auto y bajando

Bajo yo también y es impresionante apenas se esta ocultando el sol, realmente es hermoso

-¿te gusta?

-me encanta, es hermoso, gracias 

-estoy para complacerte- habla- nada me alegra más que verte feliz

Toda la ciudad se ve iluminada por el sol que esta ya metiéndose es un hermoso atardecer

-te amo- dice tomando mi mano y acercándome a él- solo a ti, quiero estar siempre contigo

Toma mis mejillas y une nuestras bocas en un suave y apasionado beso, yo paso mis manos por su cuello acercándome más a él y instintivamente baja de mis mejillas a mi cintura rompiendo el poco espacio que nos separaba, empezamos a caminar hasta que choco con la cajuela del carro y me apoyo ahí aún con nuestras bocas unidas, el beso esta subiendo de intensidad, yo subo mis manos hasta el cabello de Rodrigo y lo despeino, él me toma de las piernas por sorpresa y me sienta en la cajuela sin despegarse de mí, nos separamos por falta de aire y puedo ver sus ojos llenos de deseo, pasión y amor eso termina matándome y después de un segundo vuelve a besarme lentamente como si su vida dependiera de eso, sus manos recorren mis piernas de abajo hacia arriba lentamente hasta llegar a mi estomago y al primer botón de mi camisa, él duda un instante pero después lo hace, justo lo que deseaba, lo desabrocha lentamente aún con nuestra bocas unidas, cuando termina continúa con el otro y así sucesivamente hasta terminar con todos, abre completamente mi camisa sin quitármela dejando solo al descubierto mi sostén y me observa lo cual hace que me sonroje

-eres hermosa- eso me hace sentir segura y lo acerco para seguir besándolo mientras me toca la piel al descubierto, su tacto es maravilloso, siento que me quema es algo sensacional. Separa nuestras bocas y después va bajando hasta mi cuello donde me estaba mordiendo un poco

-ah- suelto cerca de su oído y el continúa dejándome un camino de besos por todo mi cuello

Se separa lentamente y voltea a verme

-me vuelves loco Sofía esp...

-quiero hacerlo- lo interrumpo.

¿Él y yo?Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu